Después de hablar de los inestimables beneficios de la leche materna, esta es la pregunta que le hacemos a Yolanda García, psicóloga y naturópata, especializada en psicología perinatal, fertilidad natural, nutrición en el embarazo, parto, lactancia y alimentación infantil en nuestra Consulta Nutricional. Y hemos extraído las siguientes conclusiones:
Sabemos que la lactancia materna es superior en calidad de nutrientes, aportación de sustancias para las defensas del bebé y que tiene muchas ventajas para la madre, además del componente emocional que conlleva. Pero en el caso de la leche de fórmula, Yolanda nos recomienda que personalicemos en función de cada niño.
Se llaman leches de fórmula porque la leche de vaca no es apta para un bebé de menos de un año. Así, una leche de fórmula no es más que una leche procesada artificialmente en la que se han invertido los porcentajes originales de caseína y lactoalbúmina (60 y 40%) para obtener un producto más digestivo. Yolanda nos comenta que, como la caseína coagula en copos grandes que pueden ocasionar problemas digestivos, estas leches acidifican para que coagule en copos más pequeños. Además, se añade lactosa y ácidos grasos insaturados para que se parezca a la leche materna.
Principales diferencias entre la leche de vaca y la leche materna
Yolanda García nos explica cuáles son las diferencias principales que encontramos entre la leche de vaca y la leche materna:
- Las proteínas y aminoácidos se producen específicamente para cada especie.
- Encontramos más cantidad de proteínas en la leche de vaca que en la leche materna (3:0.9% -100 ml), lo que conlleva más carga hepática y renal.
- La leche materna es más digerible y el estómago se vacía más rápido. La leche de vaca contiene más caseína, que coagula en el intestino, y dificulta su absorción (duración vaciado: 1,5 h frente a 4h).
- La leche materna tiene más lactosa.
- La osmolaridad de la leche de vaca es más grande, y esto significa una carga renal mayor en el sistema inmaduro del bebé. Por eso necesita agua adicional (la materna no, porque tiene una osmolaridad más baja).
- La taurina (aminoácido esencial en los prematuros) no está presente en la leche de vaca.
- La leche materna contiene más de setenta ácidos grasos poliinsaturados clave para el desarrollo del sistema nervioso y la retina.
- La leche de vaca no tiene lipasa (enzima que digiere las grasas).
- La relación calcio-fósforo es mejor en la leche materna y más asimilable (2:1 frente a 1:3).
- El hierro de la leche materna se absorbe mejor.
- La vitamina E es muy baja en la leche de vaca.
- No encontramos componentes inmunoestimulantes y bioactivos en la leche de vaca.
Leches 1, 2, 3… Publicidad engañosa
La legislación española prohíbe hacer publicidad de cualquier tipo de leche de fórmula para los niños de menos de seis meses. Este hecho ha ocasionado que las marcas comerciales hayan creado un sistema de leches de continuación (1, 2, 3…) para poder hacer publicidad de sus leches a partir de los seis meses, y hacerla también indirectamente de la leche de inicio. Yolanda nos recomienda que no nos dejemos influenciar por este tipo de publicidad y, cuando tiene que recomendar leche de fórmula en la consulta, suele dar leche inicial durante todo el período que dura la lactancia, ya que suele estar mejor equilibrada que el resto.
Por otra parte, los ácidos grasos de la leche de vaca maternizada son más saturados que los de la leche materna, y en las grasas insaturadas de la leche de fórmula encontramos las grasas trans, en vez de las grasas cis de la leche materna. Esta pequeña diferencia es importante porque las grasas cis favorecen la síntesis de prostaglandinas tipo 1 (PG1), un tipo de sustancias que modulan las reacciones del organismo. En cambio las grasas trans favorecen la síntesis de prostaglandinas de tipo 2 (PG2), que favorecen la activación de procesos inflamatorios. Dicho de otro modo, los niños amamantados con leche materna tienen menos predisposición a problemas de eczemas, cólicos, diarreas, problemas respiratorios y mucosidad abundante.
Entonces, ¿hay otras opciones a las leches de fórmula?
Yolanda nos comenta que en el mercado podemos encontrar leches de fórmula de vaca, de cabra y de soja, principalmente. “Hace tiempo, había la posibilidad de dar leche de otra madre”, nos dice, “las famosas nodrizas, pero hoy en día esta opción es difícil por nuestra cultura y sociedad, aunque es una opción vital para los niños prematuros o con problemas. También están los bancos de leche, pero todavía no son muy presentes”.
“La peor opción es la leche de soja“, dice Yolanda, porque, para empezar, la mayoría es transgénica. Además, como consecuencia de la presencia de fitoestrógenos, puede alterar el funcionamiento de la tiroides y del aparato reproductor, impedir la absorción correcta de minerales y provocar problemas gastrointestinales, ya que inhibe una enzima pancreática.
La mejor opción es la leche de cabra porque es la que se parece más a la leche materna (la cabra es un animal que, en volumen, se parece más a nosotros, más que una vaca). También provoca menos reacciones alérgicas y es más asimilable. “Otra buena alternativa”, dice Yolanda, “es la leche de yegua, también más adecuada que la de vaca por su perfil nutricional”.
Elegir siempre una leche de fórmula ecológica
Si se decide incluir una leche de fórmula es interesante elegir una que sea ecológica, especialmente si se opta por la leche de fórmula de vaca. Las ventajas son similares a elegir alimentos ecológicos frente a los convencionales (nos ahorramos hormonas, pesticidas, antibióticos…). En el caso de la leche de vaca, es aún más importante elegir un producto respetuoso, ya que la vaca (y cualquier mamífero, incluso nosotros) eliminamos los tóxicos a través de la leche. Por lo tanto, si no queremos que vayan a parar a nuestros hijos, es mejor decantarse por una buena leche. Es muy importante fijarnos en todos los ingredientes añadidos, especialmente azúcares y endulzantes. Las leches ecológicas lo tienen mucho más en cuenta y, o no llevan, o son azúcares de mejor calidad (caña, melaza…).
Sabemos que la leche materna es el mejor alimento para el bebé y el lactante hasta el primer año de vida. Pero, en caso de no poder o no querer dar el pecho, hay que buscar la mejor opción de leche de fórmula dentro de las posibilidades que nos ofrece el mercado.
Puedes pedir cita con Yolanda en nuestro consultorio.