La intolerancia alimentaria es un déficit digestivo enzimático, que provoca una mala digestión, malabsorción (con diarrea, perdida de nutrientes, déficit nutricional, aumento de la permeabilidad intestinal), con tendencia a la irritación y a la inflamación del tejido.
Lo más frecuente es tener un grado de intolerancia sub-clínico difícil de detectar.
Desde un punto de vista más integrativo, la intolerancia alimentaria depende de la constitución del individuo, una monotonía en la dieta (comer siempre lo mismo), en gran cantidad y de manera prolongada en el tiempo.
Los síntomas son diarreas, gases, dolor de barriga y nauseas.