En primer lugar, ¡aclaremos conceptos! ¿Cómo definimos la fibra alimentaria? Hay controversia a la hora de definir qué es la fibra alimentaria. Por un lado, la fibra dietética es el material no digerible que ingerimos con los alimentos y que devolvemos al exterior mediante las heces (no es digerida por las enzimas digestivas, ni absorbida en el intestino delgado). Por otro lado, tampoco podemos afirmar que la fibra dietética sea “indigerible”, puesto que algunos tipos de fibra son digeridos por los microorganismos que habitan en nuestro intestino grueso, donde es fermentada por la microbiota bacteriana.

Cómo mejorar el tránsito itnestinal

Por lo tanto, la fibra no puede ser degradada “por” nuestro sistema digestivo, pero sí que puede serlo en parte “en” nuestro aparato digestivo. De este modo podemos aprovechar una parte de la energía que contiene como carbohidrato que es (no aporta calorías) y que la convierte en nutriente.

¿Qué tipos de fibra hay?

1-Fibra insoluble o no fermentable

Llega más o menos intacta al intestino grueso. Encontramos celulosa, hemicelulosa y lignina.Las diversas fuentes alimentarias de este tipo de fibra son los cereales integrales, verduras fibrosas (apio, alcachofas, espárragos, espinacas, judía tierna…), pieles de algunas frutas, parte externa de las legumbres y las semillas.

Tiene efecto laxante, puesto que modifica el volumen y consistencia de las heces y favorece la motilidad intestinal, y tiene un efecto protector porque evita que sustancias tóxicas estén mucho de tiempo en contacto con la mucosa. Por lo tanto, este tipo de fibra nos ayuda a prevenir el estreñimiento.

2-Fibra soluble o fermentable

Cuando entra en contacto con el agua, se genera una sustancia viscosa que actúa como gelificante. Encontramos inulina, pectinas, gomas, mucílagos, almidón resistente y algunas hemicelulosas.

La encontramos dentro de las legumbres y semillas, en la avena, cebada, salvado de avena, en algunas frutas (manzana, pera, cítricos, mango, ciruelas), en algunas verduras (brócoli, zanahoria, cebolla), patatas, algas y frutos secos (nueces, pecanas y almendras).

Regula el ritmo intestinal (da volumen y lubrica las heces porque retiene agua), tiene efecto saciante (atrasa el vaciado gástrico al hincharse en el estómago), regula la absorción de ciertos nutrientes favoreciendo la excreción del colesterol y disminuyendo el índice glucémico de los alimentos.

Cabe destacar también que tiene un efecto prebiótico (desarrolla la flora bacteriana intestinal): la microbiota del colon degrada la fibra soluble generando gases y ácidos de cadena corta (ácido butírico, propiónico y acético), cosa que ayuda a limitar que se desarrolle una flora putrefactiva y de compuestos secundarios tóxicos.

¿Cuáles son las necesidades y recomendaciones de ingesta de fibra alimentaria?Se recomienda consumir entre unos 25 y 40 gramos de fibra al día, tanto de fibra soluble como insoluble.

¿Qué implica tener una función intestinal normal?

Una función intestinal normal comporta:

  • Mejorar la consistencia de las deposiciones sin que sean ni muy duras ni muy blandas.
  • Mejorar el tránsito intestinal: nos ayuda a disminuir la producción de gases y favorece vaciar bien en cada deposición (menos sensación de pesadez y abultamiento).
  • Regularizar la frecuencia de las evacuaciones.

El estilo de vida y los hábitos alimentarios de cada persona también son un factor que hay que tener en cuenta a la hora de generar bienestar digestivo e intestinal.

Respetar los horarios de las comidas, destinar tiempo y atención a lo que comeremos; controlar la ingesta adecuada de cada uno de los nutrientes necesarios para el organismo –potenciando el consumo de verduras y hortalizas, grasas saludables, cereales integrales, proteínas de valor biológico elevado y digestibilidad alta, frutas, frutos secos, semillas y evitando fritos, azúcares y harinas refinadas, entre otros–; realizar ejercicio físico para estimular el peristaltismo intestinal y aliviar el estreñimiento; ayudarnos de alimentos ricos en prebióticos –que serán los alimentos de los probióticos y nos ayudarán a mantener y regenerar la flora intestinal, lo que evitará la disbiosi– como la fibra soluble, fermentable y el almidón resistente; mantener una buena hidratación durante todo el día con agua, caldos, infusiones y alimentos ricos en agua.

¿Qué suplemento de fibra dietética puedo tomar?

Actualmente, no consumimos las cantidades de fibra alimentaria recomendadas y ¡Vilardell Digest Transit es una alternativa a la que podemos recurrir!

Tiene un contenido elevado en fibra vegetal soluble, ciruela deshidratada en polvo (rica en inulina) y gel de aloe vera, que ayuda a mantener una regularidad intestinal saludable.

Además, promueve el crecimiento de una variedad de bacterias beneficiosas en el colon. La lenta fermentación de la fibra soluble de Vilardell Digest Transit hace que no produzca gases. Por lo tanto, Vilardell Digest Transit nos ayuda a promover la función intestinal y a restablecer la microbiota intestinal.

Mireia Segarra
Mireia Segarra

Farmacéutica especialista en nutrición ortomolecular.
Dietética Naturista y hábitos saludables

    @miresegarra_degustasalud