Estas pelotitas arrugadas que comúnmente son confundidas con frutos secos, en realidad son tubérculos y, como tales, son una interesantísima fuente de energía. Energía estable, proveniente de azúcares complejos, que no provoca grandes picos de insulina y que no daña el intestino. Pero, además, son pequeñas municiones de micronutrientes y antioxidantes: las chufas son ricas en fósforo, magnesio, potasio, calcio, hierro, vitaminas C y E.
Casi un tercio de su composición son grasas, mayoritariamente ácido oleico, que contribuye a disminuir el riesgo cardiovascular. Tienen también pectinas (potente prebiótico) y enzimas digestivos y, por todo esto, son una alternativa genial para la salud intestinal. Se trata de un alimento muy terapéutico que, además, es local: se produce aquí.
La casa Salud Viva tiene diferentes productos derivados de este superalimento, entre los cuales nos ha llamado la atención la Harina de Chufa. Se trata de un producto sumamente versátil y que nos permite realizar recetas deliciosas y a la vez saludables, de panes y repostería sin gluten y con un gran sabor. También se puede utilizar como base de muesli y barritas energéticas. Y, además, la casa es garantía de que tanto el producto como el proceso de elaboración es de máxima calidad. La colaboradora de Soycomocomo Cristina Manyer comparte una receta de muffins de chufa y boniato con gotas de chocolate muy original y saludable, para niños y adultos.
La receta: Muffins de chufa y boniato con gotas de chocolate
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Ingredientes:
- 500 g de boniato cocido y pelado
- 1/2 T de aceite de oliva virgen extra AOVE
- 1/2 c.c. de clavo de olor en polvo
- pizca de sal marina sin refinar
- ralladura de una naranja*
- zumo de 1/2 naranja
- 3 c.s. de jarabe de flor de coco Salud Viva
- 3 c.s. de Psyllium Salud Viva
- 200 g de harina de chufa Salud Viva
- 50 g de gotas de chocolate Salud Viva
* NOTA: Me encanta utilizar las pieles de los cítricos para aromatizar los platos dulces y salados, a la vez que doy un aporte extra de antioxidantes. Pero es muy importante que estas pieles sean de agricultura ecológica para evitar la carga de pesticidas y químicos.
En otoño e invierno es época de cítricos, y aprovecho para secar sus pieles en la deshidratadora y guardarlas en un frasco de cristal hermético. Si no tenéis deshidratadora, se pueden secar poniéndolas sobre un papel de cocina y encima de un radiador. Las tendréis a punto cuando estén bien duras. Una vez secas, se pueden utilizar para infusiones, molidas y mezcladas con especies… ¡Dan mucho juego!
Preparación 1:
- Cocer los boniatos al vapor o al horno con la piel hasta que queden bien tiernos. Una vez cocidos, con cuidado de no quemarse, pelar y partir en dados. Si se cuecen al horno, ya estará caliente para cocer los muffins.
- Procesar los boniatos con todos los ingredientes menos los tres últimos hasta que quede una masa bien fina.
- Agregar el Psyllium, la harina de chufa y procesar hasta que quede bien homogéneo.
- Agregar las gotas y mezclar con la ayuda de una lengua; las gotas se deshacen enseguida.
- Poner los cucuruchos de los muffins en el molde para el horno. Rellenar con la ayuda de una manga pastelera.
- Cocer al horno a 180 ºC durante 15 minutos. Con la ayuda de un pincel, pintar los muffins con la mezcla de 1 c.c. de jarabe de flor de coco y un poco de agua. Este paso da a los muffins un toque brillante.
- Acabar de cocer unos 15-25 minutos más al horno, vigilando que no se quemen. Una vez fríos, quedan un poco más duros.
Creo que las recetas están hechas para saltárselas, y que sean fuente de inspiración para crear las vuestras, pero ahora os doy una segunda opción que, a mí, personalmente también me ha encantado.
Preparación 2:
Seguir igual todos los pasos de la preparación 1 hasta el paso 3 incluido.
- Poner los cucuruchos de los muffins en el molde para el horno. Con la ayuda de una manga pastelera, rellenar sólo el grosor de un dedo, agregar un puñado de gotas de chocolate en medio y acabar de llenar con más pasta de boniato.
- Cocer al horno a 180 ºC durante 15 minutos. Con la ayuda de un pincel, pintar los muffins con la mezcla de 1 c.c. de jarabe de flor de coco y un poco de agua. Este paso da a los muffins un toque brillante. Condimenta con unas gotas de chocolate por encima.
- Acabar de cocer unos 15-25 minutos más al horno, vigilando que no se quemen. Una vez fríos, quedan un poco más duros.
Guardados en la nevera con un bote hermético se conservan perfectamente 5-6 días, ¡si es que antes no os los habéis comido!
Con esta receta, tenéis unos muffins espectacularmente sanos, para pequeños y mayores.
¡Espero que los disfrutéis!