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Es fácil que, al final de las vacaciones o de cualquier período en el que hayamos modificado hábitos alimentarios, tengamos una cierta sensación de atracón. A menudo, cuando estamos fuera de casa, nos cuesta comer como lo hacemos habitualmente, y acabamos sumando excepción tras excepción y sobrecargando el hígado y los órganos digestivos con alimentos que normalmente no comemos, combinaciones extravagantes, desorden de horarios o excesos de cualquier tipo. Y si, además, añadimos un paro del ejercicio físico, el cóctel resultante puede hacer que no nos sintamos bien y que arrastremos poca claridad mental, cansancio, mal humor, inflamación, estreñimiento, dolor de tripa, gases u otros desórdenes digestivos.

La vuelta de las vacaciones es un momento idóneo para hacer una buena depuración y restablecer el organismo de toxinas acumuladas y desequilibrios diversos

Todo ello son algunas de las señales que el cuerpo nos manda para hacernos saber que ya está al límite y que hay que volver a comer limpio y a retomar los hábitos hacia un modelo más saludable. Por eso, de la misma forma que pasa durante los cambios estacionales como la primavera o el otoño, la vuelta de las vacaciones es un momento idóneo para hacer una buena depuración y reinicializar el organismo de toxinas acumuladas y desequilibrios diversos.

De dietas y programas de desintoxicación hay de todo tipo, y en Soycomocomo os hemos hablado en diversas ocasiones de ellos. Ya sabemos que, en un primer momento, se aconseja retirar los alimentos que generan más cantidad de toxinas, como la carne roja, los lácteos, los refinados o el gluten y optar por una dieta eminentemente vegana y crudívora durante unos días, además de otros métodos como el ayuno intermitente o el ayuno terapéutico.

En cualquier caso, e incluso si optamos por el ayuno terapéutico, el proceso depurativo puede tener tres grandes aliados: los zumos verdes, las infusiones y los caldos depurativos. Estas bebidas, que no contienen cafeínas, estimulantes ni las fibras de los alimentos, son fáciles de digerir, hidratan y ayudan a limpiar el organismo (conviene que todas las frutas y hortalizas sean de cultivo ecológico para potenciar las propiedades y evitar residuos tóxicos).

Caldos depurativos para el verano

Hoy, sin embargo, queremos poner especial énfasis en los caldos depurativos, ya que habitualmente asociamos el caldo al frío, al invierno, a los resfriados, a los fideos, y olvidamos precisamente el poder refrescante y depurativo que pueden tener. ¿Sabíais que los caldos también se pueden tomar fríos? Solo hay que acertar los alimentos adecuados y la preparación óptima para preparar el caldo que más convenga.

Si lo queremos saludable, lo podemos preparar sin sal ni aditivos y basado en alimentos de procedencia ecológica que no sumen tóxicos a la bebida.

caldo-de-alcachofa-e1473783591298En el caso de una dieta detox posvacacional como la que estamos describiendo, os proponemos el caldo de alcachofa con cebolla, espárragos verdes, hinojo, jengibre, menta y apio, que podemos reivindicar como bebida de media tarde o medio mañana, y no solo como un simple acompañante o líquido para cocinar. Además, la combinación de verduras con hierbas aromáticas y curativas como el hinojo, potencia el efecto diurético del caldo, ayuda a eliminar gases y a tener una digestión fácil y amable.

Y si no tenéis tiempo o ganas de meteros en la cocina, también podéis optar por los caldos ecológicos y depurativos envasados, siempre que sean de una marca de confianza. Aneto, por ejemplo, lanzó en la pasada edición de Biocultura Barcelona un caldo de alcachofa ecológica sin sal que se puede tomar tanto frío como caliente y que podréis beber y disfrutar durante todo el año. ¡Buen provecho y buen detox!

Marta Costa
Marta Costa

Periodista y posgrado en Comunicación Alimentaria.

  @marta_coor