El aguacate es una superestrella en las redes sociales e, incluso, en los últimos años se han creado Avocado Bars (restaurantes en los que todos los platos llevan aguacate). Su textura grasa y saciante, que combina tan bien tanto con dulce como con salado, así como las propiedades beneficiosas que tiene para el sistema cardiovascular, hace que cada vez nos enamore más.
El de palma es el aceite que más se utiliza en todo el mundo. Cada año se destruyen millones de hectáreas de bosques para su cultivo. La expansión de monocultivos intensivos, como las plantaciones de palma, especialmente en el sudeste asiático, se ha asociado con la deforestación de los bosques tropicales, la apropiación de tierras pertenecientes a comunidades autóctonas, abusos contra los derechos humanos y la muerte de animales de diferentes especies. En el caso del aguacate, la situación no se aleja mucho de esta.
Crecimiento de la demanda del aguacate asociada a los monocultivos
La comercialización de aguacate subió en España durante el año 2018 a 74 millones de piezas (19 millones de unidades más que en 2017). Es uno de los diez países con mayores niveles de importación.
¿Como nos gusta el guacamole y el aguacate sobre una tostada con huevo poché, ¿verdad? Bueno, pues este boom esconde un gran problema: es una fruta originaria de zonas cálidas y húmedas, como las zonas donde están los bosques tropicales más importantes del mundo. Las zonas de cultivo actuales (proveedores) están sobre todo en México, Perú y Chile (TradeMap, 2018).
El boom del consumo de agucate esconde un gran problema: es una fruta originaria de zonas cálidas y húmedas, como las zonas donde están los bosques tropicales más importantes del mundo
Problemas del cultivo del aguacate
El impacto ambiental de la producción de aguacate, al igual que la de otros cultivos tropicales como los de café, aceite de palma o azúcar, tiene condición de monocultivo. Y esto afecta a muchos niveles:
- Flora y fauna: No puede coexistir con otros árboles y plantas, por lo que hay que eliminarlos sistemáticamente, con la deforestación que eso conlleva. Cada año se pierden entre 600 y 1.000 hectáreas de bosque por este motivo, según datos del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Ganaderos (INIFAP). Pero además, la Secretaría de Urbanismo y Medio Ambiente de Michoacán estima que los cultivos ilegales de aguacate son de unas 20.000 hectáreas más. Muchas están en zonas que antes eran bosques o selvas.
- Tiempo de cultivo (desgaste del subsuelo): ¿Habéis intentado plantar un aguacate y hacerlo crecer? Si es así, habréis visto que es realmente difícil y que requiere mucho tiempo. El aguacate necesita asentarse en el terreno durante años antes de empezar a producir en grandes cantidades (para que salga el aguacate hace falta que pasen entre cinco y seis años) y, durante este periodo, saca los nutrientes a la tierra, por lo que hay que poner abonos químicos.
- Uso de pesticidas: Los monocultivos están más sujetos a plagas porque no tienen otras plantas ni fauna que les ayude a combatirlas; esto requiere el uso masivo de pesticidas, que afecta aún más a la flora y fauna de la zona (como es el caso de la mariposa monarca de México) y contamina las aguas, los huertos y la población local. El uso indiscriminado de plaguicidas en la zona aguacates de Michoacán implica que se usen 450.000 litros de insecticidas, 900.000 de fungicidas y 30.000 toneladas de fertilizantes cada año.
- Uso de agua potable: El aguacate necesita una cantidad inmensa de agua para vivir (característica que lo hace muy poco sostenible para ser cultivado a gran escala: para 1 kg se necesitan hasta 8 l de agua). Un cultivo de aguacate pide casi el doble de agua que un bosque bastante denso, lo que significa que llega menos agua a los ríos de montaña, de los que dependen bosques y animales. Toda esta agua se invierte para que los europeos nos cuidemos comiendo aguacate (también en Estados Unidos y en Japón hay un consumo importante) y hace que una parte importante de la población de Chile se quede sin (en este país el agua es de propiedad privada: quien la paga se queda con todo el derecho a acceder a ella y puede desviar los ríos).
- Precio, robos y mafias: La proliferación del «árbol de oro» y el precio elevado de su fruto no ha pasado desapercibido para los ladrones, que han visto una mina. Por ello, el problema de hurtos de aguacates en la zona de la Marina Baja no deja de crecer y de restar rentabilidad al agricultor.
A pesar de todo lo que sucede en el mundo relacionado con incendios provocados para poder plantar determinados alimentos en beneficio de los humanos y el aumento de conciencia sobre las acciones que podemos emprender (donar a asociaciones, hacer presión compartiendo noticias y etiquetando a influenciadores y medios, votar a partidos que puedan ayudar, reducir aún más el consumo de carne…), siempre hay gente que dice: “Venga, que al final no podremos comer nada”. Es una afirmación muy inconsciente: el mundo se agota y lo estamos matando. Cada vez hay menos agua potable, más desastres naturales y más calor. Cada decisión cuenta, porque somos una suma de muchos. Empezad despacio. Pero empezad.
- ¿Tenéis costumbre de mirar de dónde viene la fruta y la verdura que compráis? Pues con los aguacates es importante hacerlo: compradlos de proximidad (los cultivos en España es concentran en Málaga, con 6.200 hectáreas, y Granada, aunque también hay zonas productivas en el Algarve portugués, Cádiz, Alicante y Valencia).
- Pensad que cuando pedís aguacate en un restaurante no podéis estar seguros de su procedencia.
- Plantad un árbol de aguacates:
Cómo plantar un árbol de aguacates
Paso 1 – Una vez tengáis el fruto del aguacate, hay que sacar el hueso. Después tenéis que lavarlo bien y ponerle tres o cuatro palillos en cruz, para que, cuando lo pongáis en un vaso, no se hunda del todo.
Paso 2 – Debéis poner el aguacate en un vaso lleno de agua y dejarlo en un lugar con luz hasta que crezca la raíz, entre tres y cuatro semanas.
Paso 3 – Cuando la raíz haga unos diez centímetros, sacad los palillos, tirad el agua y trasplantadla en una maceta con sustrato universal. Al cabo de un mes, veremos cómo florecen las primeras hojas.
Paso 4 – El aguacate se puede trasplantar a principios de primavera en un suelo fértil y con un acolchado de madera. Requiere bastante agua; hay que regar cuando la capa superficial del sustrato esté seca. Además, se puede añadir un fertilizante ecológico una vez al mes para hacer que crezca más. Los frutos suelen tardar de cinco a seis años en salir, y es necesario tener un aguacate hembra y uno macho, pero luego cada año tendremos más aguacates.
Si queréis saber más:
- https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-37581668
- http://www.biodiversidadla.org/Noticias/La-guerra-por-el-Aguacate-deforestacion-y-contaminacion-imparables
- https://www.intagri.com/articulos/frutales/el-aguacate-en-latinoamerica-parte-uno
- https://www.youtube.com/watch?v=lWqUSGJg1eU
- http://www.fao.org/3/a-i5588e.pdf
- https://interactive.pri.org/2018/10/amazon-carbon/business.html
- https://elpais.com/elpais/2019/02/06/inenglish/1549467945_461680.html