Basada en la caza y la recolección silvestre –es decir, en la aportación de proteínas provenientes de la carne y el pescado e hidratos de carbono de frutas, verduras y demás como tubérculos (por ejemplo, patata)– es la dieta de moda.

paleolítico

La paleodieta se basa en la alimentación y en los recursos de los que disponían nuestros antepasados en la era paleolítica.

Como en toda moda, el boca a boca hace que se sigan las tendencias y eso ha provocado que surjan movimientos que la defienden, concretamente en el mundo del deporte.

Los deportistas que defienden este tipo de alimentación alegan que esta dieta es una fuente abundante de aminoácidos de cadena ramificada, también conocidos como BCAA, muy importantes para la recuperación muscular después del entrenamiento. Además, dicen que logran subir el pH de la sangre cuando se encuentra en estado ácido por el ejercicio intenso.

Pero esta dieta es insuficiente para cubrir todas las necesidades de los deportistas, sobre todo en el caso de los de resistencia. Por este motivo surge la adaptación de la paleodieta con la introducción de otros alimentos no paleolíticos y ricos en hidratos de carbono como cereales, lácteos, azúcares, etc.

Es importante la alimentación antes, durante y después del ejercicio para optimizar el rendimiento de forma saludable. Así pues, es vital tomar antes y durante el ejercicio alimentos ricos en hidratos, y justo después otra buena dosis de los mismos alimentos y también de proteínas para la regeneración muscular. El momento y la forma de tomarlos –tipo de alimento, cantidad, horarios…– dependen del deporte practicado y del asesoramiento de un profesional de la nutrición y el deporte.

Los deportistas que siguen la paleodieta adaptada preferentemente toman los alimentos no paleolíticos durante las competiciones y los entrenamientos, y el resto del tiempo ingieren alimentos de la dieta paleolítica propiamente dicha.

En realidad, lo que se pretende con la paleodieta o con la adaptación de la paleodieta es disminuir la ingesta de alimentos como cereales y lácteos, la mayor parte en productos altamente procesados, ya que algunos autores indican que, en grandes cantidades, pueden llegar a ser perjudiciales para la salud; es decir, que favorecen la aparición de enfermedades crónicas como la diabetes, el síndrome metabólica, etc.

Artículo escrito por:

laura solerLaura Soler
Nutricionista
Màster en nutrición de la actividad física y en deporte (UB)