Las enfermedades coronarias representan la principal causa de muerte en los países desarrollados. La visión más tradicional e interesada de la nutrición ha acusado siempre al colesterol como el gran responsable del riesgo cardiovascular. De manera muy simplista, las recomendaciones se han basado, por un lado, en dejar de lado alimentos que contienen colesterol y grasa saturada, como los huevos, por ejemplo; y, por otro, cuando los valores de colesterol en sangre son elevados, en reducirlo con estatinas, un medicamento que disminuye la síntesis hepática de colesterol y que, actualmente, es el segundo remedio más prescrito en el mundo.
La realidad, sin embargo, es bastante más compleja. Para empezar, el colesterol es primordial para la vida: se trata de una molécula que forma parte de las membranas celulares, es necesario para que el cerebro funcione bien y sintetiza hormonas sexuales, entre otras tareas fundamentales. El peligro, en términos de salud cardiovascular, es que esta molécula se pegue a las paredes de las arterias, se acumule placa y haya una obstrucción. Para evitar el riesgo cardiovascular, no se trata, por tanto, de centrar todos los esfuerzos en disminuir los valores de colesterol en sangre.
Por otra parte, los estudios científicos más actuales ya han desmentido el mito que dice que si comes alimentos ricos en colesterol o en grasa saturada tendrás mayor riesgo cardiovascular. Todo depende de la calidad del alimento, entre otros factores. No existe relación significativa entre la ingesta de colesterol y el colesterol en sangre. No tiene sentido, por tanto, retirar de la dieta alimentos saludables que sean ricos en colesterol o en grasas saturadas. De hecho, es mucho más interesante eliminar harinas y azúcares.
Estatinas, con mucha cautela
Las estatinas disminuyen el colesterol, pero a un precio muy alto. Algunos de los efectos secundarios más conocidos son el riesgo de problemas musculares, de desarrollar diabetes, de disminución de la función cognitiva, entre otros; sin mencionar las molestias gastrointestinales y cefaleas. Además, puesto que es un medicamento que impacta en la producción de coenzima Q-10, podría afectar al corazón (por esto muchas veces se indica un suplemento de este nutriente cuando se toman estatinas). De este modo, la prescripción de estatinas debería estar muy justificada médicamente.
Una nueva alternativa natural: la bergamota
Durante los últimos años ha habido una tendencia creciente a tomar suplementos alimenticios –nutracéuticos– para reemplazar o complementar las estatinas.
Entre los nutraceúticos propuestos por la comunidad científica*, se encuentran los ya conocidos productos del arroz rojo fermentado, pero también otros extractos igualmente efectivos y que también han demostrado actuar limitando la enzima HMG-CoA reductasa en el hígado, responsable de la producción de colesterol. Entre ellos, se ha visto que la bergamota, un pequeño cítrico que se cultiva sobre todo en el sur de Italia, es bastante efectiva y altamente tolerada. Contiene flavonoides especiales, con una estructura similar a la de las estatinas y que también surten efecto en otras partes del organismo, por lo que se toleran mejor e influyen positivamente en los valores altos de grasa en sangre (triglicéridos).
La casa Raab Vitalfood propone un suplemento alimenticio que combina el extracto de bergamota con alcachofa y bitartrato de colina, con lo que consigue una fórmula muy efectiva a la hora de normalizar la función del metabolismo de las grasas y prevenir el riesgo cardiovascular. Como siempre, la casa elabora sus productos con ingredientes de máxima calidad, veganos, sin gluten ni lactosa.
Ante todo, buenos hábitos
En cuestión de salud cardiovascular, los hábitos de vida son absolutamente decisivos. La toma de suplementos para reducir el colesterol debería estar acompañada de una alimentación saludable basada en alimentos reales y baja, sobre todo, en azúcares simples y harinas. El ejercicio físico asimismo es una herramienta fundamental, como también es importante, en la medida de lo posible, disminuir las fuentes de estrés.
* Banach et al., The Role of Nutraceuticals in Statin Intolerant Patients, J Am Coll Cardiol., 2018 Jul 3;72(1):96-118.