Pensamos en la primavera como la mejor época del año para hacer una depuración, pero la verdad es que en cualquier cambio de estación es bueno dedicarnos unos días a hacer una desintoxicación, una limpieza y una puesta a punto del cuerpo. La intención de cualquier programa de desintoxicación en cuanto a salud es dejar atrás lo viejo –toxinas, grasas, exceso de trabajo, calor, etcétera- y afrontar lo nuevo que nos depara la siguiente estación con los ajustes necesarios que requiere el cuerpo en cuanto a alimentación y estilo de vida. En este sentido, al igual que los árboles, debemos despojarnos de nuestras hojas y limpiarnos antes del invierno, por esto hoy queremos remarcar dos razones importantes por las que se debe hacer una dieta depurativa en otoño.
1. Según la medicina tradicional china (MTC) todo en el universo se rige por la complementación y interacción de dos energías totalmente opuestas, el yin y el yang, que se mueven con cinco clases de movimientos distintos representados en la teoría de los cinco elementos (la madera, el fuego, la tierra, el metal y el agua). Según la MTC hay una conexión entre los diferentes órganos y las estaciones, los elementos, los alimentos, e incluso las emociones.
El otoño es la estación del elemento metal, gobernado por los pulmones – órgano de desintoxicación– y el intestino grueso. También en la medicina convencional, estos órganos están relacionados con problemas de la piel –asma, eczema, erupciones, piel seca– y respiratorios. Desintoxicar en otoño puede aliviar o eliminar estos síntomas y otros relacionados con los pulmones y el intestino grueso, como pueden ser las gripes y los resfriados, causados por el trabajo que hace el cuerpo para expulsar el exceso de moco, las toxinas y las grasas inferiores. Además depurarse en otoño mantendrá el sistema inmunitario saludable durante esta época del año y el invierno que le sigue. Tanto los pulmones como el intestino grueso son órganos relacionados con las emociones; los pulmones con la tristeza, la sensación de vulnerabilidad, de falta de protección y de instinto de supervivencia, deseo de abandono, aflicción, melancolía e introversión; y el intestino grueso con la melancolía, la justicia y la inspiración. Entonces, un buen estado de salud de estos dos órganos nos dará sensación de fortaleza y resistencia frente a las adversidades, tranquilidad, paz interior, seguridad, buen humor, alegría, bienestar, creatividad e inspiración.
2. Según la ayurveda, hacer depurarse en otoño sirve para reconocer que estamos demasiado ocupados, para desacelerar, y para restaurar el cuerpo. Además, según la ayurveda, toda la naturaleza y las personas tenemos una relación de tres doshas o energías primarias (Vata, Pitta, Kapha). El dosha Vata se asocia con los elementos de aire y éter, gobierna la creatividad y el cambio, y tiende a crecer y menguar. El dosha Pitta está gobernado por el fuego y el agua, la energía de la transformación, los logros y el metabolismo. El dosha Kapha se asocia con la tierra y el agua, forma raíces, es la estabilidad y el crecimiento. Todos tenemos una mezcla única de los tres doshas, aunque tendemos a estar dominados por uno en un momento dado. Las estaciones del año también se rigen por los tres doshas.
Según la teoría ayurvédica, después del verano acumulamos calor en nuestros tejidos y nos gobierna el dosha Pitta, que es caliente. Como en otoño las hojas se secan y el viento comienza a soplar, comienza a aparecer el dosha Vata, gobernado por el aire y marcado por el cambio, la inestabilidad y la ansiedad. Metafóricamente hablando, ¿qué sucedería si en un incendio ardiente le echáramos viento? ¿Quemaría más rápido, verdad? Entonces, según la ayurveda, cuando el calor acumulado de Pitta se aviva por Vata, puede conducir a un desgaste mental y físico, y se ven sobre todo afectadas las glándulas suprarrenales y el sistema nervioso, y algunos de los procesos de desintoxicación naturales del cuerpo se paralizan, como por ejemplo el hígado. Una vez más, vemos como hacer desintoxicación en otoño nos aportará energía, tranquilidad, fortaleza para afrontar lo que sea y ayudaremos también al hígado a desintoxicar.
En una depuración de otoño no pueden faltar las frutas y verduras de la estación, como uvas, manzanas, peras, caquis, remolachas, col, col rizada, coles de Bruselas, coliflor, y también las especies picantes como el jengibre y la pimienta negra, que soportan el elemento metal, estimulan la digestión y ayudan a la asimilación de los alimentos.
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