La necesidad de escoger alimentos que nos ayuden a mejorar la salud en general y el bienestar digestivo en particular se está convirtiendo en una tendencia al alza, ya sea por el puro placer de paladear un sabor desconocido o por la imperante necesidad de un cambio de hábitos alimentarios, debido a un problema de intolerancia a la lactosa, hinchazón abdominal, niveles altos de colesterol en sangre o diabetes, por mencionar algunas de las enfermedades silenciosas más comunes de nuestros días, es decir, aquellas que dañan nuestro cuerpo sin dar síntomas inmediatos.
A parte de ser un alimento de origen vegetal, con todas las ventajas que ello conlleva para la salud, este cereal de alta digestibilidad y de innumerables virtudes terapéuticas nos ofrece, además, un sabor muy agradable al paladar, dulce y cremoso, que por su riqueza en azúcares naturales no “pide” ningún otro tipo de endulzante que modifique su esencia.
Es un alimento equilibrado, ligero y energético porque está cargado de nutrientes que ayudan al organismo a reponer fuerzas, y alivian la sensación de cansancio o apatía. Ejerce un efecto reconstituyente y vigorizante al mismo tiempo que serena la mente y aleja el cansancio.
Al ser un cereal integral, los carbohidratos se metabolizan más lentamente, de forma que van entrando en nuestro organismo a medida que éste los requiere, y se regulan los niveles de insulina en sangre, incluso en diabéticos. No genera flatulencias ni hinchazón abdominal.
Su contribución proteica es baja, ideal para procesos de desintoxicación o enfermedades renales, aunque lleva una pequeña cantidad gluten, lo que tienen que valorar las personas con intolerancia.
Tiene menos de un 1% de grasa, básicamente insaturada, que beneficia a la salud cardiovascular y su fibra ayuda a reducir los niveles de colesterol perjudicial en sangre y a incrementar la sensación de saciedad, ideal para el control de peso.
La avena contiene un tipo de fibra soluble, los betaglucanos, útil para el estreñimiento; actúa como regulador del tránsito intestinal favoreciendo las bacterias beneficiosas. Además contiene mucílagos que generan mucosas reparadoras de los tejidos, y mejora las afecciones de la piel, uñas y irritaciones del sistema digestivo.
La avena es un superalimento adecuado para estudiantes, deportistas, trabajadores que realizan labores físicamente exigentes, personas que sufren estreñimiento o madres lactantes, entre otras.
Aporta vitaminas B1, B2 y avenina, que actúan sobre el sistema nervioso y ejercen un suave efecto regenerador y tranquilizante, además de disminuir la sensación de estrés, insomnio, retención de líquidos y tensiones digestivas de efecto nervioso.
Es un alimento indispensable para estudiantes, deportistas y trabajadores que realizan un gran esfuerzo físico, pues tiene un gran poder hidratante y regenerador celular. Restaura la energía perdida en el desgaste calórico del ejercicio, regulando el nivel de grasas y de glucosa necesarios para la actividad.
Es un superalimento para estimular la fecundación, ayuda en el embarazo, y en la lactancia incrementa la producción de leche. Estimula la vitalidad en niños, ancianos y convalecientes.
Una forma de integrar este producto en nuestra dieta es como bebida vegetal. Liquats Vegetals, una
empresa afincada en el Montseny, lleva años produciendo una bebida de avena 100% natural, sin colorantes, aromas, estabilizantes ni azúcares añadidos. Disponen de tres variedades: Yosoy, de agricultura convencional; Monsoy, de agricultura ecológica, y Almendrola Avena, una bebida de almendra y avena. Se recomienda tomarla como sustitutivo de la leche tanto en el desayuno como en la cocina, como alternativa a la mantequilla, leche o crema de leche.
Artículo escrito por:
Montserrat Rius, dietista y asesora nutricional de Liquats Vegetals, S.A. Marzo 2014.
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liquats@liquats.com