Las algas son uno de los básicos que no pueden faltar en las despensas sanas. Desde hace ya unos años, tenemos la suerte de encontrarlas fácilmente en tiendas naturales, herbolarios, tiendas especializadas en dietética, productos ecológicos, macrobióticos y, muy especialmente, en tiendas asiáticas de productos alimentarios. ¿Pero, os habéis fijado de dónde vienen?
La gran mayoría son de origen asiático. De hecho, en Japón, el consumo de algas está tan extendido que forma parte de casi todas las comidas. Y no es de extrañar, dado sus múltiples beneficios para la salud: son depurativas y desintoxicantes (ayudan a contrarrestar los metales pesados que suelen acumularse en el pescado), son muy ricas en proteínas, calcio, fibra, minerales, vitaminas y antioxidantes, protegen nuestros riñones, y ayudan a alcalinizar el cuerpo (muy importante para compensar la acidez de las proteínas animales y de los alimentos procesados).
Pero, a pesar de sus incontestables propiedades, hay un pilar básico de la alimentación saludable que no han cumplido en nuestro país: el de la proximidad. Si nos esforzamos por comer alimentos de temporada y, siempre que podemos, de Km0, ¿por qué compramos alimentos de la otra punta del planeta?
Por suerte, a pesar de ser la verdura del mar clásica del Asia oriental, desde hace ya un tiempo, las algas se han explotado en España, sobre todo en territorio gallego. Aun así, la mayoría de las explotaciones no garantizan la sostenibilidad de su actividad ni disponen de sello ecológico. Por eso, a nosotros, que consideramos muy importantes ambas cosas, nos ha entusiasmado descubrir Mar de Ardora, la primera empresa española en producir algas para alimentación de forma sostenible.
La empresa, que regentan dos jóvenes emprendedores de Galicia, elabora productos de alta calidad derivados de las algas, mediante un procesado no agresivo, de forma artesanal, exclusivo en el sector hasta el momento. Un proceso que garantiza altos niveles de sostenibilidad, ya que la conservera realiza un control, seguimiento y biomonitorización de aquellos recursos que recolectan, con el fin de preservar las poblaciones y ecosistemas naturales.
Todo el proceso de recolecta, envasado, enlatado y deshidratado de algas en fresco se realiza con algas de temporada, consiguiendo una mayor calidad textural y nutricional.
Pero lo que más nos ha impresionado es el proceso 100% artesanal que realiza Mar de Ardora y que permite conservar todas las cualidades y propiedades organolépticas y nutricionales de las algas: una vez recolectadas, las algas son lavadas y limpiadas a mano, en agua de mar, de forma que no se degrada la textura celular y los procesos osmóticos, para después ser cribadas una a una con la ayuda de un cuchillo corto que permite desechar a la perfección las partes no útiles.
Si queréis probar los productos de estos dos jóvenes emprendedores gallegos, los podréis comprar en tiendas especializadas en alimentación ecológica, distribuidos por Biocop. Encontraréis los productos de Mar de Ardora en dos grandes categorías: las algas deshidratadas, como la percebe, la ensalada de algas, la lechuga de mar y el alga nori en copos, y las algas en conserva, para ser consumidas directamente o salteadas, en ensaladillas, rellenos o como guarnición de pescados y mariscos.
Añadir algas a la dieta diaria es sin duda una buena decisión de la que no os arrepentiréis. Eso sí, recordad que no estamos acostumbrados a metabolizar tanta cantidad de yodo como los orientales y con una ración de media cucharadita al día, tendremos suficiente.