Cynara scolymus L. es su nombre científico y se trata de un alimento que crece en nuestras tierras hacia el final del otoño y que es muy característico de la cocina tradicional: cada familia tiene alguna receta con alcachofas heredada de la abuela.
Máximo poder desintoxicante
Una de las características nutricionales más destacables de la alcachofa es su contenido en fibra soluble, que, entre otras cosas, cumple una función de limpieza en el intestino. Por un lado, “secuestra” el exceso de colesterol que llega desde la vesícula biliar, y evita que sea reabsorbido por las paredes intestinales. Por otra parte, dosifica la entrada de azúcar de los alimentos que acompaña y previene picos insulínicos poco convenientes. Su carácter depurativo se encuentra, así, con un gran poder preventivo de enfermedades cardiovasculares, también debido a su contenido en flavonoides y otros antioxidantes.
La alcachofa tiene, asimismo, un gran poder diurético y, por tanto, favorece la eliminación de urea, que es una sustancia tóxica que se produce en el organismo a partir del metabolismo de las proteínas, y que debe ser eliminada por la orina. Su consumo es, por tanto, muy terapéutico cuando hay retención de líquidos.
La alcachofa y el hígado
La alcachofa es un alimento muy bueno para el hígado. De hecho, uno de los complementos alimenticios estrella para regenerarlo se formula basándose en la alcachofera (o alcachofa). Su contenido en cinarina, entre otras sustancias activas, aumenta la producción de bilis, a la vez que regenera las células hepáticas y facilita un buen funcionamiento de este órgano vital.
El hígado, como sabemos, es el órgano depurador por excelencia, ya que, entre sus cientos de funciones, se encuentra la de descomponer o transformar sustancias tóxicas del torrente sanguíneo y convertirlas en nuevas sustancias inocuas que luego se eliminarán vía bilis y heces. Así pues, escoger alimentos con capacidad para cuidar el hígado es clave a la hora de plantear una dieta depurativa.
Gran aliada de la pérdida de peso (aunque no hace falta hacer la dieta de la alcachofa)
En las dietas para adelgazar es muy importante la presencia de fibra por varios motivos. Por un lado, como mencionamos anteriormente, al atrapar los azúcares libres de los alimentos que acompaña, funciona como dosificador, y hace que éstos pasen la barrera intestinal de manera lenta, lo que evita picos de insulina, que contribuyen a una mayor acumulación de grasa corporal.
Además, la fibra genera una sensación de saciedad que ayuda a comer de forma más controlada, y favorece un mayor tránsito intestinal; aspectos clave cuando se quiere perder peso.
Por último, pero no por ello menos importante, la fibra de la alcachofa constituye un excelente alimento prebiótico, es decir, alimenta a un tipo de bacterias intestinales que serán también de gran ayuda para realizar las funciones metabólicas y mejorar la composición corporal.
La alcachofa, además de contener buenas cantidades de fibras solubles y fermentables, es muy baja en calorías. Contiene aproximadamente 20 kcal por cada 100 g.
Muy versátil en la cocina
La alcachofa es muy versátil en la cocina y se puede comer como plato principal, como acompañamiento o en forma de caldo para beber. Aneto 100% Natural, especialista en caldos naturales, ha cocinado una receta de caldo de alcachofa ecológica para dieta vegetal sin sal, con ingredientes frescos, obtenidos de producción ecológica y cocidos directamente en la olla. Este caldo, que se puede encontrar en todas las tiendas ecológicas, es una opción excelente para quienes quieran beneficiarse de las propiedades de la alcachofa y, a la vez, disfrutar del máximo sabor de una receta como la haríamos en casa. Además, se puede tomar frío o caliente.