Estas pequeñas joyas rojas ya se encontraban de manera silvestre en la Europa medieval, donde se utilizaban como remedios medicinales y como tinte para hacer pinturas y manuscritos de la época.Se cree que la frambuesa roja (Rubus idaeus L.) fue cultivada por primera vez en Grecia y que fueron los romanos quienes esparcieron sus semillas por toda Europa. Más tarde, llegó también a América del Norte y, a finales del siglo XIX, ya había más de veinte variedades diferentes, que hoy en día se comercializan en todo el mundo. Actualmente, los productores mundiales de frambuesa más importantes son los países del este de Europa y Estados Unidos.
A menudo, el fruto de la frambuesa se confunde con la mora. Para diferenciarlos hay que tener presente que la frambuesa tiene forma de pequeño receptáculo cóncavo, es decir, está vacío por dentro, mientras que la mora es un fruto compacto sin orificio central.
Propiedades nutricionales de la frambuesa
Como ocurre con cualquier otro fruto, el componente más abundante de la frambuesa es el agua.
La frambuesa se trata de un alimento muy bajo en calorías –52 Kcal por 100 g–, rico en fibra y sobre todo en fitonutrientes. Estas sustancias bioactivas son compuestos fitoquímicos que se encuentran de manera natural en todos los vegetales y que actúan como mecanismo de defensa. Tienen muchas propiedades beneficiosas que ayudan a mantener la salud y el bienestar.
En la frambuesa destacan dos tipos de fitonutrientes que pertenecen al grupo de los polifenoles y que tienen un potencial antioxidante muy elevado:
- Las antocianinas. Pigmento natural clasificado como flavonoide. Aparte de ser el responsable principal de la acción antioxidante de la frambuesa, también le confiere su color rojo vivo.
- El ácido elágico. Se genera a partir de reacciones químicas que tienen lugar en la planta de manera espontánea a partir de un tipo de taninos –otro tipo de polifenol– llamados elagitaninos. Además de su capacidad antioxidante, desde hace un tiempo el ácido elágico es el punto de mira de muchos estudios por su capacidad antimutagénica y anticancerígena.
Otros componentes menos abundantes, pero también relevantes, de la frambuesa roja son:
- Vitamina C. La frambuesa contiene 26 mg de vitamina C por cada 100 g. Esta vitamina hidrosoluble interviene en la formación de colágeno, huesos y dientes, glóbulos rojos y favorece la absorción del hierro de los alimentos y la resistencia a las infecciones.
- Folatos. Es la forma en la que encontramos la vitamina B9 en los alimentos. Interviene en el proceso de formación y maduración de los glóbulos blancos y rojos, en la síntesis de material genético y en procesos de división celular, entre otros.
- Minerales. Especialmente rica en potasio (151 mg por 100 g). El potasio es necesario para transmitir y generar el impulso nervioso, para que la actividad muscular sea correcta e interviene en el equilibrio de agua dentro y fuera de la célula.
También contiene calcio y magnesio, pero en menor proporción.
- Fibra. Como el resto de frutos, la aportación de fibra de la frambuesa es considerable y contribuye a mejorar el sistema digestivo.
Las principales acciones de la frambuesa sobre el organismo
- Acción antioxidante
La debe sobre todo a las antocianinas, pero también hay que tener en cuenta el ácido elágico y la vitamina C. Estas sustancias protegen sobre todo del estrés oxidativo provocado por los radicales libres, ya que impiden que se dañen moléculas vitales como el ADN, los lípidos o las proteínas.
- Acción vasoprotectora
Las antocianinas también ayudan a reducir los niveles de colesterol y previenen enfermedades cardiovasculares. Además, también tienen un efecto antiinflamatorio y actúan de protector cerebral.
- Acción anticancerígena
Muchos estudios han observado que el ácido elágico protege al ADN de los carcinógenos químicos inhibiendo la proliferación de células malignas. Así pues, parece que protege de determinados tipos de cáncer.
- Acción antidiabética
Gracias a la fibra, la frambuesa roja tiene un impacto positivo en la regulación de los niveles de glucosa en sangre. Junto con el resto de fibra procedente de una alimentación variada y equilibrada, ayuda a protegernos de la diabetes tipo II.
Cambios vitales de la frambuesa sobre el organismo
La hoja de la frambuesa es un remedio natural muy utilizado desde la antigüedad gracias al efecto astringente de los taninos. La infusión de estas hojas secadas de una manera óptima ofrece propiedades relacionadas con la relajación y tonificación del útero y con la disminución de los dolores de las contracciones.
También resulta útil como remedio para tratar problemas gastrointestinales.
En cuanto al fruto de la frambuesa, algunos estudios dicen que el procesamiento industrial y el almacenamiento de la frambuesa pueden interferir significativamente en sus propiedades beneficiosas, y pueden hacer que contengan menos polifenoles o bien pueden anular su capacidad antioxidante.
La frambuesa en la cocina
La frambuesa la encontramos disponible en formato fresco o congelada y puede ser utilizada como ingrediente en cientos de platos, salsas, mermeladas, ensaladas, postres y bebidas. Hay que vigilar, sin embargo, porque muchos de estos productos, si los compramos ya elaborados, contienen muchos azúcares añadidos.
La mejor opción es comer las frambuesas frescas (lavadas y ya), o bien procesarlas en casa si queremos consumir preparaciones con el fruto triturado. ¡Y si son ecológicas mucho mejor! Contendrán más polifenoles y menos residuos tóxicos procedentes de pesticidas.
La frambuesa es muy frágil y delicada, por lo que, una vez en casa, se recomienda conservarla en frío y en un recipiente cerrado herméticamente.
Las mejores recetas con frambuesas
Aquí hay algunas recetas con este fruto tan delicioso que aportará, sin lugar a duda, un toque de alegría a vuestros platos.
- Pudín de chía, manzana y frambuesa y un toque de especias receta de Elka Mocker.
- Batido cremoso de plátano y chocolate con fondo de frambuesa receta de Elka Mocker.
- Creps germinados con coco y frambuesas
Todo lo que no debes olvidar de la frambuesa
Las frambuesas son atractivas, sabrosas y una buena fuente de antioxidantes naturales, fibra y vitamina C. Por todo ello se convierten en un aliado perfecto para acompañarnos durante los días de verano.
La presencia de colores diferentes en la dieta es importante, ya que cada uno lo origina un tipo de pigmento determinado y, por tanto, nos ofrecen propiedades diversas. La frambuesa puede ser un componente excelente en este abanico de colores de nuestras cestas.