El curry es una mezcla de especias que acostumbra a combinar cúrcuma, pimienta negra, canela, jengibre, comino y otras especias dependiendo del lugar en el que se cocine. Estas especias tienen propiedades muy interesantes:
- Cúrcuma: tiene propiedades de acción antiinflamatoria, influencia en la agregación plaquetaria (licua ligeramente la sangre y mejora el riego cerebral), y en el tratamiento de gripes y resfriados.
- Pimienta negra: al mezclarla con la cúrcuma, potencia sus efectos y obtenemos un potente anticancerígeno.
- Canela: especia estimulante de la circulación en la región abdominal, con un toque afrodisíaco natural.
- Comino: responsable de despertar el apetito y favorecer la expulsión de gases del organismo, por lo que reduce la hinchazón abdominal. Previene la diabetes por sus propiedades hipoglucemiantes y, como tiene mucho hierro, previene y ayuda a combatir la anemia.
También se puede combinar con mostaza, ajo en polvo, jengibre u otras especias, ¡o hacer la mezcla deseada! Eso sí, nunca hay que olvidarse de la cúrcuma ni de la pimienta negra para obtener una mezcla deliciosa y terapéutica.
Curry de calabaza
La forma más típica de combinar el curry es con arroz, pero en esta receta descubrimos la calabaza y su buen sabor, además de sus propiedades nutricionales. La calabaza es una hortaliza que ejerce una potente acción antioxidante por su elevado contenido en provitamina A, necesaria para el buen funcionamiento de la retina, especialmente para la visión nocturna o con poca luz, y el buen estado de la piel y mucosas. Además, ayuda a regular el tránsito intestinal gracias a su alto contenido en fibra de tipo soluble e insoluble, que mejora el tránsito intestinal y previene el estreñimiento.
Plato completo
Mezclar el curry con calabaza, leche de coco, judía verde y semillas o frutos secos, se puede considerar perfectamente un plato único por su combinación nutritiva, saciante y deliciosa. En concreto, la leche de coco, las semillas y frutos secos nos proporcionan grasas de calidad que nos saciarán y nos proporcionarán energía de manera regulada. La mezcla de judía verde y calabaza nos proporciona carbohidratos, además de minerales y vitaminas necesarias para el buen funcionamiento del organismo. La parte proteica la proporcionan las semillas y frutos secos. De todas formas, si aún deseamos un segundo plato, se puede acompañar de huevo duro, carne ecológica o pescado saludable, o también de proteína vegetal como legumbres o más frutos secos y semillas.
La receta
Ingredientes
- 4-5 rodajas de calabaza (300 g)
- 100 g de judías verdes
- 1 cebolla
- 2-3 c.s. de curry
- 2 vasos de leche de coco
- sal de especias
- aceite de oliva virgen
Elaboración
- Poner a hervir una olla con abundante agua.
- Cortar las judías verdes en trozos pequeños. Lavarlas e incorporarlas a la olla cuando el agua esté hirviendo.
- Cortar en rodajas la calabaza, quitarle la piel y cortarla en trozos pequeños. Incorporarla a la olla cuando las judías hayan hervido 4-5 minutos.
- Mientras se hacen estas dos hortalizas, pelar y cortar la cebolla a medias lunas. Reservar.
- Una vez hayan pasado 10 minutos, cuando la calabaza esté tierna y las judías al gusto, escurrir (guardar el caldo para otra receta) y aclarar con un chorro de agua fría.
- En la misma olla, incorporar los 2 vasos de leche de coco, curry en polvo (la cantidad dependerá de lo picante que se quiera el plato) y, si se desea, incorporar más cúrcuma y jengibre. Mezclar bien e incorporar la calabaza y las judías tiernas, y la cebolla cruda.
- Añadir sal de especias y aceite de oliva virgen. Servir en un bol y acompañar con semillas de calabaza.
Mireia Galtés
Graduada en Publicidad y relaciones públicas, estudiante de Dietética en el Institut Roger de Llúria y bloguera en Lemon’s Secrets.