El cocinero Jordi Cruz y el psiconeuroinmunólogo Xevi Verdaguer
«La falta de vitamina D está relacionada con problemas de fertilidad», asegura el psiconeuroinmunólogo Xevi Verdaguer, que añade que esta vitamina también es básica para el buen ciclo menstrual, para eliminar el acné y para reforzar el calcio en los huesos.
En la práctica, significa que una pareja que quiera tener un bebé, sobre todo una mujer, tiene que hacer una alimentación basada en yema de huevos, pescado azul, quesos de oveja y de cabra, la seta shiitake, canela y la mantequilla ghee (clarificada de vaca), que son fuentes alimenticias de vitamina D. Una propuesta, por ejemplo, puede ser comer un queso de cabra con un paté de seta shiitake.
La vitamina D también la fabrica la piel gracias a los rayos del sol. «En nuestra latitud, 20 o 30 minutos de tomar el sol en verano son suficientes para fabricar 20.000 unidades diarias de vitamina D, que es impensable que lo haga la alimentación». Por eso es tan recomendable tomar algo en una terraza o ir a caminar, porque es la forma de obtener vitamina D gratis.
Así pues, una pareja que quiera tener un bebé debe asegurarse de que tiene bien la vitamina D. «Especialmente la mujer, porque la progesterona, que es la hormona que debe mantener el útero para que viva el niño, necesita buenos niveles de vitamina D (y zinc) para que sea posible. Podremos sospechar que hay carencia de progesterona cuando una mujer tiene un ciclo menstrual corto, de 21 o 22 días, y que menstrúa de forma abundante. Entonces tendrá que pensar qué puede hacer para subir la progesterona, y algo que ayuda es la vitamina D», dice Verdaguer. La forma científica de comprobarlo es un análisis de sangre el 22º día del ciclo menstrual (5-6 días antes de la menstruación), cuando los niveles de progesterona deberían ser los más altos del mes.
La yema de huevo por Jordi Cruz del restaurante Angle
En el restaurante Angle de Barcelona, el cocinero Jordi Cruz cocina uno de los platos que Verdaguer recomienda como fuente de vitamina D, la yema del huevo. Jordi Cruz me cuenta que antes de cocinarla «la cura con agua de mar», y luego la cuece con aceite de oliva, que no sobrepase los 62º de temperatura. Así se consigue una textura cremosa.
«La yema del huevo nunca subirá el colesterol, que es lo que normalmente pensamos», dice Verdaguer. Todo lo contrario. «Gracias al colesterol, nosotros fabricamos vitamina D, hormonas sexuales, cortisol y bilis». Si alguien viene con el colesterol bajo, mal.
Aún más. La yema de huevo es muy rica en B12, colina (fabricante de fosfatidilcolina) y inositol, los tres indispensables para la salud reproductiva y la emocional. En este punto, interviene de nuevo el cocinero Jordi Cruz: «La yema del huevo debe ser mala si la fríes con un aceite malo, con muchas patatas fritas o también cruda, que seguro que no es tan buena como bien cocinada».
Finalmente, Verdaguer relaciona la fertilidad con el gluten. «Las mujeres que son intolerantes al gluten o tienen una predisposición genética, tienen menos posibilidades de quedarse embarazadas».
Dicho con otras palabras, hay gente a la que le dicen que no es celíaca, pero tiene unos niveles importantes de intolerancia, es decir, presenta el gen que genera anemia, dermatitis, psoriasis, problemas digestivos, diabetes, hipotiroidismo, problemas de fatiga, problemas de defensas (IgA) bajas y también infertilidad. Este gen técnicamente implica al sistema HLA del gluten, que es DQ2, DQ7 y DQ8. También se puede valorar en un análisis de sangre que valore la presencia de HLA DQ2 y DQ8.
Las personas con heces pastosas, fatiga, dolor crónico, dolor de cabeza, anemias, depresión o infertilidad (no es necesario tenerlos todos a la vez) igual tienen intolerancia al gluten. Las heces deben ser alargadas y ligadas, se deben hundir en la taza del inodoro; no flotar.
A la práctica, significa que estas personas deben tener cuidado con el trigo, sobre todo con el más modificado, y también con los otros alimentos con gluten. Así pues, para concluir, la sentencia que asegura que todo el mundo debe comer de todo y bien variado «no es cierta», porque dime tu dolencia, que te diré qué tienes que comer y qué no.
