La medicina tradicional china se rige según la teoría de los cinco elementos, una forma de clasificar los fenómenos naturales y sus interrelaciones. Estos cinco elementos son agua, madera, fuego, tierra y metal; y los dos ciclos de relación, el ciclo de creación (Sheng) y el de destrucción (Ko). Hay que añadir que hay un carácter dinámico y de transformación entre los elementos, por lo que también se llama teoría de las cinco fases o de los cinco movimientos.

mujer playa

La medicina tradicional china se basa en el concepto de Qi o energía vital equilibrada. El Qi recorre el cuerpo de las personas a través de los meridianos energéticos y se puede ver afectado por las fuerzas opuestas del Yin y el Yang. Según esta medicina, la enfermedad aparece cuando se altera el flujo de energía vital y se desequilibran el Yin y el Yang. Además, también es importante destacar el Jing (la esencia del riñón), la sustancia fundamental más importante de donde provienen los seres vivos. Esta sustancia se almacena en los riñones y puede ser congénita o adquirida.

La esencia congénita es para toda la vida. Cuando se pierde aparecen síntomas físicos del envejecimiento y de la menopausia; circunstancias como el exceso de trabajo, de actividad física y sexual, el estrés, dormir demasiado o comer de forma exagerada aceleran esta pérdida de Jing. Así, los riñones, que pertenecen al elemento agua, contienen la energía vital que nutre las raíces Yin y Yang del organismo; y según la medicina tradicional china, se encargan, entre otros, de lo siguiente:

  • la fuerza física y sexual
  • la distribución de los líquidos
  • la estructura ósea, la médula y el mar de la médula (el cerebro)
  • el aparato reproductor
  • las glándulas de secreciones internas (suprarrenales, gónadas, tiroides, paratiroides)
  • pelo, oídos

Estos conceptos previos nos ayudan a entender mejor qué pasa en el proceso de la menopausia y a comprender los síntomas principales que la mujer a menudo tiene durante esta etapa de la vida.

Qué pasa en la menopausia según la medicina tradicional china

En medicina tradicional china la vida de la mujer se cuenta en ciclos de siete años. La primera menstruación aparece hacia los catorce (7×2) y la última, con 49 (7×7), cuando los ovarios dejan de funcionar.

La menopausia se asocia con la disminución progresiva y natural de la esencia del riñón (del Jing). Tanto en hombres como en mujeres, conforme envejecemos, la debilidad del riñón se manifiesta en los sentidos y tejidos relacionados: el pelo se vuelve blanco, hay pérdida de la capacidad auditiva, etc.

En la menopausia, sobre todo hay un déficit de Yin del elemento agua. Eso tiene síntomas asociados como sofocos, cambios de humor o sequedad vaginal, que pueden ser consecuencia de un estado de desequilibrio en relación con los otros cuatro elementos citados.

En la menopausia hay sobretodo un déficit de Yin del elemento agua

Los trastornos de la menopausia no son solo un desequilibrio hormonal, sino que están relacionados con la disminución del Qi y la debilidad de la sangre. Son más graves en mujeres con un desarrollo de la pubertad más tardío y escaso, que indica insuficiencia de los riñones. En tal caso, el Qi renal heredado es escaso y la menopausia puede llegar antes, ya que el almacén de Jing es más bajo.

Como ya hemos dicho, la mayoría de los trastornos de la menopausia se explican por la disminución de la energía del elemento agua. Si no hay bastante agua, el fuego se descontrola (el agua no puede apagar el fuego, según el ciclo Sheng). Entonces aparecen taquicardias, irritabilidad, sudores, sofocos y mareos. También el exceso de fuego puede producir sequedad y calor, que se manifiesta en las mucosas, ricas en agua por naturaleza, especialmente vagina y ojos. Un exceso de fuego asociado al hígado puede producir también explosiones de ira y trastornos emocionales. La debilidad generalizada del Yin y del Yang renales se manifiesta en dolores lumbares, brotes aleatorios de frío y de calor, mareos y ruidos en los oídos. Además, la debilidad o insuficiencia de la sangre (sustancia Yin), hace que el Yang se descontrole y provoque más calor interno y sequedad.

Según si hay más insuficiencia de Yin o de Yang, aparecerán síntomas de tipo calor o de tipo frío, respectivamente. Por eso hay que valorar cuáles predominan en cada mujer, ya que con unas pautas alimentarias adecuadas pueden mejorar su calidad de vida. Además, a menudo, durante, y sobre todo después de la menopausia, el peso suele variar, entre otras cosas porque parte del tejido muscular (metabólicamente más activo), se convierte en tejido adiposo (metabólicamente menos activo); por eso se aconseja ajustar las pautas alimentarias, que deberán ser más bajas en calorías, pero nutritivas del elemento agua.

Pautas dietéticas generales:

  • Como alimentos antienvejecimiento, están los que fortalecen el elemento agua (los riñones), como por ejemplo cereales en grano, legumbres (azuki y soja negra), alimentos oscuros, sopas de cereales con legumbres, raíces, caldos de huesos y espinas, yema de huevo, col verde, sésamo negro, nueces, castañas, etc.
  • Hay que evitar las solanáceas (tomate y derivados, berenjena, patata y pimientos): desmineralizan los huesos y son proinflamatorias.
  • Es muy importante tomar cada día semillas de sésamo ligeramente tostado y triturado (para absorber todo el calcio que contiene), de girasol (muy ricas en aminoácidos) y de calabaza (con zinc, muy interesante para la formación de tejido).
  • Para garantizar una buena absorción del calcio y del resto de nutrientes, hay que tomar alimentos fermentados como miso, tempeh, tamari (derivados de la soja) o chucrut, que ayudan a mantener la flora intestinal en buen estado; además, los que tienen un sabor ácido (el chucrut genera ácido láctico) ayudan a digerir y a absorber mejor los nutrientes. Además, los derivados de la soja contienen fitoestrógenos, interesantes en la primera fase de la menopausia.
  • Hay que añadir alimentos ricos en minerales, como las algas (en caldos, estofados, ensaladas…).
  • Resulta interesante incluir en la dieta germinados, muy ricos en vitaminas y minerales, sobre todo de alfalfa (rico en hierro).

− Hay que evitar al máximo:

  1. El chocolate (sobre todo si no llega a un 70%).
  2. El café y el té (excepto el de tres años, que es muy remineralizante, como la ortiga blanca), ya que son excitantes.
  3. Las bebidas con gas o con azúcar, que desmineralizan los huesos.
  4. La carne (máximo una o dos veces por semana, y siempre ecológica).
  5. El alcohol.
  6. El azúcar y todos los productos de bollería y con harinas refinadas.
  7. La sal que no sea marina.

Pautas dietéticas específicas para mujeres con déficit de Yin (síntomas de calor)

La alimentación debe ser reguladora, nutritiva y ligeramente yin, refrescante y muy hidratante, dirigida a nutrir el Yin de riñón; y evitar diuréticos y estimulantes. Es aconsejable también hacer ejercicios de respiración y relajación. Algunos alimentos recomendados son azukis, tofu (de naturaleza fresca), miso, tamari, peras (lubricantes), manzanas, lechugas, sésamo negro, soja negra, alimentos del mar (algas y peces con espinas), calabaza y pipas de calabaza. Las cocciones deben ser cortas, con el objetivo de refrescar.

Pautas dietéticas específicas para mujeres con déficit de Yang (síntomas de frío)

La alimentación debe ser nutritiva, ligeramente yang y caliente, dirigida a fortalecer los riñones, a nutrirlos y calentarlos, y mantener una vida activa. Se pueden poner compresas de jengibre en la zona de los riñones para calentarlos. Algunos alimentos recomendados son azukis, lentejas, sésamo, algas, miso, castañas, puerros, trigo sarraceno, nueces, especies como la canela, piel de mandarina seca y jengibre. Hay que controlar la sal para prevenir la retención de líquidos y hacer cocciones largas, para calentar los alimentos, que después nos calentarán el elemento agua.

Consejos saludables para mejorar la salud en esta etapa de la mujer.

  • Tomar el sol cada día unos veinte minutos para sintetizar vitamina D.
  • Optar por alimentos integrales, completos, frescos y naturales, ecológicos, locales y estacionales.
  • Escoger verduras de hoja verde (excepto espinacas), coles y familia de las coles, raíces (zanahorias, chirivías, nabos, rábanos…), y verduras como cebollas y ajos, apio…
  • Caldos caseros con algas y huesos o espinas cocinados con un poco de vinagre de manzana no pasteurizado para favorecer el paso de los minerales al caldo.
  • Introducir legumbres a la dieta, que refuerzan los riñones, regulan el azúcar en sangre, nutren y son una buena fuente de fibra y otros nutrientes.
  • Tomar soja ecológica fermentada (tempeh, miso, tamari, natto) para cuidar el sistema digestivo y por su contenido en fitoestrógenos.
  • Consumir cereales enteros integrales y ecológicos (en remojo y espumados si es necesario).
  • Tomar aceites y grasas saludables para retener la vitamina D: de oliva, de sésamo, de lino, semillas y frutos secos, pescado salvaje…
  • Utilizar sal marina sin aditivos.
  • Practicar ejercicio de puntas y talones si hay osteoporosis.

Otros hábitos y recomendaciones

  • Mantener el ejercicio físico, mental y sexual.
  • Para las sofocos: hacer baños de pies calientes.
  • Para prevenir la osteoporosis: realizar ejercicios de fuerza, tomar verduras de hoja verde, algas, sésamo y cola de caballo en polvo.

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