Según antiguas tradiciones, en primavera, siempre hubo festejos venerando a la Tierra por sus bondades en este periodo. De camino al verano, plantas, animales y, por supuesto, nosotros experimentamos cambios a todos los niveles: energéticos, emocionales, mentales, hormonales… La fuerza de la naturaleza en primavera es ascendente, nos impulsa y nos hace creativos, pero para poder experimentar este flujo energético, el organismo deberá deshacerse de los excesos acumulados en el invierno.
Los espárragos
La primavera se asocia a depuración y limpieza. En realidad, se trata principalmente de descongestionar las funciones hepáticas (hígado, vesícula biliar y tendones); de ahí la importancia no sólo de desintoxicar sino de estirar el cuerpo. Existe una forma inteligente de depurar sin arrasar, segura y duradera que, además, nos llevará a un estilo de vida sostenible en el que, con pequeños ajustes, nos podremos adaptar a los cambios tanto climáticos como a cualquier imprevisto que surja en nuestras vidas. Uno de los ingredientes estrella de la primavera y que nos ayudará a cumplir con este objetivo son los espárragos verdes. Éstos destacan por su contenido en potasio y en fósforo, que favorecen el ciclo de las vías urinarias, así como fibra estimulante del proceso digestivo. El espárrago es, además, una buena fuente de glutatión, un compuesto desintoxicante que ayuda a descomponer las sustancias cancerígenas y a proteger las células de los radicales libres.
Los huevos de codorniz
A pesar de su pequeño tamaño, su valor nutricional es de tres a cuatro veces mayor que el de los huevos de gallina. Los huevos de codorniz contienen un 13% de proteínas en comparación con el 11% de los huevos de gallina. Además, proporcionan cinco veces más hierro y potasio. Algunos de los beneficios más importantes de los huevos de codorniz incluyen su capacidad para reforzar el sistema inmunitario, aumentar los niveles de energía, estimular el crecimiento y la reparación celular, reducir la presión arterial o aliviar alergias. Además, combaten de forma natural los trastornos del tracto digestivo, como las úlceras de estómago. Destacan en vitamina B2 o riboflavina, beneficiosa para mantener una buena salud ocular y de la piel y en vitamina B5 o ácido pantoténico, útil para combatir el estrés y las migrañas y regular el exceso de colesterol.
Las olivas
Me encantan las aceitunas, verdes o negras, con o sin hueso, rellenas o aliñadas. Mi abuela me acostumbró a comer algunas antes de las comidas, solas o con un poquito de aceite, ajo y perejil. Por eso, todo lo que tenga aceitunas me encanta y en mi nevera nunca falta la olivada o pasta de aceitunas, principalmente en verano o cuando invito gente a casa. La olivada o tapenade es un paté de aceitunas típico del Mediterráneo; se puede hacer con aceitunas negras o verdes. Su ingrediente principal es la aceituna, por lo que contiene todas las propiedades de este fruto carnoso, rico en ácidos grasos poliinsaturados (grasas beneficiosas), fibra, vitamina E y A. Algunas recetas incluyen el ajo, romero, anchoas y alcaparras, como la francesa, y orégano, como la italiana, para aumentar el sabor de la mezcla, pero de por sí, ya es suficientemente sabrosa y se vale por sí misma en solitario.
Recordad que los ingredientes de la dieta mediterránea son una valiosa herencia cultural que representan mucho más que una simple pauta nutricional, rica y saludable. Es todo un estilo de vida equilibrado que conlleva recetas, formas de cocinar, celebraciones, costumbres; nos apetece comer fuera, reunirnos con los amigos, preparar las verbenas, las vacaciones. Es el momento de salir fuera y de sacar lo mejor de nosotros mismos. Esta primavera incluid siempre en las comidas una buena cantidad de ensaladas; es época de abundancia en brotes y hojas verdes llenos de clorofila reparadora, pero recordad que la salud tiene que ver con la capacidad que tenemos para eliminar excesos, más que con lo que comemos.
La receta
Ingredientes
- Espárragos verdes
- Huevos de codorniz
- Paté de aceitunas negras
- Aceite de oliva virgen extra bio
- Hojas de albahaca
- Tomates cherry
- Pepino
- Brotes de hojas verdes
- Sal marina
Preparación
1.- Cocer los huevos de codorniz en agua abundante durante 4 minutos. Enfriar para cortar la cocción, pelar y reservar. Para preparar los espárragos, cortar con las manos los extremos más duros (se pueden aprovechar para el caldo); con un pelador retirar la piel del tronco menos las puntas y saltear en una sartén hasta dorarlos. Preparar la salsa añadiendo un poco de aceite de oliva al paté de aceitunas y un poco albahaca picada.
2.- Para montar la ensalada, poner una base de hojas verdes, pepino y tomates cherry y añadir los espárragos y los huevos de codorniz; aliñar al gusto con la salsa de olivada.
Que lo disfrutéis,
¡Mucha salud!