A raíz de los últimos fraudes sobre productos cárnicos, como el de la carne de caballo en alimentos en los que en teoría no debía estar, y las noticias acerca de nuevos resultados sobre el consumo de carnes procesadas, si sois amantes de la carne más vale tener en cuenta algunos consejos. No solo desde el punto de vista nutricional, sino también teniendo en cuenta el impacto que tiene el consumo diario de carne para el medio ambiente. Así pues, si os gusta la carne, tomad nota para disfrutar y también para saber qué podéis hacer para cuidar tanto vuestra salud como la del planeta.
1) Evitar las carnes procesadas. Las personas que consumen más carnes procesadas, como hamburguesas, salchichas, lasañas precocinadas, albóndigas u otro tipo de preparados cárnicos industriales tienen mayor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, según apunta un estudio publicado en la revista BMC Medicine. Uno de los problemas de los preparados cárnicos es su elevado contenido en grasa saturada, colesterol, sal y nitrosaminas, sustancias carcinógenas.
2) Evitar los embutidos. A la hora de hacer los bocadillos, es mejor apostar por otras alternativas más saludables: patés vegetales, patés de sardinas, atún, queso de cabra, etc. o potenciar el consumo de frutos secos.
3) Carne roja, no más de dos veces al mes. Y entendemos como carne roja la ternera, el potro, el toro y la caza. En el caso del cordero y del cerdo dependerá de la edad del animal. Los animales jóvenes son considerados carnes blancas mientras que los adultos son carnes rojas. Y por lo que respecta al cerdo, el filete es carne roja, mientras que el lomo se considera carne blanca. Estas son las recomendaciones nutricionales del departamento de Sanidad de la Generalitat de Catalunya y de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC). En el caso de carne magra, son de tres a cuatro raciones a la semana (90-100 g la ración), entendiendo como carne magra la del pollo, pavo o conejo.
4) Apostar por las carnes ecológicas. La calidad de la carne de los animales criados de una forma natural y no manipulados por las industrias cárnicas no está solo en los piensos, en las hormonas y en los aditivos. Las grasas de los animales criados de una forma natural tienen una mayor proporción de ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados que sus hermanos estabulados y alimentados con piensos, cuyas grasas serán mucho más saturadas. Además de ser una carne más buena, el animal ha vivido en unas mejores condiciones.
5) Lunes sin carne. Si soléis comer carne cada día pero al mismo tiempo queréis cuidar vuestra salud y la del planeta, apuntaros a los “Lunes sin carne”, una iniciativa surgida en Estados Unidos que llama a los ciudadanos a comprometerse con una acción: evitar consumir carne los lunes.
6) No olvidar las legumbres. Las legumbres, que en los últimos años se han dejado a un lado, son un alimento tan digno o más que la carne. Combinadas con un cereal se consigue una proteína de alto valor biológico, pero incluso una legumbre tan familiar como el garbanzo nos puede aportar todos los aminoácidos esenciales que necesitamos.
¿Qué contamina más: un carnívoro en bici o un vegetariano en coche?
Antes de responder, os doy algunos ejemplos que muestran qué impacto tiene comer carne cada día, tanto por lo que respecta a la contaminación como a la cantidad de agua y de tierras que se necesitan para mantener la ganadería.
- Con la misma cantidad de tierra necesaria para producir 1 kg de carne se pueden cultivar, por ejemplo, 200 kg de tomates o 160 kg de patatas en el mismo período de tiempo.
- Una gran parte de las tierras agrícolas se destinan al pasto y para producir piensos para la ganadería.
- El hecho de que se necesite una gran cantidad de tierra para producir carne también afecta a la naturaleza. El 40% de todas las selvas tropicales de América Central han sido taladas y quemadas para obtener terrenos de pasto y para cultivar forraje.
- Una dieta formada por un 80% de vegetales y un 20% de carne requiere 1.300 m3 de agua en un año, mientras que una dieta vegetariana requiere la mitad de agua.
- Para producir 1 kg de manzanas necesitamos 700 litros de agua; por 1 kg de carne de ternera, 15.400 litros.
- Hacen falta de 7 a 16 kg de cereal o soja para producir 1 kg de carne.
- Según la FAO, el sector ganadero es responsable del 18% de las emisiones de gases de efecto invernadero, lo que lo convierte en uno de los mayores factores de degradación ambiental.