A todo el mundo nos gusta preparar pasteles y dulces de vez en cuando, ya sea para celebrar un día especial, un cumpleaños o porque nos apetece compartir un postre con la familia o amigos. ¡No es malo que nos guste el dulce! De hecho, es normal, porque este sabor es el que nos produce más sensaciones de placer y bienestar. El problema es que, a menudo, la gran mayoría de recetas de pasteles –y especialmente las destinadas a preparar con robot de cocina–, están cargadas de azúcar blanco, harinas blancas y lácteos de mala calidad.
Conscientes de ello, el primer impulso que tendremos quizás será preparar las mismas recetas sustituyendo los ingredientes más “nocivos” por otros más saludables. De todos modos, si lo habéis probado, seguro que os habréis dado cuenta de que no es tan fácil. Las recetas de los postres requieren precisión en cuanto a textura de los ingredientes y cantidades y, a menudo, si improvisamos, acabamos frustrados con los resultados.
Es por eso por lo que hemos creado el curso “Dulces sanos con robot”: para ofreceros recetas infalibles de pasteles y otros dulces con ingredientes saludables.
Endulzantes: ¿Todos sirven a la hora de preparar postres saludables?
Cuando queremos sustituir el azúcar blanco, los mejores endulzantes que podemos utilizar son los que son alimentos reales y saludables. Estamos hablando de ingredientes como los siguientes:
- Frutas, como el plátano, la manzana o la pera.
- Frutos secos, como los dátiles, los orejones, las pasas o las ciruelas.
- Especias, como la canela o la vainilla.
- Verduras dulces, como la zanahoria, la calabaza o la remolacha.
- Estevia.
Por ello, muchos forman parte de los dulces sanos del curso.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que los endulzantes juegan un papel fundamental en la textura de los pasteles que preparamos y, por ello, alguna vez, cuando queremos conseguir resultados concretos, hay que usar otros, como la miel cruda o el azúcar de coco.
Por ejemplo, cuando preparamos un bizcocho, siempre esperamos que quede esponjoso. Si lo preparamos con dátiles, plátano o miel quedará demasiado compacto una vez lo guardemos en la nevera. En este caso, para conseguir el resultado que queremos, hay que utilizar un azúcar sólido como el azúcar de coco, que permite que, una vez se haya enfriado, se mantenga tierno y esponjoso.
Además, el azúcar de coco y la miel cruda son dos endulzantes de buena calidad que podemos considerar saludables hacemos de ellos un consumo ocasional, como el que tenemos que hacer con los dulces.
El chocolate
Un ingrediente que nunca falta en la pastelería es, sin duda, el chocolate. Eso sí, si queremos preparar dulces saludables debe ser un chocolate con un porcentaje alto de cacao.
Por si no lo sabíais, el tanto por ciento de los chocolates nos indican qué cantidad de cacao hay en los 100 g de peso de la tableta; el porcentaje restante indica la cantidad de azúcar. Por eso es importante fijarnos en este detalle. Una tableta de chocolate de un 50% de cacao tiene un 50% de azúcar. En cambio, en una del 80% solo un 20% es azúcar y, cuando comemos una porción, la cantidad de azúcar que ingerimos no será tan significante.
Por este motivo, en todas las recetas del curso, hemos utilizado chocolate negro del 85%: es una opción que no resulta exageradamente amarga y que, al mismo tiempo, lleva poco azúcar añadido.
“En todas las recetas utilizamos chocolate negro del 85%”
¿Qué pasa con los lácteos?
Los lácteos también son ingredientes que suelen tener mucha presencia en la pastelería convencional, ya sea en forma de leche, nata, mantequilla, yogur o queso. Sin embargo, no todos son igual de saludables.
Como ya sabréis, los lácteos de mejor calidad son los fermentados, de cabra u oveja y de procedencia ecológica. Por eso es mejor sustituir la leche, la nata o la mantequilla por ingredientes como leche vegetal, crema vegetal para cocinar y ghee, aceite de oliva virgen extra o aceite de coco virgen.
En cambio, los lácteos fermentados –como el yogur o el queso–, si son de buena calidad, pueden tener cabida dentro de una alimentación saludable, y más en el caso de los pasteles, que son de consumo ocasional.
En el curso “Dulces sanos con robot” encontraréis postres clásicos, como un pastel de queso o un tiramisú, que han sido elaborados con lácteos de buena calidad para poder mantener su esencia al 100%. Ya que un pastel de queso sin queso o un tiramisú sin mascarpone… ¡no son lo mismo!
¿Cuáles son las mejores harinas?
La gran mayoría de pasteles clásicos se suelen hacer con harina blanca refinada, un ingrediente que suele generar una textura suave y esponjosa pero que, al mismo tiempo, tiene un impacto negativo en la salud. Por ello, queremos evitarla cuando hacemos cocina saludable.
Es mucho más interesante utilizar harinas de cereales integrales o de otras fuentes como frutos secos o tubérculos. Eso sí, hay que tener en cuenta que estos tipos de harinas no actúan como lo hace la harina blanca de trigo y, por esta razón, a veces, el resultado final puede diferir del original. De todos modos, esto no significa que no sean buenos, sino que pueden tener una textura o una consistencia diferentes.
Cuando trabajamos con harinas no refinadas –y muchas veces sin gluten–, el ensayo y error es importante para poder descubrir cuáles son las mejores combinaciones de harinas y en qué cantidades para poder obtener los resultados deseados. Nosotros, para preparar el curso “Dulces sanos con robot”, hemos hecho muchas pruebas. Las recetas finales son las que nos han permitido obtener el resultado que buscábamos. Principalmente hemos utilizado harina de almendras y harina de avena sin gluten, pero también hay harina de trigo sarraceno, harina de arroz integral o harina de espelta.
Ventajas de cocinar con robot de cocina
¡Los robots de cocina son una maravilla! Yo uso Thermomix® desde hace varios años y, personalmente, introducir este robot en la cocina ha supuesto un gran cambio.
Por un lado me ha permitido optimizar el tiempo. Mientras trabaja, yo puedo avanzar otras preparaciones y, así, ser mucho más eficiente. Además, permite cocinar sin tener que ensuciar aparatos diferentes; con uno solo lo podemos hacer todo: montar las claras, fundir el chocolate, batir a altas velocidades, emulsionar… Esto, al final del día, ¡es un regalo! Tener que lavar solo un aparato o, aún mejor, ponerlo en el lavavajillas ahorra mucho tiempo y es fundamental para no perder la motivación para cocinar.
Por otra parte, estos tipos de robot de cocina nos permiten ser muy precisos con las temperaturas y las velocidades. Podemos calentar o fundir a baja temperatura y podemos triturar como si fuera un procesador de alimentos o batir como si fuera una batidora, y obtener texturas increíbles que, de otro modo, no podríamos conseguir.
¿Qué encontraréis en “Dulces sanos con robot”?
Como amante de la cocina saludable y como usuaria de Thermomix®, una de las cosas que echaba de menos eran recetas dulces con robot de cocina sin azúcar blanco ni harina refinada, y por eso hace muchos meses que trabajamos para desarrollar este curso. Hemos elegido recetas clásicas, postres que siempre se piden en los restaurantes y que hacen feliz a tanta gente, ¡y hemos hecho versiones con ingredientes más saludables!
El resultado son quince dulces sanos que os permitirán preparar pasteles infalibles para cuando os apetezca cocinar postres dulces y saludables. Además, también encontraréis 4 recetas de básicos que os servirán para preparar cualquier tipo de postres.
El curso está hecho y pensado para usuarios de Thermomix, aunque con robots similares como el robot de cocina de Lidl, Monsieur Cuisine Connect, seguro que podréis conseguir buenos resultados con pequeñas adaptaciones.
Y si queréis sacar el máximo partido a vuestro robot Thermomix, tenemos el curso Cocina sana con robot con 39 recetas con platos tan espectaculares como un curri de garbanzos y verduras, una pizza con base de trigo sarraceno y calabaza, hamburguesas vegetales, panes sin gluten o cremas de verduras.
Si queréis los dos cursos, ¡esta semana estamos de promoción de Green Week con una oferta única!
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