Barcelona suspende en contaminación atmosférica con niveles por encima de las recomendaciones de la OMS y de los niveles exigidos de la Unión Europa. La causa principal de polución es el transporte rodado. De hecho, Barcelona es la ciudad Europea con más densidad de vehículos. Tiene el doble que Madrid y el triple que Londres.
La contaminación ambiental en las grandes ciudades es un problema de salud pública, que afecta especialmente a niños, ancianos y personas con problemas de salud. Es causa de muerte prematura en enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares, y también con enfermedades respiratorias y cáncer de pulmón. Además, contribuye a hacer más severas otras enfermedades, como el asma, la enfermedad pulmonar crónica, la neumonía, la insuficiencia cardíaca, la coronaria, pero también la hipertensión arterial o la diabetes, entre otras.
Estudios hechos por ISGlobal en la ciudad de Barcelona han demostrado que la contaminación del aire urbano también tiene un efecto adverso en la maduración del cerebro de los niños, y provoca cambios que afectan al dominio funcional, además de estar asociada a la reducción de la fertilidad.
Un nuevo estudio epidemiológico a gran escala (más de 600.000 personas durante 22 años en Estados Unidos) de ISGlobal y la Sociedad Americana contra el cáncer vinculan la contaminación del aire con la mortalidad por cáncer de riñón, vejiga y colorrectal.
Medidas políticas
La única manera de mejorar la calidad del aire es reducir el número de vehículos y, al mismo tiempo, que sean lo menos contaminantes posible. El Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat presentaron, en noviembre de 2016, el Plan contra la contaminación atmosférica de Barcelona con medidas estructurales y otras específicas para episodios de alta contaminación.
A partir del 1 de diciembre, ya se empezarán a implantar las primeras medidas con el objetivo de proteger a las personas y de reducir la contaminación ambiental provocada por los vehículos.
Los turismos más contaminantes no podrán circular dentro de la zona de bajas emisiones de la ciudad cuando haya un episodio de contaminación por dióxido de nitrógeno NO2 (de lunes a viernes de 7 a 20 h). Es el caso de los vehículos sin etiqueta DGT (gasolina anteriores al 2000 y diésel anteriores al 2006) y las furgonetas anteriores a Euro1. La restricción se ampliará progresivamente a todos los vehículos sin etiqueta DGT y será permanente a partir de 2020.
La zona de bajas emisiones del ámbito Rondas de Barcelona hace referencia a un área de más de 95 km2 que se centra en Barcelona, excepto el barrio de Vallvidrera, el Tibidabo, Les Planes y la Zona Franca industrial. Incluye otros municipios circundantes como L’Hospitalet de Llobregat, Sant Adrià del Besòs, Esplugues de Llobregat y Cornellà de Llobregat. Podéis ver todos los detalles de la campanya “Los malos humos aquí no entran” en su web oficial.
¿Cómo nos podemos mover para reducir la contaminación?
–Transporte público: Barcelona tiene una red de transporte muy extensa entre metro, bus, tranvía y el tren, que conecta con cercanías.
–Vehículos eléctricos: si no queda más remedio que transitar en vehículo privado, la opción más sostenible es decantarse por los modelos eléctricos. La moto o la bici son las opciones más cómodas y fáciles de aparcar. En el caso de los coches, el Ayuntamiento favorece los modelos más verdes con bonificaciones en las áreas de aparcamiento azul o verde y con un impuesto de circulación más bajo.
–Transporte compartido: en Mataró ya hay una iniciativa de transporte compartido con vehículos eléctricos que se pueden alquilar por horas o por días. A medida que haya más conciencia y, por tanto, demanda, se extenderá a otras ciudades.
En esta misma línea, Jordi Sunyer, jefe del programa de Salud Infantil de ISGlobal y catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Pompeu Fabra (UPF), explica que la ciudad, en el futuro, debe estar compuesta de vehículos públicos o compartidos y eléctricos. Sunyer remarca: “En Barcelona no debería haber motos que no sean eléctricas”.
Moverse en bici, la mejor opción
Ir en bicicleta nos permite movernos por la ciudad de una forma ágil, cómoda y sostenible. Podemos elegir la ruta que queramos aprovechando los carriles bici de la ciudad y es la única opción que no contamina. Aparte de ser beneficioso para el medio ambiente, también nos aporta salud porque hacemos ejercicio físico.
Para ir cada día a trabajar o a estudiar en bici en Barcelona seguramente haremos trayectos de unos 20-30 minutos y fácilmente combinaremos subidas y bajadas haciendo ejercicio cardiovascular. Hay que tener en cuenta que hacer ejercicio físico en una ciudad no es lo más recomendable, pero son trayectos cortos y el beneficio de hacer deporte supera los perjuicios de la exposición al aire contaminado. De todas formas, se debería evitar ir por las calles más transitadas o protegerse con una mascarilla.
Barcelona ofrece el servicio compartido de Bicing, una red de 6.000 bicicletas repartidas en más de 400 estaciones. Si se opta por una bici particular hay muchísimos modelos, desde bicis plegables, de paseo o bicis urbanas. Con motivo del decimoquinto aniversario de los Supermercados Veritas, sortean 15 bicicletas urbanas Orbea Katu 50. ¡Participad!