Esta semana, la Dietista-Nutricionista María Merino, ha revolucionado twitter con una foto de su hijo desayunando garbanzos. La han tachado de mala madre, que su hijo no será feliz, que no tendrá infancia o que en la escuela será un marginado, entre otras muchas barbaridades. Además, también se ha puesto en duda su profesionalidad como D-N.

María Merino ni se imaginaba la avalancha de comentarios y retwits porque, para ella, desayunar garbanzos entra dentro de una alimentación saludable. Dadas las reacciones, la autora del blog Comiendo con María quiere dejar un mensaje claro: “No lo obligó a comer garbanzos, pero más vale un garbanzo que una galleta”.

El desayuno es una comida que se ha ido limitando a ciertos “alimentos” por intereses comerciales y para seguir la pirámide oficialista con la base de cereales (sobre todo, trigo). El resultado es una combinación de trigo con grasas de mala calidad y mucho azúcar. Una bomba de kilocarorías con nulo valor nutricional. “En los supermercados, se catalogan las galletas, cereales de desayuno y bollería como el pasillo de los desayunos y lo peor es la asociación que se hace de la felicidad con el producto dulce” , afirma Merino.

La cruda realidad es que la obesidad infantil va en aumento y es un problema muy grave de salud pública del siglo XXI. La nutricionista es muy contundente: “No nos debe preocupar que los niños coman garbanzos para desayunar, sino el sobrepeso y la obesidad infantil”. En los últimos 40 años, la obesidad se ha multiplicado por 10 y, actualmente, un 12% de los niños entre 6 y 12 años padecen obesidad y un 19%, sobrepeso. Además de enfermedades asociadas como la diabetes tipo 2, totalmente relacionada con la mala alimentación y el sedentarismo.

¿Qué es un desayuno saludable?

Un desayuno saludable, para María Merino, contiene alimentos reales: “Es igual si son garbanzos, un revuelto de verduras o unas lentejas estofadas porque hay todo un mundo más allá de las galletas y los cereales de desayuno”. Reconoce que hoy en día son platos que se identifican más para comer o cenar, pero que al fin y al cabo es comida y son creencias actuales para que nuestros abuelos desayunaban sobras del día anterior.

María Merino, Dietista-Nutricionista

En su casa no entran las galletas y, por tanto, su hijo nunca le pedirá porque no las conoce. Otros desayunos de casa pueden ser fruta de temporada, yogur con avena, pan integral con aceite y tomate, etc. María nos cuenta que muchas veces le da a elegir entre dos o tres opciones, pero el otro día abriendo la nevera vio los garbanzos y le apetecieron. Esto es lo que pasa cuando tenemos opciones saludables en casa y desde pequeños ha habido una educación nutricional detrás.

María Merino agradece las iniciativas espontáneas de compañeros de profesión apoyando al hecho de desayunar garbanzos. Por ejemplo, Juan Llorca ha hecho un vídeo y ha colgado una foto del año pasado que da sopa para desayunar a su hija; Carlos Ríos a través de los stories o nuestras compañeras Lemon’s secrets que también han hecho una publicación al respecto. También podéis ver todas las reacciones de apoyo en instagram y twitter bajo el hashtag #yodesayunogarbanzos.

¿Qué desayunan nuestros nutricionistas?

En Soy como como hacemos mucha pedagogía y divulgación de la alimentación saludable y en nuestra web hermana Ets el que menges ya publicamos un artículo sobre Qué desayunan nuestros nutricionistas con ejemplos de desayunos de tenedor con comida real. Nuestros terapeutas muy a menudo se encuentran que los pacientes entran en crisis cuando se les quita lo que acostumbran a desayunar, pero que después agradecen el nuevo mundo que se les ha abierto delante.

Desayunos de los terapeutas de La consulta de l’ETS

Como se puede ver en la imagen son desayunos variados donde podemos extraer un resumen con varias opciones e ideas para seguir en casa:

En ayunas, jugo de limón con agua (tibia) y / o agua de mar.

Para comer:

  • Hidratos de carbono: pan de levadura madre o pan de trigo sarraceno, creps de trigo sarraceno o de plátano macho, patata prebiótica.
  • Verduras y hortalizas de temporada (cruda o cocida), germinados y fermentados (chucrut).
  • Grasas: aguacate, frutos secos y semillas, olivada, tahina, aceite de oliva y aceite de coco.
  • Proteína: huevo, jamón ibérico, tocino ibérico, salmón salvaje, anchoas, caballa o boquerones.
  • Fruta de temporada.

¿Y para beber? Té kombucha, té con canela, té bancha con umeboshi, licuado verde, té verde con regaliz y menta, café con leche de avena, leche de coco o batido de cereales.

Lluca Rullan
Lluca Rullan

Periodista y dietista integrativa

  @llucarullan   @llucarullan_dietista