No tener suficiente tiempo se ha convertido en una de las quejas más comunes. Los adultos, cargados de obligaciones, combinamos trabajo, crianza, tareas del hogar y otras ocupaciones. Los pequeños, además de las horas que dedican a la escuela, suelen alargar la jornada con actividades extraescolares y deberes y estudio extra. Todo ello hace que muchos de nosotros, niños y adultos, sintamos que nos queda poco espacio para el ocio y para el contacto con la naturaleza, pero también poco espacio de calidad para compartir con los miembros de la familia y fortalecer vínculos.
Precisamente por ello, las vacaciones son probablemente una de las épocas más esperadas del año, ya que nos permiten disfrutar de tiempo libre que podemos dedicar a lo que nos gusta y a nuestros seres queridos. Pero encontrar el plan familiar perfecto no resulta tan sencillo: el turismo cultural o a países exóticos con climas muy diferentes puede aburrir a las criaturas y, si los pequeños se aburren o no lo pasan bien, los padres también acabamos pasándolo mal.
Educación, naturaleza y experiencias: el plan perfecto
Los más pequeños necesitan moverse, necesitan aire libre y espacios naturales para poder jugar, hacer deporte, cansarse y divertirse. Pero también necesitan otros niños con quien compartir todo esto, ya que a veces con la compañía de los padres no tienen suficiente. Así pues, ¿qué podemos hacer si queremos planificar unas vacaciones familiares que combinen naturaleza, deporte, experiencias y educación y que sean estimulantes para todo el mundo?
Alquilar casas rurales, ir de camping con otras familias o hacer vacaciones con otros miembros de la familia, como abuelos o primos, puede ser una buena opción, pero otra posibilidad es optar por los paquetes de vacaciones en familia con propuestas muy variadas y educativas. Las vacaciones de inteligencia emocional que propone Lleure Dosmil son un buen ejemplo de ello.
“Emociónate en familia: vacaciones de inteligencia emocional”
¿Os imagináis pasar una semana en el entorno natural de la Devesa en una casa rural adaptada con espacios familiares y con un equipo de monitores que os guíen para hacer actividades de deporte, educación o inteligencia emocional? Lleure Dosmil pone al alcance de las familias estos paquetes vacacionales para trabajar tanto el cuerpo como la mente y las emociones.
Incluyen técnicas como el mindfulness para mejorar la capacidad de concentración, incrementar la sensación de calma o promover la capacidad de escucha; actividades para entrenar la competencia emocional y la gestión de emociones básicas como la rabia, el miedo, la tristeza o la alegría; talleres para potenciar la autoestima y para mejorar las habilidades de comunicación para conseguir crear un vínculo fuerte y positivo entre todos los miembros de la familia, pero también actividades de ocio más tradicional como excursiones en la naturaleza, rocódromo, piscina, circuitos de aventura o escape room.
Cuando decidáis qué vacaciones queréis, recordad que normalizar el contacto con la naturaleza y buscar tiempo de calidad es uno de los mejores regalos que podemos hacer a nuestros hijos.