En verano, el calor invita a hacer comidas frescas y ligeras. Las ensaladas suelen ser una buena opción para refrescarnos, pero, si comemos cada día, nos podemos cansar. Otra opción de comida fresca y nutritiva son los caldos de verduras, porque contienen una acumulación de nutrientes beneficiosos para la salud y son ligeros y fáciles de digerir.
Durante las vacaciones, a menudo adquirimos hábitos poco saludables y comemos de forma muy distinta a la habitual. Comemos más fuera de casa, y perdemos el control de cómo se han cocinado los alimentos que consumimos. Rompemos con la rutina habitual y no hacemos actividad física de la misma manera ni con la misma intensidad. Por esta razón, el organismo necesita una ayuda adicional para restablecer el equilibrio digestivo y el bienestar general. Tomar caldos de verduras habitualmente nos ayuda a hacer una depuración de las toxinas acumuladas y a recuperar este equilibrio. Los caldos de verduras pueden ser unos aliados en procesos de depuración, y los podemos acompañar de otros aliados como las infusiones, zumos verdes o diferentes tipos de ayuno.
La cultura popular nos enseña que los caldos son para el invierno, pero ¿sabíais que también se pueden tomar fríos en verano? Tomar caldos de verduras en verano ayuda a consumir una gran cantidad de verduras y hortalizas, además de aportar una gran variedad de vitaminas y minerales. Tomarlos fríos también permite disfrutar de su sabor y textura de una forma diferente.
Si queremos hacer caldos de verdura en casa, lo más importante es elegir verduras de buena calidad y de temporada y, siempre que podamos, ecológicas, ya que tienen una concentración más elevada de nutrientes y vitaminas, además de un sabor más intenso y natural. Para hacerlos lo más saludables posible, es importante tener cuidado con la sal y no pasarse de la raya.
De todos modos, a menudo no tenemos tiempo, y una opción ideal es comprarlos envasados, siempre que sean de una marca de confianza, que nos ofrezca productos 100% naturales, elaborados únicamente con ingredientes frescos y que no contengan aditivos. Aneto, por ejemplo, ofrece un caldo de verduras ecológicas que contiene únicamente agua, zanahoria, apio, cebolla, puerro, aceite de oliva y una pizca de sal marina.
Así pues, los caldos de verduras ecológicas son una opción excelente para hidratarnos, nutrirnos, refrescarnos, y nos ayudan a recuperar el equilibrio digestivo durante las vacaciones o en el periodo postvacacional. Los caldos envasados de buena calidad como los de Aneto aportan un plus de comodidad, ya que podemos disfrutar en cualquier lugar y en cualquier momento, sin que su calidad y propiedades se vean resentidas.
¡Buen provecho!