Encontramos una oferta de dentífricos muy amplia: con flúor, mentolados, con efecto blanqueante… Este gesto tan sencillo de lavarse los dientes puede convertirse en un verdadero problema si no escogemos los productos adecuados. Muchos de los dentífricos del mercado están formulados con ingredientes de síntesis de inocuidad sospechosa y que están relacionados con más o menos trastornos que pueden comprometer la salud.
Los ingredientes de los dentífricos convencionales
Entre las sustancias de síntesis utilizadas en los dentífricos convencionales encontramos el lauril sulfato de sodio (LSL), que se pone para hacer espuma y provocar sensación de limpieza; es un detergente muy fuerte que puede llegar a ocasionar llagas en las encías.
Además, también se añade triclosán, un bactericida que pertenece a la familia de los compuestos aromáticos cloratos, como las dioxinas y los PCB, que forman parte de las sustancias más tóxicas que se conocen. Uno de los problemas principales del triclosán es que las bacterias pueden mutar y hacerse resistentes, y esta mutación las puede hacer resistentes a los antibióticos. También se puede acumular en los tejidos.
Las pastas de dientes con efecto blanqueante utilizan peróxido de hidrógeno o peróxido de carbamida. Una concentración elevada de estos ingredientes puede causar efectos secundarios como irritación de la boca y aumento de la sensibilidad ante de los cambios de temperatura. También contienen glicerina animal y humectantes como los glicoles (PEG seguido de un número), sustancias que se han relacionado con algunas disfunciones orgánicas.
El caso del flúor es otro tema. Mucha gente piensa que hay que utilizar un dentífrico que contenga flúor, pero en realidad este mineral es un bioacumulador persistente y ya lo recibimos a través de muchas otras fuentes: agua, bebidas embotelladas, alimentos procesados y deshidratados, zumos, cereales convencionales… Por lo tanto, más que hacer un bien, tiende a ser nocivo para la salud, porque se acumula en el organismo.
Tantos dentífricos naturales como necesidades
Para eliminar el exceso de sarro: WalaVita de Weleda, rico en sal marina, y el Dentargile de anís de Cattier.
Para dientes sensibles: crema para dientes sensibles Logodent, con silicio, manzanilla, salvia y hamamelis y que tiene un efecto antiinflamatorio y fortalecedor de las encías. El Dentargile de limón de Cattier cuida las encías irritadas con tendencia a sangrar gracias al aceite esencial de limón; y el Dentargile de salvia de Cattier o el Bital de salvia de Argital ayudan a calmar el dolor de encías, ya que contienen aceite esencial de salvia.
Para tratamientos homeopáticos: el gel dentífrico de romero y salvia de Logodent o el Omeobital de anís y limón de Argital.
Efecto refrescante: el gel dentífrico de menta de Logodent, por el Dentargile de menta de Cattier o por el Bital de menta de Argital.
Efecto blanqueante: el Eridine para encías sensibles y el Eridine para tener un aliento fresco, de Cattier.
Para los más pequeños: Logodentkids, con extracto de equinácea, te verde, aroma natural de fresa y aceite de menta.
Los ingredientes de los dentífricos naturales
Los dentífricos naturales se componen de ingredientes que encontramos en la naturaleza. No contienen ni parabenes, ni ftalatos, ni SLS, ni colorantes ni saborizantes artificiales. Se basan en plantas, minerales y nutrientes que tienen un efecto beneficioso para la salud de los dientes.
Algunos de sus ingredientes son el bicarbonato, el silicio, la polvo de bambú, que ayudan a pulir el esmalte de los dientes; el aceite de menta piperita, que refresca el aliento; el áloe, que se utiliza para calmar las encías irritadas; los extractos de semillas de pomelo, que ayudan a bloquear los ácidos del azúcar y el desarrollo de las bacterias patógenas a la boca. Por ejemplo, encontramos el dentífrico Health Mouth de Jasön. También podemos encontrar equinácea, té verde y aceite de clavo o éster de sacarosa, que contrarrestan las bacterias que causan la caries y la sarro. La mirra, el hamamelis y la manzanilla refuerzan las encías y previenen las inflamaciones. También hay dentífricos que contienen sal del Mar Muerto, que se utiliza para fortalecer las encías y los dientes, y estimula la segregación de la saliva. Todos estos ingredientes ayudan a limpiar los dientes, a mantener una flora bucal saludable y a eliminar la sarro con suavidad sin dañar el esmalte.
Fuentes:
– Revista Opcions, núm. 9, octubre-noviembre 2003
– Revista The Ecologist