A diferencia de las mujeres, la edad de los hombres no es decisiva a la hora de tener hijos, pero hay otros condicionantes que pueden alterar la correcta calidad del semen. Esta alteración puede ser debida a diferentes factores: puede ser un problema propio de los espermatozoides, que presentan falta de movilidad y/o escasez; pueden ser anomalías genéticas, o pueden ser malos hábitos nutricionales. En este último factor es en el que podemos incidir favorablemente mediante la elección de alimentos ecológicos ricos en nutrientes esenciales y también a través de una correcta suplementación nutricional.
La alimentación es una parte importante
Tanto la obesidad como el sobrepeso y una dieta poco equilibrada están relacionados con una producción más baja de espermatozoides. Una dieta pobre en antioxidantes como las vitaminas E, A, C y el mineral selenio actúa negativamente sobre la calidad del esperma. Por otro lado, el consumo excesivo de alcohol y de tabaco también afectan a la calidad y la cantidad.
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Un estudio asocia la mala calidad del semen con el bisfenol A, componente de uno de los plásticos que más se utilizan (Fertility and Sterility, 2010).
Otra alerta sobre los pesticidas: muchos de los que más se utilizan pueden afectar a las hormonas masculinas (Environmental Health Perspectivas, 2011).
“Exposición ocupacional a plomo y pesticidas organofosforados: efecto sobre la salud reproductiva masculina”.
¿Cuáles son los nutrientes que necesita el hombre para favorecer una buena calidad de esperma y una óptima erección?
Principalmente L-arginina, un aminoácido que se encuentra en plantas milenarias como la maca andina y el Tribulus terrestris, y que se ha visto que puede mejorar la calidad de los espermatozoides tanto en morfología como en cantidad y movilidad, y que ofrece también buenos resultados en el tratamiento de las disfunciones de la erección, y mejora pues la fertilidad masculina. Debido a la capacidad vasodilatadora de la L-arginina, se han visto mejoras significativas en el tratamiento de las disfunciones eréctiles, y se ha logrado mejorar la erección. Esta capacidad vasodilatadora también se ha visto que la tiene el ginkgo (Ginkgo biloba), que produce un ensanchamiento en las venas que suministran sangre al pene y mejora, también, la erección.
Por otro lado, el cinc, presente en las semillas de calabaza, carnes rojas, cacahuetes, anacardos, y nueces del Brasil, entre otros alimentos, favorece el aumento del número y de la movilidad de los espermatozoides y eleva los niveles de testosterona. La vitamina E y la vitamina C, muy buenos antioxidantes, son importantes porque mejoran la movilidad de los espermatozoides y evitan la peroxidación lipídica del esperma. Son buenas fuentes de vitamina E los aceites vegetales de primera presión en frío y los frutos secos; y buenas fuentes de vitamina C, los cítricos, principalmente.
Factores que favorecen la infertilidad
Hoy día, en la dieta occidental encontramos un exceso de toxinas, metales pesados, y restos de pesticidas y fertilizantes que se utilizan en agricultura intensiva y que pueden afectar a la calidad del esperma. Por este motivo es interesante apostar por alimentos de procedencia ecológica. Por otro lado, el alcohol disminuye los niveles de testosterona y eso afecta a la correcta producción de espermatozoides.
Los pesticidas que ingerimos con la dieta, aunque sea en dosis muy bajas de concentración, pueden ser uno de los motivos de la baja calidad del esperma de los hombres hoy día. Así lo demuestra una investigación realizada por científicos de la Universidad de Granada sobre 280 jóvenes entre dieciocho y veintitrés años. Se ha visto que la presencia de restos de pesticidas en la dieta puede causar un desequilibrio hormonal que tiene que ver con un número más bajo de espermatozoides y con una menor movilidad también. Además de detectar residuos de DDT, a pesar de estar prohibido, el estudio destaca la presencia de otros residuos legales como es el caso de la vinclozolina, que se utiliza como fungicida de la uva y de los cítricos. La exposición a la vinclozolina salió muy asociada a la aparición de espermatozoides deformes.
También se ha observado el impacto de la exposición crónica al plomo en la reducción de la cantidad y movilidad de los espermatozoides y en la reducción de la libido. En el caso de los plaguicidas organofosfatos se ha visto que afectan al sistema reproductor masculino actuando como tóxicos testiculares que causan la alteración de la calidad seminal.
Por otro lado, unos científicos de los Estados Unidos y de la China han encontrado que hay una asociación entre los niveles de bisfenol A encontrados en la orina y una peor calidad del semen. El bisfenol A se puede encontrar en ciertos plásticos, en empastes de dientes, en recubrimientos interiores de latas de comida, etc., y es uno de los plásticos más utilizados actualmente.
Por lo tanto, no solo es interesante escoger alimentos de procedencia ecológica para minimizar los residuos tóxicos que recibimos a través de la alimentación sino también reducir el uso de plásticos en nuestra vida.