peluquero hombreEs una realidad: millones de personas sufren problemas de cabello fino, desvitalizado y quebradizo. No sirve de nada engañarnos con los mejores tratamientos anticaída que nos venden si no tenemos en cuenta la forma en la que nos alimentamos. El objetivo primordial que debemos lograr es suministrar nutrientes que actúen desde dentro y favorezcan una nutrición del cabello óptima, que le den vitalidad y brillo. Polen, levadura de cerveza, germinados de alfalfa, ortiga, espirulina, chlorella, remolacha… pueden ser algunos de nuestros aliados nutricionales para frenar la caída del cabello y fortalecerlo.

Las causas de la caída del cabello

La caída del cabello puede aparecer como consecuencia de muchos factores diferentes. Puede ser debida a una predisposición genética, como es el caso de la calvicie de patrón masculino, donde intervienen las hormonas sexuales masculinas o andrógenos. También puede ser por un proceso natural del envejecimiento en el que el pelo se vuelven cada vez más fino, aunque este proceso muchas veces se origina en la pubertad como consecuencia de una mala alimentación y otros malos hábitos. Y también puede aparecer la caída del cabello después de dar a luz, por los cambios hormonales que sufre la mujer. Pero también hay otros factores como: una mala circulación, enfermedades cutáneas, estrés, deficiencia de hierro, menstruaciones abundantes, enfermedades tiroideas y deficiencia de vitaminas y minerales. Con una buena prevención mediante la nutrición y la complementación nutricional, podemos ayudar a frenar la caída del cabello y mejorar su aspecto.

Nutrientes imprescindibles para el pelo

Estos son algunos de los nutrientes principales que debemos tener en cuenta si queremos tener un cabello saludable.

Silicio: mejora la fortaleza y la integridad del cabello, la piel y las uñas. Es imprescindible para la correcta síntesis de colágeno. Alimentos ricos en silicio: cola de caballo, bambú, avena, perejil, espinacas, pasas…

Vitamina C: necesaria para la correcta síntesis del colágeno. Mejora la textura y firmeza de la piel, además de protegerla ante los efectos del exceso de radicales libres gracias a su acción antioxidante. Fuentes alimentarias: cítricos, pimientos, coles, espinacas…

Azufre: constituyente importante del tejido del cabello, la piel y las uñas. El consumo de alimentos ricos en azufre, como la col, los espárragos, la cebolla o el ajo, pueden mejorar el crecimiento, la fuerza y la textura del cabello. También encontramos buenas fuentes de azufre en los huevos, los lácteos, el pescado y la carne.

Vitaminas del grupo B: están implicadas en la producción y la integridad del cabello, la piel y las uñas. Alimentos ricos en vitaminas del grupo B: cereales integrales, polen, levadura de cerveza.

Zinc: mineral muy importante para la salud de la piel. Junto con la vitamina A, favorece la síntesis de colágeno. La deficiencia de este mineral puede conducir a la aparición de problemas de piel. Alimentos ricos en zinc: levadura de cerveza, germen de trigo, verduras y hortalizas, semillas oleaginosas −en especial, las semillas de calabaza−, legumbres, frutos secos, pescado, carne y lácteos.


Tejido conectivo fuerte y elástico = cabellos fuertes y brillantes

El pelo, así como la piel, las uñas, los cartílagos y los huesos, contienen tejido conjuntivo, también llamado tejido conectivo. Este tejido está formado por proteína y actúa como un protector de nuestro organismo. Es lo que permite la entrada de los nutrientes a las células y también la salida de las toxinas. Si tenemos una mala calidad de tejido conjuntivo, las células no trabajarán eficientemente porque tendrán una acumulación de toxinas y una carencia de nutrientes, lo que favorecerá la pérdida de elasticidad de tejido conjuntivo y un cabello y unas uñas frágiles. Por tanto, para conseguir un cabello fuerte, debemos procurar mantener el tejido conjuntivo saludable. Y ¿como? Pues con nutrientes como el silicio, que favorece la producción natural de colágeno y queratina, principales componentes del pelo, la piel y las uñas. Otros nutrientes interesantes son la vitamina C, el zinc, el hierro, aminoácidos como la L-prolina, la L-cisteína, la L-metionina, vitaminas del grupo B y nutrientes antioxidantes.

Pelo y sistema nervioso: muy relacionados

Cuando pasamos por una época de nervios y de estrés a menudo notamos que el pelo nos cae más de lo habitual o incluso sufrimos problemas de descamación. Pues bien, piel y sistema nervioso están íntimamente relacionados desde el momento en que se forma el feto, ya que parten de la misma capa embrionaria. Por este motivo, las emociones y sentimientos se ven reflejados en la piel y también en el cuero cabelludo. En este caso, será fundamental aportar alimentos ricos en vitaminas del grupo B, que nutren el sistema nervioso. Y también el DHA, ácido graso de la familia omega-3, que favorece un buen equilibrio psiquicoemocional, a la vez que actúa como un potente antioxidante cerebral. Dentro del grupo de vitaminas B, es importante la vitamina B5 −llamada también biotina−, que es fundamental para la salud del cabello y ayuda a minimizar su caída. La biotina se encuentra en los cereales integrales, las legumbres, la levadura de cerveza, las semillas de girasol y las nueces.

El cuidado del cabello comienza en el interior

Si realmente lo que queremos es fortalecer el cabello, es importante actuar desde dentro. Si nuestro organismo recibe los nutrientes que necesita, conseguiremos tener un cabello con un aspecto más brillante y saludable. Por lo tanto, debemos procurar consumir alimentos que nutran el sistema nervioso, alimentos que fortalezcan el tejido conjuntivo y alimentos que favorezcan una buena desintoxicación. Antes que nada tenemos que preparar el organismo para favorecer una buena asimilación y absorción de nutrientes con alimentos que no generen mucho toxicidad −evitad fritos, productos de pastelería industrial, exceso de embutidos y carnes …− y con el consumo de verduras, hortalizas , frutas, proteína vegetal, pescado o frutos secos. Asimismo, será interesante complementar la dieta con plantas desintoxicantes como el boldo o el cardo mariano, para ayudar a eliminar las toxinas acumuladas, y con probióticos y prebióticos, para propiciar una buena salud intestinal y mejorar la correcta absorción de nutrientes. Una vez preparado el terreno, debemos abonarlo con nutrientes que favorezcan una buena salud de la piel y del pelo, tanto con la ayuda de complementos nutricionales pensados para favorecer una buena salud del cabello, la piel y las uñas como con la incorporación de alimentos como frutos secos, cereales integrales, legumbres, algas, verduras y hortalizas.

Cosmética natural: el gran aliado de tus cabellos

Por último, también es interesante masajear el cuero cabelludo cada día, y es importante no usar productos con ingredientes de síntesis, que a menudo pueden provocar reacciones alérgicas. Evitar los champús que contengan laurilsulfato de sodio o SLS (sodium lauryl sulfate), un tensioactivo muy irritante, y optad por champús con ingredientes naturales y el certificado ecológico. Casas como Argital, Dr. Hauschka, Weleda, y + m Naturkosmetik, Jason, Qbio, Urtekram ofrecen champús de gran calidad.

Jordina Casademunt

Nutricionista

    @jordinacasa
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