El mes de septiembre es un buen momento para depurar después de un verano pleno de excesos: cerveza, bravas, tapas, arroces, exceso de fritos, helados y proteína animal… El hígado empieza el curso con mucho trabajo, y es necesario que le ayudemos.

¿Qué pasa si los órganos emuntorios (como el hígado) tienen mucho trabajo?

Que trabajarán peor: habrá más descontrol hormonal, más desequilibrio en la piel, nos costará ir al baño, acumularemos más grasa, colesterol y triglicéridos, nos sentiremos cansados, apáticos y/o con dolor (cabeza, articulaciones) y, a la larga, tendremos más probabilidad de tener enfermedades degenerativas, cardiovasculares y cáncer.

¿Cómo hacer, pues, una dieta depurativa?

Hay muchos procesos de depuración y muy diversos, y pueden variar a partir de la alimentación de base, el día a día y las ganas:

  • Depuración de una semana con 3-4 días de pescado o huevo (sin carne ni lácteos)
  • Depuración entre 7 y 10 días sin proteína animal ni lácteos
  • Semiayuno (no comer nada o tomar líquido en una sola comida)
  • Ayuno intermitente (un solo día)
  • Ayuno con líquidos (licuados, caldos, zumos, infusiones y agua con limón y sirope o saúco) durante 5-15 días. Es necesario que lo supervise y lo controle un dietista o naturópata.

*No pueden hacer ayuno embarazadas, lactantes, menores de dieciocho años, anémicos, deportistas de élite, personas con diabetes, insuficiencia renal, hipotiroidismo, entre otros. En caso de duda, consultad al nutricionista.
Además, es necesario que siempre haya un proceso de preparación y adaptación de dos días antes y después (para eliminar el alimento poco a poco).

¿Puedo hacer una dieta depurativa si tengo cáncer?

Sí; es más, se debería llevar una dieta lo más limpia posible, libre de toxinas, químicos, azúcares, refinados, proteína animal y lácteos de mala calidad. ¡Comer de todo no es comer sano!

¿Cómo elegimos lo que nos va mejor?

Si mantenemos el ritmo diario, no podemos hacer un ayuno porque nos podemos encontrar mal y no rendiremos en el trabajo. En cambio, una dieta depurativa hace sentir más despierto, limpio y nutrido sin pasar hambre.
Si encontramos unos días para quedarnos en casa, en la montaña, en el campo o en la playa y podemos vivir a un ritmo tranquilo, podemos hacer una dieta baja en calorías.

Foto: Pau Esculies

Foto: Pau Esculies

¿Qué alimentos debemos comer durante el proceso de depuración?

Brócoli, coliflor, alcachofa, espárragos, remolacha, rúcula, endibias, espinacas, escarola, rábano, apio, pickles, arroz basmati integral, pomelo, limón, arándanos,jengibre, semillas de lino (necesarias si hay problemas para ir al baño; se pueden tomar hasta 5 cucharadas al día), canela, hinojo, saúco, cayena (muy buena si se tiene frío)

Es importante comprar la fruta y la verdura para comer en el mismo día, tomar un plato de verdura cruda al día, y la que cozamos, que sea poco rato, para mantener las propiedades beneficiosas al máximo.

¿Qué no podemos tomar?

Antiinflamatorios, antihistamínicos u otros medicamentos*, azúcar ni ningún alimento que lo contenga, mermelada ni mantequilla o margarina, embutido ni carne, lácteos, fritos, alcohol, Gluten (pero sí de centeno), harina blanca, patata, café ni té que no sea verde, aditivo (alimentos y bebidas preparadas), alimentos con pesticidas (todo lo que ahorramos no comprando los productos anteriores lo podemos invertir en fruta, verdura, cereales y legumbres ecológicas)

*No dejar de tomar nunca la medicación recetada por el médico.

¿Qué suplementación podemos tomar?

La fitoterapia nos ayudará, y mucho, en este proceso de desintoxicación de los órganos emuntorios (hígado, riñones, piel, pulmones, intestinos).

El primer paso es no aportar ningún alimento que dé trabajo extra para que puedan limpiar todo lo que hay en lista de espera. Estas plantas terapéuticas nos ayudarán a hacerlo mejor y más rápido.

Plantas hepáticas (del hígado): boldo, cardo mariano, alcachofera

Diuréticas (para eliminar líquidos): diente de león, té verde, cola de caballo

Intestinales: Chlorela, probiótico

Piel: bardana

Si tenéis alguno de estos órganos más tocado, es un buen momento para empezar a tomar el suplemento específico; por ejemplo, si os cuesta ir al baño, tenéis retención de líquidos o la piel muy grasa.

A veces, durante una dieta depurativa podemos notar mareos, un sudor más fuerte, dolor de cabeza, más granos o alergia. Esto quiere decir que las toxinas almacenadas en el tejido adiposo ya han salido a la sangre para ser eliminadas. Sin embargo, si vemos que el mareo es diario o muy incómodo, hay que reducir la dosis de la suplementación (por ejemplo, si tomamos gotas de plantas hepáticas tres veces al día, hacerlo solo una vez por la mañana en ayunas).

Flickr juditk

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¿Podemos hacer ejercicio físico?

Para hacer una depuración bien hecha, también va bien oxigenar bien cuerpo y alma y tomarnos un respiro mental y físico. Si dejamos un espacio para reponernos, nos lo agradeceremos, porque muchas veces en los procesos de depuración estamos más sensibles o irritables por culpa de todo lo que sale y teníamos guardado.

Así pues, pasear por la naturaleza o lugares nuevos, meditar, hacer yoga u otros ejercicios calmados de movimiento y oxigenación como el tai-chi o el Pilates nos irán muy bien. Lo que no podemos hacer, sin embargo, es ir a hacer yoga en medio de la Diagonal; debemos alejarnos de la contaminación de los coches, las fábricas, los químicos, el tabaco…

Flickr Giuseppe Chirico

¿Qué debemos tener en cuenta?

  • No debemos pasar hambre, por eso hay que comer antes de tener y no nos debemos saltar la mini comida de media mañana y media tarde.
  • La cosmética y las cremas también pueden ser tóxicas. La piel lo absorbe todo; por lo tanto, de poco sirve hacer una dieta depurativa si nos exponemos cada día a elementos químicos a través la piel. Es un buen momento, pues, para pasarnos a la cosmética natural o ecológica. Nos dará los mismos resultados o mejores (sobre todo en pieles sensibles y mixtas).

Ideas para desayunos depurativos:

  • Copos de avena con bebida vegetal, canela y frutos rojos (frambuesas, moras, arándanos)
  • Crema de cereales variada (arroz, quinoa y mijo cocido) con bebida vegetal y pasas u otros frutos secos
  • Pan de centeno con aceite de lino, semillas trituradas, aguacate y germinados de alfalfa o fenogreco
  • Pan de trigo sarraceno, arroz o quinoa con hummus y rúcula
  • Licuado de fruta y verdura: Tomate, zanahoria, apio y remolacha o Espinacas, manzana, apio y jengibre

Ideas para media mañana y media tarde:

  • Fruta de temporada
  • Infusión
  • Kéfir de cabra o de agua
  • Zumo de manzana eco con kudzú
  • Yogur de cúrcuma (kéfir con una cucharada de cúrcuma cocida durante cinco minutos)
  • Leche dorada (bebida vegetal con almendras o aceite de almendras comestible, miel y cúrcuma)

Ideas para las comidas y cenas depurativas:

  • Ensalada con espinacas, rúcula, nabo y remolacha rallados, chucrut, germinados y garbanzos
  • Arroz integral con cebolla, puerro, zanahoria y curry
  • Sopa de miso con daikon, brócoli, kombu y quinoa
  • Huevos pasados por agua con shiitake, ajo y perejil fresco
  • Ensalada de endibia, escarola, hinojo, pickles y semillas con tempeh
  • Brócoli, coliflor y zanahoria al vapor con caballa

Neus Elcacho

Dietista integrativa y coach nutricional

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