Con el paso del tiempo y, entre otras cosas, gracias a la globalización y a los medios de comunicación, la sociedad es cada vez más consciente de los problemas a los que se enfrentan muchos sectores desfavorecidos. Gracias a ello parte de la población toma consciencia y actúa en favor de ellos aportando su pequeño granito de arena.

Hoy visitamos a Juan Ma, uno de los ocho socios de una pequeña empresa centrada en el compromiso social y en la necesidad de crear oportunidades para aquellos que lo tienen más complicado. Me espera sonriente en la entrada de su local para enseñarme entusiasmado cómo han podido crear su marca.

Ordi Natura es una empresa que nace en 2015. Sus valores son la suma de los términos “social”, “ecológico” e “integración”. Sin embargo, no es hasta el 2016 que se empiezan a comercializar, elaborar y envasar sus productos. En concreto semillas de sésamo caramelizadas 100% naturales, de comercio justo y con el certificado de producción ecológica que dan a prácticamente cualquier plato un toque distintivo y muy atractivo.

El sésamo es un alimento que aporta grasas saludables y ayuda a mejorar el sistema digestivo y la piel, está lleno de antioxidantes y minerales como el fósforo, hierro, magnesio y calcio (que sirve para fortalecer los huesos), contiene un 20% de proteínas de alto valor biológico y además, ayuda a nutrir el cuerpo, a calentarlo, a reforzarlo y a retrasar el envejecimiento celular, por citar algunas de sus propiedades. Además, para caramelizar estas poderosas semillas utilizan azúcar de panela, un endulzante no refinado y sin químicos, lo que lo convierte en la forma de azúcar más puro; por ende, preserva sus vitaminas y minerales. Para finalizar añaden diferentes saborizantes que las hacen ideales para diferentes preparados culinarios. Entre sus sabores cuentan con canela, cacao y coco, jengibre, limón y cebolla crujiente.

Pero, a pesar del buen saber hacer, Ordi Natura va más allá de un producto de calidad. Ya que, detrás de cada uno de los estéticos envases, se esconde una pequeña historia que empieza en el patio de un colegio.

Ocho familias compartían horas de patio mientras sus hijos, que padecen algún tipo de discapacidad intelectual, se entretenían jugando a baloncesto o algún otro deporte. Hartas de ver las reducidas oportunidades y salidas que sus hijos podían tener una vez terminada la etapa escolar, decidieron ponerse manos a la obra. Todo empezó con una conversación que parecía una utopía, pero que, con el paso del tiempo, fue cobrando forma hasta convertirse en una realidad: crear una pequeña empresa adaptada a ellos y a sus capacidades.

Actualmente y, por desgracia, el trabajo manual se está perdiendo frente a las máquinas o sistemas avanzados. Y a raíz de esto, diversos puestos de trabajo están siendo absorbidos por maquinaria inteligente en detrimento de la mano de obra. En Ordi Natura son conscientes de ello y por ello luchan por mejorar la calidad de vida de estas personas y promover la igualdad de oportunidades en el mundo laboral.

Los protagonistas de esta historia son nueve chicos y chicas de diferentes barrios de Barcelona. Sin embargo, al llegar a su pequeño obrador, me encuentro con que faltan la mitad de ellos. La otra mitad se ha desplazado a otro obrador a recibir la clase teórica y práctica para aprender a realizar onzas de chocolate con sésamo caramelizado y jengibre. Suena muy tentador, así que espero con ganas a que me adelanten un poco más de qué se trata. Pero primero vamos a ver cómo trabajan en el obrador.

El obrador

Aquí realizan desde la limpieza hasta la manufactura y envasado de los productos. El proceso de producción implica diferentes pasos como el pesado, la mezcla de los productos, el bombo caramelizador, el añadido de los saborizantes extras y el posterior envasado. Xavi, uno de los chicos, está inmerso en la faena. De hecho, me comentan que él y dos de sus compañeros se hacen llamar “los bomberos”, ya que el paso que más les gusta del proceso de producción es el de caramelizar las semillas con el bombo caramelizador (una especie de hormigonera en versión mini que hacen girar para que todas las semillas se impregnen del aroma y sabor de la panela). Otra de sus compañeras le ayuda, mientras que los otros dos se encargan del pesado y el empaquetado. Para realizar cada uno de los pasos utilizan maquinaria diseñada y adaptada especialmente a sus necesidades. La ventaja es que entre los socios cuentan con un ingeniero, quien se encarga de crear los aparatos.

Natalia, la psicóloga y encargada de supervisar que todo se realice de modo correcto, se encuentra junto a ellos y les ayuda si es necesario. De todas formas, gracias a su trabajo constante y a la autonomía de los trabajadores, cada vez se ven más capacitados para realizar todos los procesos de producción sin tener que recibir gran ayuda (salvo la parte de supervisión).

Cuando el proyecto comenzó, ella fue la encargada de instruir a sus nuevos pinches. Al principio se presentaban en grupos pequeños y les hacía una formación general sobre higiene, limpieza o les mostraba dónde guardar los instrumentos de uso. Les enseñó a estructurar qué es un trabajo y a comprender e interiorizar los pasos para realizar los productos. Por ello, gracias a su implicación, muchos de ellos han acabado haciendo cosas que nunca creyeron que serían capaces de lograr. La parte positiva de este trabajo es que se rige por unas pautas repetitivas. Este proceso hace que interioricen la faena y adquieran facilidad para realizarla. Gracias a esto sienten mayor seguridad y les pica el gusanillo de probar cosas nuevas y de aprender. De hecho, algunos de ellos tienen trabajo fuera del obrador; como una de las chicas, quien, después de la jornada laboral, continúa su trabajo en la cocina de una escuela, a la que acuden más de 200 niños, dice sonriendo. Eso sí, cuando llega a casa se tumba en el sofá porque está agotada, aunque nadie puede obviar la felicidad que desprende.

El proyecto está abierto a nuevas familias y tiene intención de crecer para otorgar nuevas oportunidades a todo aquel a quien puedan abarcar. Juan Ma me comenta que, si se crearan más trabajos sociales, las administraciones no tendrían que gastar tanto en ayudas y los chicos no tendrían que pasarse todo el día en casa o frente a la televisión para ver pasar el tiempo sin ningún tipo de estímulo ni motivación. Gracias a este tipo de proyectos, estos chicos pueden obtener la oportunidad de integrarse en el entorno laboral, ganar confianza, relacionarse y aventurarse a probar otro tipo de faenas. La idea es que este empleo se convierta en un puente a nuevas oportunidades para personas menos capacitadas, para que puedan crecer y desarrollarse en otros ámbitos.

A pesar de su vertiente social, en Ordi Natura sienten una gran implicación en el proyecto que llevan a cabo y defienden un producto de categoría. Por ello, además de facilitar y mejorar la vida de un sector de la sociedad necesitado no olvidan la importancia de ofrecer la mejor calidad.

¿Con qué podemos combinar cada una de las semillas?

  • Las de canela y cacao son buenas para pasteles, frutas, helados o lácteos.
  • Las de limón para pescado, cremas de verduras y ensaladas.
  • Las de cebolla combinan con gazpacho, ensaladas, croquetas vegetales o tataki de carne o atún.
  • Las de jengibre para ensaladas y pescado.

También encontrareis un cóctel de semillas: con sésamo, lino, amapola, calabaza y girasol. Para ensaladas o cualquier momento.

Algunas recetas para poder degustar las semillas:

  • Crema de calabaza con taquitos de jamón y sésamo caramelizado con cebolla.
  • Bolitas de queso de cabra envueltas de sésamo con limón.
  • Pollo macerado en soja, limón, miel y ajo con sésamo al jengibre.
  • Mousse de aguacate, plátano, cacao, dátiles y leche de almendra con sésamo con canela.
  • Helado de plátano, matcha, azúcar de coco y sésamo con cacao y coco.

¿Dónde se puede encontrar Ordi Natura?

Este producto se encuentra en tiendas de barrio y mercados de Barcelona.

Comercio de proximidad

Venta online

En la feria Alimentaria se presentó el proyecto social RobinGood, en el que nuestros protagonistas participan. Una comercializadora se encarga de distribuir alimentos que provienen de empresas sociales. Su objetivo es aunar empresas que ayuden a personas con riesgo de exclusión social, ofrezcan productos naturales sin aditivos y cercanos, es decir recolectados, elaborados y mimados en nuestro entorno. El objetivo último de esta comercializadora es impulsar la idea de insertar un lineal en grandes comercios dedicado exclusivamente a productos de ayudas sociales. En ella encontramos empresas como Ordi Natura, Mi Olivo, Auara, El Rosal, Apadrina un Olivo, Casa Dalmases, Espigoladors, L’Olivera o Delícies del Berguedà.

No os perdáis el estand de Ordi Natura en el Cómo Como Festival (14,15 y 16 de septiembre de 2018 en el Port de Barcelona).

Glenn Cots

Graduada en publicidad y relaciones públicas, estudiante de dietética, divulgadora de nutrición y recetas saludables