¡Mes de cambios! La naturaleza nos trae la primavera, un tiempo de contrastes, días frescos, días calurosos, lluvias, sol… Incluso nuestro estado de ánimo puede ser cambiante, podemos pasar de estar irritables a alegres, de deprimidos a entusiasmados. El hígado y la vesícula biliar adquieren protagonismo; desde la medicina tradicional china se dice que son los órganos destacados en este tiempo, por lo que se trata de abastecerles de energía escogiendo los alimentos que más les favorezcan. Sabores ácidos y amargos son amigos del hígado (refrescan y revitalizan este órgano) y también alimentos de color verde, que limpian, purifican y ayudan a eliminar toxinas acumuladas en el invierno.
La dieta de este tiempo, entonces, estará enfocada en todos estos conceptos para conseguir liberarnos de toda la tensión, la irritabilidad y los “malos rollos”, y conseguir relajar la musculatura, propiciar un buen descanso, eliminar toxinas y sobrepeso, y tener una mayor claridad mental.
En el desayuno de este mes hay verde, desde luego. Ya es de sobras conocido que un buen smoothie verde es muy recomendable, pero también se puede alternar con este otro smoothie bowl que propongo. Antes de tomarlo, aconsejo beber en ayunas el medio vaso de agua tibia con zumo de limón, o un vaso de maceración de hierbas hepáticas que se pueden comprar en un herbolario: sólo hay que dejar una cucharada de hierbas hepáticas en un vaso de agua toda la noche, colar a la mañana siguiente y beber en ayunas. Si hay problemas con la histamina o se tiene alergia primaveral, hay que evitar beber el agua con limón y optar por las hierbas hepáticas.
Después, ¡ya te puedes preparar el smoothie bowl!
Sobre los ingredientes
Se puede utilizar la leche vegetal que se prefiera, pero hay que asegurarse de que no lleva azúcar.
La proteína en este caso es de chía, pero sirve cualquier otra proteína vegetal. Cuando añadimos algo de proteína a un desayuno como éste, por ejemplo, ayudamos a equilibrar la glucemia y conseguimos un plato más saciante.
El color verde lo obtendremos de otras hojas: las del té verde (matcha), que se obtiene de la hoja entera molida finamente, lo que permite obtener el 100% de las sustancias benéficas que contiene. Es un potente antioxidante: 130 veces más antioxidante que una taza de té verde “normal”; su capacidad ORAC (capacidad de absorción de radicales libres) es mucho mayor que, por ejemplo, las bayas (goji, açai y otras), la granada y el brócoli. También es rico en clorofila, fibra, vitamina C, cromo y magnesio. Se hizo muy popular entre los monjes budistas zen, quienes lo bebían en sus largas meditaciones; con ello conseguían mantener la alerta a la vez que favorecían la concentración y la claridad mental.
Por otro lado, hay estudios que le confieren capacidad termogénica, es decir, que podría ayudar a la combustión de las grasas cuando hay sobrepeso.
La receta
Para 2 raciones
- 1 taza y media de leche vegetal
- 2 cucharaditas de proteína de chía
- 2 cucharaditas de polvo de té matcha
- 2 cucharadas de frutos secos variados*
- ½ aguacate
- 2 plátanos
- Unas escamas de coco
Preparación
- Poner en el vaso de la batidora la leche vegetal, la proteína, el té matcha, el aguacate y 1 plátano. Triturar hasta obtener una textura cremosa.
- Repartir el smoothie en dos boles
- Cortar el plátano restante en rodajas y repartir la mitad en cada bol.
- Añadir las escamas de coco.
- Opcionalmente, agregar unas semillas de cáñamo y unos pétalos de flores comestibles, ¡para dar la bienvenida a la primavera!
*En caso de tener algún problema con los frutos secos por intolerancia o alergia, simplemente prescindir de ellos; es opcional.