En verano, cuando llega la hora de cocinar me resulta casi imposible utilizar los fogones. Como hay tanta temperatura en el ambiente, lo último que me apetece es añadir más. De todos modos, hay ciertos alimentos que me gusta comer cocinados también en verano. Es el caso de la remolacha, que, a pesar de que me encanta cruda, en verano la uso muchas veces cocinada como sustituto del cereal integral, legumbres o el boniato; es decir, como base de hidrato de carbono del plato. Lo que hago, pues, es comprarla en Biospace ya hervida y envasada al vacío, empleo la cantidad que necesito para la receta y entonces la vuelvo a guardar en la nevera dentro de un bote de cristal.
Teniendo en cuenta que la remolacha es la base del plato, miro qué tengo en la nevera y lo mezclo para hacer una buena ensalada. Intento que todos los ingredientes que compro en verano se puedan comer crudos, como el pepino, el calabacín, el tomate, el hinojo, el apio, la lechuga, el pimiento, el aguacate, las zanahorias, las espinacas, la rúcula, el perejil o cualquier tipo de col, por ejemplo.
En la receta “Crema de remolacha para purificar la sangre y el hígado”, que, por cierto, se puede comer a temperatura ambiente o un poco más fría ahora en verano, cuento las propiedades de esta hortaliza, así que hoy nos centraremos en ver qué beneficios tiene para la salud consumir hinojo, concretamente el bulbo.
Para preparar esta receta, pues, utilizaremos el bulbo del hinojo, ya que muchas veces es la única parte que podemos encontrar en la sección de verdura. Si tenemos la suerte de encontrar uno que tenga mucha hoja, lo podemos añadir a la cena “Buddha bowl de verduras” o bien a un batido verde o zumo verde. La parte del bulbo del hinojo tiene mucha fibra y se nota enseguida su efecto saciante. Como además tiene muy pocas calorías, es una hortaliza ideal para personas que quieren perder peso sin tener ansiedad por la comida o para quien siempre tiene mucha hambre. Parte de su contenido de minerales es el potasio, así que tiene un efecto diurético ideal cuando hay retención de líquidos, hipertensión y patologías como gota y artritis. Antiguamente, y espero que se siga haciendo actualmente, se recomendaba tomar hinojo a las mujeres embarazadas, no solo porque contiene ácido fólico, sino también porque se le adjudican propiedades para combatir las náuseas y el mareo, como el jengibre, por ejemplo. Pero dos de los beneficios que tiene consumir hinojo son, sin duda, que va bien para eliminar gases de los intestinos y que ayuda a hacer una buena digestión, por lo que se aconseja siempre cocinar las legumbres con un poco de hinojo. A este tipo de alimentos que ayudan a sacar gases y facilitan las digestiones los llamamos carminativos.
Aunque usaremos hinojo crudo, ahora en verano se puede saltear ligeramente, o hacerlo al vapor o hervido; y en invierno incluso se puede hacer al horno, que queda delicioso. Si no lo cocinamos aprovechamos más la vitamina B3 y la provitamina A y, por tanto, sus propiedades antioxidantes.
¡Vamos a preparar la receta!
Ingredientes
225 g de remolacha cocida (si está cruda se puede hervir sin piel y cortada unos 5 minutos)
140 g de hinojo
1/2 pepino
1 aguacate
2 puñados de espinacas baby
Zumo de medio limón
Sal marina sin refinar
Aceite de oliva extra virgen de primera prensada en frío
2 C de levadura nutricional
Preparación
Hacer una cama de espinacas baby en un plato.
Cortar la remolacha en trozos pequeños y repartir por encima de las espinacas.
Cortar el hinojo muy pequeño y añadir al plato.
Pelar y cortar el pepino y repartir.
Mezclar un poco.
En un bol pequeño, añadir el aguacate troceado, el zumo de un limón, un poco de aceite y sal. Mezclar todo.
Añadir la mezcla de aguacate encima del plato de verduras y remover un poco.
Y está listo para comer.
Como siempre, el plato permite variaciones, como por ejemplo añadir alguna semilla o fruto seco, germinados, chucrut, etc.
Todos los ingredientes se pueden encontrar en Biospace.