El pimiento rojo es muy rico en antioxidantes y vitamina C, incluso tiene tres veces más de esta vitamina que la naranja, pero deberíamos consumirlo con moderación porque es un tipo de verdura que, junto con las patatas, los tomates y las berenjenas, pertenece a la familia de las solanáceas y es rico en solanina, unas sustancias que son tóxicas si son ingeridas en cantidades de 2 a 5 mg por kilogramo de peso corporal. La solanina se acumula sobre todo bajo la piel de estas verduras, así que normalmente lo mejor que podemos hacer es pelarlas o asarlas. En este caso no lo hemos hecho porque queremos beneficiarnos de la vitamina C, que la matamos si sometemos el pimiento al fuego. Esta vitamina se vuelve más potente si la combinamos con alimentos ricos en vitamina E, como es el caso del aceite de oliva usado en esta receta. Muchas personas cuando comen pimiento notan que les repite, pero comido crudo y en pocas cantidades posiblemente lo digieran bien.
El pepino contiene un 96 % de agua y solo unas 20 calorías, así que es un alimento clave si queremos perder peso. Se utiliza también en menús depurativos porque ayuda a eliminar ácido úrico y a evitar la retención de líquidos, ya que tiene propiedades laxantes y porque limpia los intestinos de residuos fecales.
El cebollino es nuestra planta aliada si queremos eliminar toxinas, mejorar las digestiones, ganar energía, eliminar parásitos intestinales, combatir infecciones bacterianas y de hongos, estimular el sistema inmunitario, aportar clorofila a la dieta fácilmente y con un sabor agradable, bajar los niveles de colesterol o prevenir el envejecimiento celular. Es importante comprarlo fresco y trocearlo en el momento de consumirlo, ya que si no es así se pierden un poco las propiedades nutritivas que tiene.
El perejil es un superalimento que debería estar más presente en nuestra alimentación, ya que nos aporta una concentración de nutrientes elevadísima y es local, de kilómetro 0. Tiene mucha vitamina K, antioxidantes, minerales, vitamina A y C. De hecho, cuatro cucharadas de perejil aportan la cantidad diaria recomendada de vitamina C, y cuatro gramos aportan la dosis necesaria de vitamina K. Ahora bien, como también contiene muchos oxalatos, debe tomarse con moderación y las personas con tendencia a hacer piedras en el riñón es mejor que lo eviten.
Ya hemos hablado de los aguacates en otras recetas; son una fuente de grasas saludables ideales, sacian, pero a la vez se digieren con facilidad, ayudan a depurar y eliminar toxinas, se pueden comer en recetas dulces o saladas y tienen una textura ideal para aportar cremosidad a la alimentación. En esta receta te cuento 10 motivos por los que nutricionalmente es recomendable comer aguacate.
El aceite de oliva es importante que sea ecológico y de primera presión en frío. De los diferentes aceites vegetales que podemos consumir en una alimentación saludable (sésamo, lino, coco, aguacate, cáñamo, girasol, calabaza, nuez) es el que tiene más contenido en omega-9, un ácido graso esencial que ayuda a disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y accidentes cerebrovasculares, a aumentar el nivel de colesterol HDL (“bueno”) y a disminuir el nivel de colesterol LDL (“malo”), y también a facilitar la eliminación de placas acumuladas en las paredes arteriales, que pueden ser la causa de un ataque al corazón o accidente cardiovascular.
El ajo es un “alimento-medicamento”, gracias a sus propiedades antibacterianas, antisépticas, antibióticas, antiinflamatorias y vasodilatadoras. Además, tiene vitaminas C, A y del grupo B, es un antioxidante y ayuda a eliminar toxinas. Lo usamos para tratar infecciones y trastornos metabólicos, aunque hay personas que no lo toleran demasiado si su salud intestinal no es demasiado buena. Utilizar ajo en la dieta ayuda a reforzar el sistema inmunitario y subir las defensas.
El limón es muy conocido por ser un gran depurador, limpiador y a la vez por ser rico en vitamina C. Aunque tiene un sabor ácido, tiene un efecto alcalino en nuestro organismo y, además, ayuda a mejorar las funciones de eliminación de toxinas del hígado. En esta receta nos aportará frescura y un sabor muy agradable.
La pimienta negra también es un alimento rico en vitamina C y contiene muchos antioxidantes. Ayuda a prevenir la oxidación de las células, inhibe la proliferación de células cancerígenas y es antiinflamatorio, antiséptico y antibactericida. Además, sus propiedades pungentes van bien para estimular el metabolismo, activar la circulación de energía en el cuerpo y perder peso.
Ingredientes para dos raciones
- 1 aguacate maduro
- 1 pepino
- ½ diente de ajo sin el corazón para que no repita (opcional)
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen de primera presión en frío
- Zumo de medio limón
- Sal marina sin refinar
- Pimienta negra
- 300 ml de agua de calidad
- ½ taza de pimiento rojo troceado
- Perejil
- Cebollino
Preparación
1. Poner el agua en la batidora.
2. Pelar el pepino, trocearlo y añadirlo a la batidora.
3. Con la ayuda de un cuchillo, cortar el aguacate por la mitad de forma longitudinal, retirar el hueso, trocearlo y ponerlo también en la batidora, donde está el pepino.
4. Pelar el ajo, quitarle el corazón y aprovechar la mitad en caso de que lo toleremos bien, si no prescindiremos de él.
5. Añadir el zumo de medio limón, un poco de pimienta negra, sal marina sin refinar y el aceite de oliva.
6. Triturar todos los ingredientes hasta conseguir la consistencia suave y homogénea que deseemos.
7. Dejar enfriar en la nevera.
8. Servir con un poco de pimiento rojo, perejil y cebollino.
9. Reservar el pimiento rojo que quede para ir su añadiéndolo mientras comemos la crema.
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