Cuando una mujer se queda embarazada, a menudo nota como sus niveles de energía bajan. Además, muchas veces necesita suplementar la alimentación con ácido fólico (vitamina B9), un nutriente fundamental para prevenir defectos en el tubo neural y que ayuda a producir células sanguíneas cruciales para el rápido crecimiento que experimentan tanto la placenta como el feto.
Algunos alimentos ricos en ácido fólico son precisamente las verduras de hoja verde, como las espinacas, poco cocinadas o crudas, la quinoa, las legumbres, las frutas, los cereales integrales, los frutos secos y las semillas oleaginosas, como las de sésamo que lleva este plato.
La quinoa, además de contener muy ácido fólico, también tiene vitaminas E y del grupo B. Además, posee una buena proporción de minerales como el calcio, hierro, magnesio, fósforo, potasio, manganeso, cobre y zinc. Además, al ser un alimento con bastantes proteínas e hidratos de carbono de absorción lenta, es ideal para personas que tienen más desgaste físico, como las embarazadas, los deportistas, los niños y la gente con mucho estrés y desgaste mental y emocional.
Las espinacas mejoran el cansancio y la falta de energía porque tienen muy coenzima Q10, una molécula indispensable, también conocida como ubiquinona, que a menudo fabricamos en poca cantidad por culpa de una alimentación incorrecta, el estrés, el tabaco, el alcohol o los fármacos. También aportan hierro, mineral que se debe incrementar en esta etapa.
La tahina es la pasta de sésamo, por tanto, proviene de una semilla oleaginosa y es rica en ácido fólico. Además, después de las algas, las semillas de sésamo son el alimento más rico en calcio.
El paté de umeboshi tiene las propiedades de la ciruela que le da el nombre. Combate el cansancio y la fatiga crónica, mejora las digestiones, ya que favorece la secreción de jugos gástricos, y va bien en casos de náuseas y vómitos.
La cebolla también es rica en ácido fólico. También contiene hierro, fósforo, vitamina E, hidratos de carbono y potasio. Durante el embarazo es habitual que algunas mujeres tengan ganas de comer cebolla, mientras que otras no soportan su olor o les produce molestias estomacales. En principio, la cebolla cruda no está contraindicada en el embarazo, pero un consumo excesivo puede producir flatulencia y ardor. Por ello, si hay tendencia a tener gases intestinales, recomiendo un consumo moderado o tomarla cocida, ya que se digiere mejor. En cambio, si hay estreñimiento, la cebolla puede ayudar a combatirlo.
Ingredientes para hacer la ensalada:
- hojas de espinacas frescas
- quinoa
- ceba deshidratada
- paté de umeboshi
- tahina (pasta de sésamo tostado)
- agua
Hervir la quinoa unos 20 minutos (ver etiqueta del fabricante) con agua y sal.
Para preparar la salsa:
- una cucharadita rasa de paté de umeboshi
- 4 cucharadas llenas de tahina tostada
- agua caliente, que añadiremos poco a poco mientras trituramos y dejamos la consistencia que queremos
Emplatar las espinacas, añadir la quinoa con la salsa ya mezclada y también la cebolla deshidratada por encima.
¡Buen provecho!