La definición
Hay que empezar por el principio. Si consultamos la definición de suplemento alimentario en la enciclopedia leeremos lo siguiente: Producto alimentario que se toma por vía oral y que tiene la finalidad de suplementar la dieta habitual. Suele consistir en un concentrado de nutrientes, habitualmente vitaminas y minerales, u otras sustancias con efectos fisiológicos (extractos de plantas, aminoácidos, enzimas, etc.). Se comercializa en diversas dosis y se presenta en diferentes formatos, como pastillas, cápsulas, ampollas, sobres, etc., aunque también se puede encontrar en forma de alimento, como por ejemplo barritas o jugos. Se administra para corregir la deficiencia nutricional de los individuos que se alimentan de manera insuficiente según sus necesidades energéticas y plásticas. Todos los suplementos alimentarios son regulados por ley y deben estar etiquetados correctamente según la normativa vigente.
Esta es una nueva sección dirigida a los deportistas que desean mejorar su rendimiento con un tratamiento tan natural, sencillo y eficaz como una buena alimentación. No hablaremos solo directamente de las propiedades de los alimentos, sino, sobre todo, de los suplementos alimentarios. ¿Qué son? ¿Qué beneficios aportan? ¿Por qué son necesarios?
De entrada, queremos subrayar que los suplementos alimentarios de los que queremos hablar son naturales, sin embargo –y esto es muy importante–, nunca deben sustituir una dieta equilibrada. Como indican, son suplementos.
Pongamos el caso de una persona que sigue una dieta rica y que, por lo tanto, come habitualmente pescado azul (fuente principal de ácidos grasos omega-3), verduras de hoja verde (fuente principal de minerales), frutas y verduras rojas, naranjas y lilas (fuente de antioxidantes) y frutos secos y fruta desecada (fuente de omega-3 y omega-6, de vitamina E, vitaminas del grupo B, minerales y oligoelementos). Supuestamente, este personaje come de forma bastante equilibrada, pero hay varios factores que pueden alterar este equilibrio, como el ritmo de vida intenso, el estrés, las dietas, el tabaco o la polución, por citar solo algunos ejemplos.
Por este motivo, en los últimos años, ha habido mucho interés en hallar suplementos naturales que protejan al cuerpo de los déficits originados por factores externos. Como es evidente, si una persona bien alimentada también hace deporte de manera regular –sea en el nivel que sea–, necesitará unos suplementos específicos para compensar el déficit de algunos nutrientes.
En todos los casos, un suplemento debe actuar básicamente a tres niveles:
- Previene y corrige la falta de algún nutriente.
- Ayuda a alcanzar los niveles óptimos y adecuados de ciertos nutrientes que, a pesar de hacer una dieta equilibrada, por las razones que sea, no logramos suministrar al cuerpo en la cantidad que necesita.
- Ayuda en el proveimiento celular de sustancias que, a priori, las células no requieren, pero que les suministramos para alterar su comportamiento y obtener, así, un rendimiento mejor.
Por lo tanto, podemos concluir que, evidentemente, la alimentación siempre debe ser adecuada a nuestras necesidades y debe proporcionar al organismo todo lo que necesita para funcionar correctamente; ahora bien, en determinados momentos y situaciones de la vida, puede ser fundamental suplementar la alimentación con productos naturales que nos aporten lo que nos hace falta.