Paloma Quintana, dietista-nutricionista y tecnóloga de alimentos, es una apasionada de la vida sana y el ejercicio físico. Pasa consulta en presencial en Valencia y también online. Su especialidad es la nutrición deportiva, aunque también ayuda a mucha gente que busca mejorar los hábitos alimentarios. Demás, da charlas y talleres sobre educación nutricional.

Más de cuarenta mil personas siguen su cuenta de Instagram –@nutricionconq, desde la cual divulga sus conocimientos en nutrición y en la que podemos encontrar inspiración de recetas y platos saludables para comer en el día a día.

Paloma es una de las grandes apuestas del próximo Cómo Como Festival, que este año organizamos el sábado 30 de noviembre en el campus de la Ciutadella de la UPF. En su charla, “Cómo como para merecer esto”, hablará de la pérdida de grasa, de la insatisfacción corporal y de cómo abordarla en consulta.

Paloma, eres dietista-nutricionista pero también estás licenciada en ciencia y tecnología de los alimentos. ¿Qué te llevó a estudiar estas dos carreras universitarias?

Estudié Nutrición Humana y Dietética por curiosidad; me gustaba muchísimo y se sabía muy poco. Fue una especie de “llamada” cuando la vi entre las opciones al finalizar selectividad, pero no la primera. Por un lado, quería dedicarme a algo más relacionado con el ejercicio físico; veía un sueño que mi profesión estuviese ligada al mismo. Por otro lado, mi vinculación con la pintura y el arte desde pequeña me llevó a que mi primera opción fuera Bellas Artes, pero justo antes de empezar el curso, di un giro, y cambié a Nutrición.

Cuando terminé la titulación, sentí que quería saber más sobre este campo, y lo que teníamos más al alcance era la licenciatura en Ciencia y Tecnología de los alimentos. Se estudiaba en mi misma facultad y los profesores nos animaban a completar la formación con esta segunda titulación. A mí, por aquel entonces, me apasionaba más el mundo del “alimento” que el de la “dietética”.

¿Cómo se complementan estas dos materias en tu día a día?

Bajo mi punto de vista, estudiar más sobre un campo es un plus y, en mi caso, fue un complemento muy bueno. Hay cosas que me han sido muy útiles a la hora de abordar mi trabajo en consulta: adquirí más conocimiento sobre el procesado de los alimentos, su cultivo, su microbiología, su tecnología, historia de la industria alimentaria, marketing, economía empresarial, y todo eso, queramos o no, está totalmente presente en nuestra alimentación actual.

Son cuestiones que no se estudiaban en la carrera de nutrición, que está mucho más enfocada a materias básicas como bioquímica, química, anatomía, fisiología, otras más sanitarias como fisiopatología, indispensable para el trabajo en consulta, pero para la práctica en dietética y educación nutricional, me ha venido genial el conocimiento de las materias mencionadas en tecnología.

Por otro lado, al ser una carrera un poco más exigente, me dio cierto grado de madurez a nivel académico, al igual que mi máster y TFM. El estudiar y el modelo de investigación científica, ya visto con más años de estudio, me aportó nuevas miras.

¿Te ha interesado desde siempre el campo de la alimentación?

Sí, aunque yo no lo supiera. He reflexionado mucho sobre ello, y no exagero cuando digo que todo se lo debo a mi madre. En la primera infancia no comía muy bien; y mi madre, que por cuestiones personales y familiares se interesó mucho por el cuidado más “natural” de la salud, se preocupó por la alimentación y el estilo de vida de una forma muy especial. Esto está en mis primeros recuerdos: verla cuidar los alimentos de toda la casa, pero sobre todo su propia alimentación, su actividad física diaria, su recelo a la hipermedicación y sus explicaciones.

Como anécdota, está mi famosa pregunta mirando con mala cara el plato cuando no quería comer algo –que era a diario–: “Mamá, ¿y esto que tiene de bueno?”. Ella, pacientemente, me explicaba sobre los nutrientes de los alimentos y la importancia de incorporarlos, pero también hacía hincapié en lo agradecida que debía estar de que mi madre me hubiera podido preparar una comida tan saludable. Porque eso sí, la base de mi alimentación fueron todo tipo de vegetales y frutas, legumbres, huevos, pescados, carnes… Ella ponía en práctica el Baby Led Weaning cuando probablemente aquí ni existía, jamás nos hizo comidas especiales. Comíamos alimentos básicos, vivíamos en un pueblo pequeño entre semana en el que no había supermercados con ultraprocesados. Y con respecto a refrescos y “chuches”, recuerdo que nos decía: “Eso no os gusta”, fin.

Como veis, crecí teniendo presente la importancia de la alimentación en la salud; nunca ha sido nada nuevo para mí.

Hoy en día, sobretodo a través de Internet, podemos oír hablar de muchos tipos de alimentación: paleo, vegana, vegetariana, cetogénica… ¿Te identificas con alguno?

La verdad que la primera vez que leí sobre el concepto “comida real” en algunos artículos en inglés hace unos cinco años, me sentí muy identificada. Posteriormente lo veía siempre vinculado a la dieta paleo, y me parecía muy coherente; por ello, se me ha vinculado a ese término. No me gusta que se utilice como un dogma, pero sí que sean las bases bien entendidas de lo que sugiere el comer de una forma más coherente con nuestra evolución.

Por todo esto, me tatué “Real Food” dentro de un par de zanahorias –¡Ja, ja ja!–, ya que simboliza para mí una forma de alimentarse mucho más simple y práctica.

Más recientemente se me vinculó también al concepto de dieta vegetariana, ya que me interesé por este modelo de alimentación más sostenible y del que teníamos tan poca formación de base para asesorar bien a los pacientes.

Sea cual sea el nombre o etiqueta que se quiera dar a un modelo de alimentación, mi premisa es basar la alimentación en plantas, incluir proteína de calidad y, en nuestra cultura, aceite de oliva virgen extra como grasa principal. Pero todos estos modelos deben ir acompañados de mucho más: estilo de vida, hábitos más sostenibles y saludables…

“Sea cual sea el nombre o etiqueta que se quiera dar a un modelo de alimentación, mi premisa es basar la alimentación en plantas”.

¿Qué es para ti una alimentación saludable?

La que nos permite mantener un estado de bienestar físico, mental, social, acorde a nuestra circunstancia, consciente y responsable, con nosotros y el entorno.

Llevas unos cuantos años pasando consulta. ¿Qué tipo de paciente sueles tratar de forma más habitual?

Mi actividad, al inicio, estuvo vinculada al mundo del fitness y algunos otros colectivos de deportistas. Hoy, aunque sigo llevando a deportistas, me apasiona el mundo del deporte pero sobre todo “cuidar del deportista”. No obstante, lo que más recibo son personas con un deseo de mejorar su estilo de vida. La población empieza a entender que los beneficios de cuidar la dieta son innumerables, pero se siente perdida a pesar de toda la información –en exceso– y necesita una guía en la que confiar. Vivimos en un mundo exigente y pedimos menos ayuda que nunca.

Hay muchas personas que cuando quieren hacer dieta con un objetivo deportivo buscan pautas por Internet, preguntan al entrenador o se dejan asesorar por un compañero del gimnasio. Pero esto es un error, porque siempre se acaban propagando mitos y se cometen errores. ¿Por qué es importante acudir a un dietista-nutricionista cuando queremos mejorar el rendimiento deportivo? ¿Qué nos puede aportar más allá de llevar una alimentación saludable?

Francamente, la titulación es importante y siempre voy a defender que se exija a la hora de recibir un asesoramiento dietético, pero la verdad es que, aunque la mayoría de la información en Internet en materia de nutrición puede estar tergiversada y ser confusa, puede haber buena información que esté en manos de personas sin titulación. No obstante, es un riesgo. Cuando acudes a un dietista-nutricionista te aseguras de que tiene una base en fisiología y bioquímica y de que puede responder mejor a tus necesidades, y lo más importante, te permite entender mejor y con cierto criterio esa información extra.

¿Qué opinas de todos los suplementos del mundo deportivo?

El mundo de los suplementos deportivos es un negocio enorme en el que se comercializan infinidad de compuestos innecesarios que juegan con alegaciones exageradas. El problema es que están mezclados con algunos que sí tienen cierto interés y podrían ser útiles. Realmente hay suplementos deportivos que pueden ser una ayuda: vitaminas y minerales concretos para usar frente a alguna deficiencia o circunstancia concreta; alimentos en polvo en formatos muy cómodos para necesidades especiales; suplementos como la creatina, muy seguros y probados con respuestas positivas para la salud y el rendimiento en la mayoría de personas; otros que ayudan a disminuir el estrés y a mejorar el descanso y, por tanto, también de forma indirecta, el rendimiento y la salud.

En el caso de los suplementos recomiendo ser muy cauto y preguntar a un dietista-nutricionista especializado que explique en cada caso si merece la pena un suplemento u otro.

Dentro de la nutrición deportiva, ¿cuál es el mito más frecuente entre los pacientes?

Uf, ¡es difícil elegir solo uno! Diría el de: “Los batidos de proteína me ponen muy fuerte”. Es un mito muy extendido y, si bien es cierto pueden ser una ayuda porque son una forma cómoda de aumentar la proteína y, concretamente, el aporte del aminoácido leucina y activar determinadas vías de síntesis de proteína muscular, si no hay un entrenamiento adecuado y una ingesta adecuada de calorías y nutrientes, por sí solos no harán nada o casi nada.

Podemos encontrarte en diferentes canales de comunicación: Instagram, Twitter, Facebook… ¿Son las redes un buen medio de divulgación en el ámbito de la nutrición?

A mí personalmente me ayudaron mucho a conocer a compañeros y amigos de los que aprendí y aprendo muchísimo, a mantenerme actualizada de forma sencilla, a darme a conocer y a mostrar mi labor. Pero también tiene su gran lado negativo: las redes están saturadas de información de todo tipo, a veces consumen en exceso nuestra energía y tiempo, por eso, el buen uso de las redes en el ámbito profesional es nuestra nueva asignatura.

En el Cómo Como Talks impartirás una charla bajo el título "Cómo como para merecer esto". ¿Qué nos contarás?

Hablaré más concretamente de la pérdida de grasa, de la insatisfacción corporal y de cómo se aborda en consulta. Intentaré aportar claridad, consciencia sobre el problema de cómo nos alimentamos y la mala composición corporal en la que estamos derivando y, sobre todo, cómo solucionarlo, estrategias para empezar a actuar. La inmensa mayoría de las personas que acuden a mi consulta que no son deportistas quieren cambiar su físico. ¿Qué puede hacer un dietista-nutricionista por ti? Más bien, ¿qué puedo aportarte yo?

¿A quien le puede interesar?

Cómo te comentaba, creo que la alimentación en relación con nuestro porcentaje de grasa corporal y estado de salud en general interesa a todo el mundo. Puede ser una forma práctica de tomar conciencia y, si ya la tienes, reforzar e incluso tratar cuestiones que quizá no considerabas, incluso, si ya se es dietista-nutricionista, poner en práctica estrategias parecidas. Cuidar la alimentación debe ser un placer, y vernos y sentirnos mejor, un merecido regalo. Disfrutémoslo.

Gina Estapé
Gina Estapé

Dietista-nutricionista y creadora del Instagram y del blog My Healthy Bites.

  @ginaestape   @myhealthybites