El hijo cumple seis meses, la madre ya ha tenido que volver a trabajar, y el pediatra aconseja que le prepare un puré de cereales por la mañana. Empiezan las dudas: ¿Qué cereales? ¿Cuáles son los mejores? ¿Con gluten o sin gluten? ¿Y cómo se hace?
La pediatra, homeópata y médico naturista Gemma Baulies recomienda que, justo a los seis meses, los cereales sean sin gluten. Así que el arroz, el maíz y la quinoa pueden ser una buena opción. A partir de los siete meses, ya pueden ser con gluten. “Ahora se introduce pronto en la alimentación infantil porque se ha comprobado que la lactancia materna es un factor protector de la celiaquía”.
Así pues, a partir de los siete meses, pueden tomar avena, espelta, kamut, centeno, cebada; es decir, cereales que no hayan sido manipulados genéticamente, que no sean transgénicos y que, además, sean naturales y ecológicos. “Será la primera vez que el pequeño enfrentará su organismo a esta comida; por esto debe ser tan pura como sea posible”, subraya la pediatra. “No sabemos de qué manera las sustancias manipuladas, como los transgénicos, afectan al organismo de las personas. Se ha dicho que podrían provocar alergias; no se sabe”.
Por otro lado, los cereales se pueden preparar en casa: tanto la avena, el kamut como los otros, y también el arroz, se pueden hervir en casa, triturar, pasar por un pasapuré y, después, con un líquido, hacer un puré. “El líquido para hacer el puré de cereales puede ser la leche materna o también un caldo vegetal, por ejemplo”. Si optamos por comprarlos, “encontraréis preparados de cereales para bebés a las tiendas de cultivo ecológico; hay de diferentes marcas, como Biocrecimiento, Triguero, Holle y otras”. Baulies recomienda, no tanto la marca, sino que lleve el sello de certificación de cultivo ecológico.
Anna Vilaginés, experta en alimentación y bióloga, recomienda también empezar a los seis meses con cereales ecológicos sin gluten, como el mijo, que es muy rico en hierro, el maíz y el arroz. “Podemos alternar integrales y no integrales”. Un mes más tarde, se pueden introducir los cereales con gluten, pero uno por uno, no mezclados. Es decir, un día, el trigo; otro, la espelta; otro día, la avena; y a partir de aquí, cuando ya los haya probado todos, hacer preparaciones multicereales. “Sobre todo nos debemos asegurar que no lleven azúcares añadidos”. A la hora de nombrar una marca, Vilaginés menciona Holle.
Finalmente, Betlem Menéndez, experta en seguridad alimentaria, asegura que los cereales de bebés no llevan azúcares añadidos, “ni solamente los de marcas más conocidas del mercado”; y es así porque la normativa con alimentos infantiles es muy estricta. “Los bebés son un colectivo muy vulnerable; por consiguiente, están protegidos en seguridad alimentaria”.