Lo publicaba en portada ya hace unos años el periódico inglés The Daily Telegraph, que lo revelaba como gran conclusión de un estudio que acaba de hacer entre los estudiantes de primaria, algunos de los cuales tenían cinco años.
Al hecho de consumir bebidas con cafeína, se añadía el que las criaturas miraban la televisión más de dos horas al día. De manera que los dos factores se situaban como causantes de los problemas de sueño. La dietista del estudio, Lisa Renn, alertaba de que los dos tipo de cola que existían en el mercado contenían 95 mg de cafeína. “Si tenéis en casa, se pueden ofrecer a los niños en una situación muy excepcional u ocasional, pero no diariamente ni como sistema”, afirmaba.
La dietista consultada en el estudio prohibía absolutamente ofrecer las bebidas de cola para desayunar. “Les hará estar cansados durante todo el día, y, además, les provocará problemas para concentrarse.”
El artículo finalizaba con unos consejos para los padres, para que tuviesen alternativas a la hora de convencer a sus hijos de que no debían tomar. “Le debéis decir que sabéis que les gustan las bebidas de cola, pero que no son buenas para su edad.” Y al mismo tiempo, recomendaba que les planteasen otras alternativas más saludables.
“Os debéis mantener tranquilos y seguros en vuestra decisión, y no debéis cambiar de opinión por más que se enfaden”, concluía el estudio, que se publicó también en la revista Journal of Child And Pediatric Health.
La noticia inglesa no está tan lejos de nuestra realidad. He ido a fiestas en las que a los niños les dan botellas grandes de bebidas de cola y de gas como si fuera agua. Barra libre, porque es fiesta.
En los Estados Unidos, una marca famosa de cola emitió anuncios en los que aseguraba que quería poner remedio a la obesidad creciente del país. El periodista Antoni Bassas publicaba una fotografía del anuncio de los periódicos. Curiosamente, la marca de cola no mencionaba nada más. La obesidad es uno de los tantos efectos que provocan estas bebidas.
Hay muchos más, como los que reveló el estudio publicado por The Daily Telegraph y como los que también he escrito en “Bébete la vida, no la cola” para Soycomocomo.
Retomo el tema, una vez más, porque tengo la sensación de que en mi entorno cada vez estas bebidas están más presentes.