La neonatóloga Ana Martín Ancel, del Hospital Sant Joan de Déu, afirma que la lactancia materna y la lactancia artificial no están al mismo nivel, como si tuviera que ser una cosa o la otra. “La primera opción, siempre, tiene que ser amamantar; la segunda sólo tendría que aparecer en casos excepcionales, como por ejemplo enfermedad de la madre, e incluso así hay alternativas”. Algunos de los casos excepcionales que la doctora menciona podría ser si la madre tiene el sida. “Entonces, en los países del Primer Mundo, recomendaríamos la leche artificial, pero si la madre viviera en el Tercer Mundo, los médicos le recomendarían que amamantara porque protegerá más al niño de infecciones mortales en su país, como por ejemplo gastroenteritis”.
Científicamente, se han comprobado los perjuicios siguientes para los niños alimentados con leche artificial, continúa Ana Martín Ancel:
1) Los bebés alimentados con leche artificial presentan más riesgo de tener procesos infecciosos y alergias alimentarias.
2) Hay más riesgo de muerte súbita.
3) Hay más propensión a otras patologías, como por ejemplo presión arterial más alta, colesterol en sangre más elevado, obesidad, diabetes tipo 2 (enfermedades con riesgos cardiovasculares, en general).
4) Hay un retardo en el desarrollo psicomotor y unos coeficientes intelectuales inferiores.
Para la madre que amamanta también hay unos beneficios comprobados:
1) Durante el postparto inmediato, el útero se contrae más rápidamente y, por lo tanto, disminuye el riesgo de hemorragia y de posible anemia de la madre.
2) A largo plazo, la madre tiene menos riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer de mama. Cuanto más meses de lactancia, menos riesgo.
3) También hay menos riesgo de fracturas, a pesar de que pueda parecer una contradicción porque durante la lactancia materna las reservas de calcio de la madre disminuyen, pero luego se recuperan. A largo plazo, pues, el riesgo de patologías óseas es inferior.
Por su parte, el pediatra Álvaro Díaz, vocal de Relaciones Exteriores de la Sociedad Catalana de Pediatría, resalta las inmunoglobulinas que tiene la leche materna y que nunca tendrá una leche artificial. “Son lo que popularmente se denominan defensas, que protegen al bebé de infecciones”. Hay que tener en cuenta que las vacunas no hacen efecto hasta que el bebé tiene seis meses e incluso hay otros que no hacen nada hasta que tiene un año. “Por eso, la lactancia materna tiene que ser exclusiva hasta los seis meses, porque es el tiempo que la leche está protegiendo al bebé”.
Otros elementos que tiene la leche materna y que no tiene la leche artificial es la leptina, oligoelementos que favorecen el crecimiento y el desarrollo del sistema nervioso del lactante. Además, la leche materna se va adaptando a las necesidades del bebé. “La primera leche, el calostro, es esencial, porque tiene mucha calidad, está muy concentrada en proteínas, y por eso es fundamental para el bebé”.
La Sociedad Catalana de Pediatría declara que no le gusta que los botes de leche artificial se den a conocer como “leche maternizada”, porque no es una “leche materna”. Es otro tipo de leche, que ciertamente cada vez imita más a la materna, pero que nunca será exactamente igual.
10 Argumentos a favor del pecho
Según Alba Padró, asesora de Alba Lactància Materna y IBCLC (asesora de lactancia certificada):
1. La composición de la leche materna varía y sigue el ritmo de crecimiento del niño
2. Promueve el buen desarrollo de la estructura facial
3. Promueve un mayor coeficiente intelectual
4. Mejora el desarrollo del cerebro
5. Mejora el desarrollo emocional
6. Favorece la introducción de la alimentación complementaria
7. Para las madres, ayuda a contraer el útero en el postparto
8. Hay menos riesgo de tener depresión postparto
9. Implica una recuperación más rápida de la figura
10. La lactancia hace que las madres se sientan bien, las hormonas producidas durante el amamantamiento producen endorfinas que crean una sensación de relax
Argumentos a favor del biberón
1. Puede participar el padre y otros miembros de la familia
2. Permite que la madre tenga más libertad de movimiento
3. La madre puede incorporarse al trabajo más pronto
4. Se puede controlar y medir exactamente qué cantidad de leche toma
5. Las madres se pueden vestir como quieran
6. Pueden descansar más por la noche, porque no se tienen que levantar siempre ellas
7. Los pechos no duelen