“Los comedores escolares no sirven alimentos, sino productos de la industria alimentaria”. Así de contundente es la cocinera Nani Moré, que decidió realizar el documental ‘El plat o la vida’ para denunciarlo. “Las familias cuelgan el menú de la escuela en la nevera, y ya está”. Como, además, cada fotocopia del menú asegura que hay un dietista que lo supervisa, pues ya está. Ahora bien, “¿por qué los padres no se fijan en el panga que sirven como pescado para sus hijos?” O “¿por qué no se fijan que las barritas de pescado serán un producto congelado, proveniente de la industria alimentaria y no un alimento?”. “Sinceramente”, continúa Moré, “el panga, por muchas inspecciones que pase, no debería ser considerado un alimento”.
Que no te den panga por pescado
La cocinera Nani Moré hace pedagogía de los alimentos entre las familias con el documental El plat o la vida. Por el momento una pequeña cata de sus explicaciones: Panga, ¿producto o alimento? Es algo que se come bastante habitualmente en los comedores escolares.
Nani Moré ha gestionado comedores escolares y asegura que es posible hacerlos saludables. “El problema es que hay muchas escuelas que ni se lo plantean, porque buscan solo un precio económico”. Si para lograr reducir gastos, hace falta comprar congelados y ahorrarse cocineros, pues lo hacen. Así pues, no hay calidad en la materia prima. Del brócoli que sirvan “ni sabrán el recorrido que ha hecho, la cantidad de horas que ha pasado desde que ha sido cosechado hasta que ha llegado a la cocina de la escuela”. Pero es que ni las escuelas ni las familias se dan cuenta de que, apostando por esta idea, no se potencian los alimentos próximos ni todo lo que comporta –campesinos, comercios próximos.
En cambio, un comedor saludable compra verdura fresca, de proximidad y recién cosechada. Un comedor saludable rompe el tópico de primero, segundo y tercer plato. “Se cocina un primero y un segundo, o bien un plato único completo y postres”. Por ejemplo, “garbanzos con pasta de verdura y, de postres, un yogur ecológico natural servido en un vaso. El pescado, fresco, y de la costa catalana, y también carne de calidad; siempre que hay proteína animal; de primero hay verdura”.
En conclusión, las familias que pagan un servicio de comedor para sus hijos deben ser exigentes. “No pagamos para que abran bolsas y frían”. La cocinera Nani Moré reivindica el papel de los profesionales cocineros y de la alimentación real, alejada de la industria. Y sobre todo “lo que más me gustaría es que las familias se planteen la duda, que piensen en ello”. Para más información: http://www.menjadorsecologics.cat/