¿Qué es un estrés geopático?
Una geopatía (geo = tierra y patia = pathos = enfermedad) se puede definir como un conjunto de influencias nocivas provenientes del subsuelo y que pueden perjudicar la salud de las personas que viven (y sobre todo que duermen) o trabajan en estos lugares afectados.
Estas influencias nocivas pueden ser de varios tipos:
De origen natural:
- Desequilibrio telúrico: emanaciones energéticas de sistemas reticulares como la red de Hartmann o Curry, entre otras.
- Corrientes de agua subterránea
- Fallas o fisuras y roturas de las capas terrestres
- Emanaciones de gas subterráneo
- Contaminación radioactiva
De origen artificial:
- Contaminación eléctrica (líneas de alta tensión, transformadores, instalaciones domésticas)
- Contaminación electromagnética (telefonía móvil, Wi-Fi, y nuevas tecnologías)
La Geobiología es la ciencia que estudia la relación y los efectos que producen las radiaciones telúricas sobre los seres vivos.
Todas estas influencias pueden crear un ambiente desvitalizado que hará disminuir la capacidad adaptativa y defensiva del organismo y, en determinados casos, puede aumentar síntomas y enfermedades.
El ser humano no depende solo de la alimentación y del oxígeno que respira, sino que en el universo hay una energía sutil que estructura y anima a todos los seres vivos y a la misma tierra.
En civilizaciones antiguas, como la egipcia y la china, conocían y tenían en cuenta estas radiaciones emanadas por la tierra y construían edificios saludables de acuerdo con lo que se encontraban. Actualmente también se imparten cursos de postgrado en Geobiología y Salud del Hábitat en las universidades (Ramon Llull, UPC de Barcelona y otras) para arquitectos e ingenieros.
Como puede afectar un estrés geopático a mi fertilidad?
Cualquier tipo de geopatía afecta nuestra salud, ya sea de origen natural (como las líneas Hartmann o Curry) como artificial (como los teléfonos inteligentes).
Un estudio reciente (1) demuestra que llevar un teléfono encima disminuye la fertilidad masculina: si se lleva en el bolsillo puede estar dañando la calidad del esperma. Los campos magnéticos producidos por estos teléfonos provocan una degeneración del ADN de las células.
Las geopatías perjudican los procesos bioquímicos y energéticos del cuerpo humano, y afectan principalmente el sistema inmunitario, nervioso, endocrino y hormonal.
Del mismo modo, estar expuesto a una vibración energética telúrica o de aguas subterráneas puede causar una despolarización en el campo de nuestras células.
Según las investigaciones del Dr. Ernst Hartmann, la emanación energética que la tierra emite hacia la atmósfera se organiza en redes cuadriculadas de energía telúrica (llamadas líneas Hartmann). El Dr. Curry, junto con el ingeniero S. Wittmann, detectó una red en sentido oblicuo mayor que la red Hartmann y orientada diagonalmente respecto a esta (líneas o red Curry). Las dos redes actúan como multiplicador del campo de energía terrestre, y la red Curry quizá tiene menos intensidad radioestésica que la red Hartmann pero es mucho más dañina.
Si en la cama, donde pasas 8 horas cada noche, pasa por tu cuerpo una de estas líneas o, aún peor, el cruce de las dos, los efectos son especialmente virulentos para la energía de tus células. En medicina china este tipo de geopatía es de tipo Yang.
Por otra parte, el roce de una corriente de agua subterránea contra las paredes de piedra produce un campo con carga electrostática que, debido a la escasa conductividad de la tierra, se produce en la superficie terrestre con signo contrario, creando así un condensador natural. El cuerpo humano cuando se encuentra dentro de un campo de carga electrostática intenta compensar este desequilibrio. En medicina china este tipo de desequilibrio es de tipo Yin.
Las geopatías perjudican los procesos bioquímicos y energéticos del cuerpo humano, y afectan principalmente el sistema inmunitario (cáncer, enfermedades reumáticas, etc.), nervioso (insomnio, irritabilidad, estrés), endocrino y hormonal (infertilidad por causa desconocida y abortos recurrentes).
* Historia real: Elena Janer
“Os contaré un poco mi experiencia con las geopatías:
Hace tres años, cuando decidimos ir a buscar nuestro segundo hijo, estábamos seguros de que sería tan rápido como con el primero. No hubiéramos imaginado nunca lo que nos iba a tocar pasar. Sin embargo, gracias a eso ganamos en salud, así que todavía podemos sentirnos afortunados.
En el año 2012 me sometí a tres tratamientos in vitro ICSI. Con nuestra primera hija me quedé embarazada al primer intento pero esta vez no fue así: tuve dos negativos y un positivo que acabó con aborto a las 8 semanas.
En aquellos momentos necesitaba entender e investigar qué me estaba pasando, ya que la respuesta ovárica y la calidad de los embriones eran excelentes, pero fallaba la implantación…
¡Cristina me detectó geopatía! Por suerte no era la primera vez que oía hablar del tema. No dudé en contratar los servicios de un perito técnico para analizar la “salud” de mi casa a través de una prospección geobiológica.
Cuando nos analizaron la casa, detectaron afectación de alta y baja frecuencia: líneas geomagnéticas telúricas Hartmann, campos y ondas electromagnéticas procedentes del exterior, radiaciones por agua subterránea, etc. que podían perjudicar gravemente nuestra salud. Pasaban precisamente por el cabezal de la cama de mi hija (se movía mucho a medianoche), la cabeza de mi marido (tenía fuertes migrañas) y la gran sorpresa fue la de mi lado de la cama… una doble línea me afectaba el abdomen.
En ese preciso momento entendí perfectamente la razón de todas las molestias que tuve en mi primer embarazo, cuando en el sexto mes y para estar más cerca del lavabo me cambié de lado de la cama. Creía que sufría las típicas molestias de un embarazo pero fue justo entonces cuando empecé a tener fuertes dolores abdominales y unas contracciones que acabaron con un parto de urgencias tres semanas antes de tiempo por sufrimiento fetal.
También entendí que el aborto podría haber sido causado por la geopatía sobre mi abdomen… o quizás no, nunca lo sabré del todo. Lo que sí creo es que desde que resolvimos la geopatía hemos podido comprobar algunos cambios:
Las plantas, que nunca nos habían vivido más de tres días, ahora siguen vivas, y lo más importante es que ahora nos levantamos descansados. Mi marido ya no tiene migrañas, mi hija no se mueve en la cama y ya no tengo dolores menstruales.
Ahora estoy segura de estar preparada para quedarme embarazada de nuevo y con éxito, y buena parte de ello se lo debo a Cristina! GRACIAS!”
¿Y cómo puedo saber si estoy sometido a un estrés geopático?
– Mediante un estudio de los espacios en los que pasamos más horas: principalmente la cama (donde pasamos un tercio de nuestra vida en posición estática), el hábitat en general y el puesto de trabajo (si se trata de un trabajo estático).
– También se puede detectar mediante un test de kinesiología.
– Leer más información sobre esta técnica, aquí.
– Otra manera de detectar un estrés geopático es mediante un test con la máquina MORA.
– Leer más información sobre esta técnica, aquí.
(1) http://time.com/2850594/guys-your-smartphone-is-hurting-your-sperm/
Artículo escrito por:
Cristina Mora
Acupuntura y Medicina Tradicional China. Licenciada por la Universidad de Gales (UK). Graduada en Naturopatía. Instructora de MLC.
Acupuntura Barcelona. Rambla Catalunya 50, 3r 1a. 08007 Barcelona. Teléfono: 932 156 271
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