Evolución del bebé:
Se inicia el tercer mes de embarazo y, por lo tanto, la culminación del primer trimestre, que acaba aproximadamente en la semana trece. El bebé, que ha pasado oficialmente de la categoría de embrión a feto, ha crecido hasta los 2,5 centímetros aproximadamente, más o menos el tamaño de una aceituna. La cabeza seguirá desarrollándose y tendrá unas proporciones más semejantes a las de un bebé. Esta semana también se empezarán a formar los músculos que le permitirán mover piernas y brazos, aunque a la madre aún le falta un mes para empezar a notar estos movimientos.
Alimentación de la madre:
El primer trimestre de embarazo es un excelente momento para empezar a tomar nuevos y variados cereales integrales, una fuente esencial de vitaminas del grupo B (exceptuando la B12, que solo se logra en alimentos procedentes del reino animal) que ayudarán en el desarrollo y crecimiento de todas las partes del bebé. Según la nueva edición del libro Vincles d’Àngels Torras y Míriam Tirado (Angle Editorial) sería necesario que la dieta de la embarazada estuviese formada por un 50% de cereales integrales: “No es preciso que nos limitemos a los más conocidos, como al arroz y el trigo; podemos experimentar con el mijo, la cebada, la avena, el maíz y también una mezcla que se toma para desayunar llamada muesli y que se mezcla con leche, yogur, kéfir o zumo.
Así pues, cada día tendríamos que tomar unas cinco o seis raciones de hidratos de carbono complejos concentrados, muy ricos en hierro y en minerales como el cinc, el selenio y el magnesio. Según Heidi Murkoff a Qué se puede esperar cuando se está esperando (Ed. Medici) si se quieren ingerir todas las propiedades lo más conveniente sería mezclarlos en las diferentes comidas del día sin tener miedo a experimentar nuevos sabores y texturas. Por cierto, para las que aún tengan náuseas de madrugada, Murkoff recomienda una ración de alimentos ricos en almidón para empezar el día: probablemente ayudarán a disminuirlas.
Atención: La información ofrecida en esta sección es genérica -tanto en cuanto a la evolución del feto, como la alimentación de la madre y en la complementación nutricional. Para tener un asesoramiento directo, se recomienda consultar el ginecólogo o un nutricionista especializado.