beautiful pregnant woman on kitchenDesarrollo del bebé según Qué se puede esperar cuando se está esperando de Heidi Murkoff: Nos encontramos en el último mes de embarazo y según Murkoff “aunque queden tres semanas, si el bebé naciese ahora ya se consideraría nacido a término”. Ahora bien, según apunta, eso no significa que haya acabado de crecer, ni de prepararse para la vida fuera del útero. “El pequeño continúa ganando peso, unos 200 gramos cada semana, y pesa de media unos 2.900 gramos, aunque puede variar mucho de un bebé a otro. Durante esta semana sigue acumulando grasa y se forman los pliegues en cuello y muñecas. Por el momento, y para ir practicando, continúa tragando líquido amniótico (para preparar los pulmones), se chupa el dedo (una preparación previa a mamar), abre y cierra los ojos y se mueve de un lado para otro (por eso es normal que la madre note que cambia de posición según el día).

Alimentación de la madre: A estas alturas de embarazo, la alimentación de la mujer varía poco a lo largo de las semanas. Yolanda Garcia, psicóloga y naturópata especialista en infancia y maternidad del Institut Roger de Llúria de Barcelona nos recuerda las diez pautas más importantes a tener en cuenta antes del parto:

1. Alimentación ecológica, de temporada y de proximidad (nos asegura más nutrientes y menos tóxicos).

2. Presencia importante de hidratos de carbono (cereales integrales principalmente). Aportan energía y vitaminas del grupo B (que ayudan al correcto desarrollo del sistema nervioso de la madre y del niño); proteína, básica para construir y regenerar tejidos (no olvidemos que estamos “construyendo” un bebé). Es importante no abusar de la proteína animal y siempre que se consuma que sea ecológica; verduras y frutas de temporada, ecológicas y de proximidad. Son fuente de minerales y vitaminas y deberían ser la base de nuestra pirámide de alimentación.

3. Algas, pescado y sal marina para asegurarnos minerales como el yodo, que es muy importante durante el embarazo.

4. Ácidos grasos esenciales, especialmente el DHA, que podemos adquirir consumiendo pescado azul, semillas de lino o frutos secos. Las mujeres embarazadas necesitan una aportación extra de unos 400 mg que hay que incorporar a partir de la alimentación porque el cuerpo no lo puede fabricar.

5. Es necesario que la sangre de la mujer embarazada esté muy nutrida. De no ser así, es probable que sienta cansancio, debilidad o que sea más susceptible a posibles infecciones. La sangre necesita una buena alimentación para llegar en condiciones al parto y para empezar a producir leche.

6. Fuera tóxicos (hay sustancias que pueden pasar al feto). Evitar el alcohol, la cafeína (más de una taza de café) y todos los E seguidos de números de las etiquetas (conservantes, colorantes, edulcorantes o saborizantes).

7. Ojo con el azúcar refinado. Si queremos endulzar, podemos usar estevia o alguna melaza de cereal. El azúcar nos roba minerales y no nos podemos permitir perder calcio o magnesio, entre otros. También genera picos de glucemia que afectan al metabolismo.

8. Mantener el estrés a raya.

9. Hacer actividades que nos hagan felices. Cuando estamos bien, el cuerpo genera neurotransmisores y hormonas positivas que llegan al feto.

10. Ojo con las dietas vegetarianas mal planteadas: una carencia de B12 durante el embarazo puede ser delicada para el bebé.

Atención: La información ofrecida en esta sección es genérica -tanto en cuanto a la evolución del feto, como la alimentación de la madre y en la complementación nutricional. Para tener un asesoramiento directo, se recomienda consultar el ginecólogo o un nutricionista especializado.