Desarrollo del bebé según Heidi Murkoff en Qué se puede esperar cuando se está esperando (Ed. Medici). Comparado con la semana pasada el pequeño ha subido poco de peso y tamaño pero, en cambio, su cerebro está haciendo pasos de gigante. Según Murkoff, “el cerebro del bebé empieza a adoptar el aspecto característico con cisuras y circunvoluciones”. Estos pliegues, según cuenta, permiten la expansión del tejido cerebral, fundamental para que en el futuro el bebé evolucione de bebé a niño curioso y despierto. A partir de este momento, el cerebro se ocupará de tareas importantes, como, por ejemplo, regular la temperatura corporal: generará calor gracias a la grasa que el bebé acumula. Este hecho provocará que empiece a perder el vello que hasta entonces lo mantenía caliente.
Alimentación de la madre:
No olvidemos los ácidos grasos esenciales: “Durante el tercer trimestre de embarazo, especialmente entre la semana 27 y 36, el bebé produce más del doble de las neuronas que necesitará para vivir (a pesar de que muchas se pierden durante el octavo mes de gestación); además, es el momento en el que se generan más conexiones neuronales, lo que determinará el potencial intelectual del bebé”, cuenta Yolanda Garcia, psicóloga y naturópata especialista en infancia y maternidad y profesora del IFP Sanitaria Roger de Llúria. Para que esto pase es importante que la madre consuma ácidos grasos esenciales, conocidos como omega-3: “Es importante destacar el DHA, del que hay que incrementar la ingesta de 100 a 300 mg/diario”, cuenta Garcia. El DHA, afirma, “tiene un papel protagonista en el desarrollo del sistema nervioso del bebé, en el del ojo (especialmente de la retina) y del cerebro).
Alimentos que aportan DHA: Los frutos secos, el aceite de oliva, el pescado azul pequeño, los huevos o las semillas de lino por ejemplo. Para más información, consultar la semana 29 de embarazo. (Hay que consultar también con el ginecólogo y/o nutricionista sobre la ingesta de salmón y/o atún durante el embarazo.)
¿Qué pasa si no aportamos bastante DHA? “Que el bebé lo cogerá de las reservas maternas, principalmente del cerebro; esto explica –en parte– que algunas madres pierdan la concentración y la memoria hacia el final del embarazo”, apunta Garcia. “Bastantes estudios también correlacionan la depresión postparto con carencias de DHA”, concluye.
*Atención: consultar con el ginecólogo si hacen falta suplementos de omega-3.
¿Por qué me siento cansada? El peso de la barriga, los kilos adicionales, despertarse durante la noche, los nervios por la futura maternidad, el estrés por dejarlo todo listo, etcétera. Hay muchos factores que condicionan que la madre, pocas semanas antes de dar a luz, se sienta más cansada que nunca. Para intentar paliarlo, según Yolanda Garcia, es importante mantener una alimentación variada y mineralizadora que aporte macronutrientes –que aportan energía y ayudan a construir y reparar tejidos– y micronutrientes –principalmente vitaminas, minerales y ácidos grasos esenciales. Glòria Bochaca, nutricionista, recomienda que la madre opte por menús nutritivos fáciles de hacer repartidos en cinco comidas al día “para mantener la glucosa estable y sentirse con más energía”. En cuanto a alimentos, apuesta por las cremas de cereales con frutos secos y/o frutos secos, cremas de calabaza y de zanahoria y/o de verduras de hoja verde; legumbres; cereales integrales y verduras y hortalizas de temporada.
Para picar entre horas Bochaca recomienda: fruta fresca de temporada, compota, frutos secos (nueces, almendras, avellanas); frutos secos (pasas, orejones, dátiles); bebidas vegetales (avena, arroz, sésamo); pan de calidad con tahina o con patés vegetales; zumos de fruta naturales (no enriquecidos con azúcares).
Propuesta de menú según Yolanda Garcia:
Desayuno (combinación de cereal –hidrato de carbono–, que aporta energía, y vitaminas y minerales gracias a las frutas, las verduras y las semillas)
- Porridge de avena con fruta de temporada, frutos secos y semillas
- Pan de espelta con humus y germinados de alfalfa o mermelada de cebolla casera
- Pan de espelta con ghee o aguacate y mermelada de fruta roja
Licuado de manzana y zanahoria,
Para comer o cenar
- Ensalada de verduras de raíz (zanahoria, nabo,…) y paella de quinoa
- Arroz rojo con brócoli
- Hamburguesas de mijo y wok de verduras
- Azukis con calabaza
*Superalimentos que dan energía:
Agua de mar (muy rica en minerales), verde de alfalfa (vitaminas y minerales en estado puro, muy importante por la vitamina K para el parto), polen, levadura de cerveza, alga espirulina, que podemos añadir en forma de polvo a batidos y cremas con el objetivo de nutrir mejor a la madre sin mucho esfuerzo.
Alimentos que no pueden faltar:
- Verduras de raíz (las verduras que crecen cerca de la tierra tienen más minerales, su proceso de crecimiento es lento y son más nutritivas): zanahoria, nabo, chirivía, calabaza y brócoli.
- Semillas: calabaza, girasol, lino, sésamo. Se pueden tomar en forma de semillas o en forma de aceites y son un extra de grasas de muy buena calidad.
- Proteína: legumbre y cereal son una combinación proteica de muy buena calidad, huevo con la yema cruda y la clara cocinada, pescado, frutos secos o alimentos como la quinoa, que tiene una proteína muy asimilable.
- Cereal integral o pasta, que proporcionará energía durante todo el día acompañada siempre de fibra (verdura o ensaladas).
- Evitar los alimentos refinados (arroz blanco, pan blanco, azúcares…).
- Caldos remineralizantes.
Versión vegetariana: Verduras de raíz, miso, algas, etc.
Atención: La información ofrecida en esta sección es genérica –tanto sobre la evolución del feto, como sobre la alimentación de la madre y la complementación nutricional. Para tener un asesoramiento directo, se recomienda consultar al ginecólogo o bien a un nutricionista especializado.