Hoy es el día perfecto para agradeceros que vosotros seáis las culpables –responsables– de que Soycomocomo, seis años después, sea un proyecto vivo. El 86% de nuestra audiencia son mujeres: sois mayoría absoluta. Las mujeres sois las grandes lectoras de nuestra revista digital, un porcentaje escandaloso y un gran indicador; y es que a las mujeres nos interesan más los temas de alimentación saludable, de nutrición y salud.
¿Por qué a las mujeres nos interesan más los temas de salud y alimentación?
Es difícil, sin tener un buen estudio, sacar las conclusiones que si las mujeres leen nuestra revista significa que son las que aprenden a hacer las recetas, a tener una alimentación equilibrada y por tanto, por lógica son, en la mayoría de las hogares, son las que cocinan y todo lo que se deriva de ello: en la mayoría de los casos las mujeres deciden qué se come cada día en casa, dónde se compra, cómo se compra, cuándo se compra, cómo se cocina y qué día se come; todo un puzzle que tiene un fuerte componente cultural, pero que, lo hagamos más o menos a gusto, no deja de ser una carga pesada y diaria que muchos días quisiéramos delegar o eliminar de nuestras vidas. La dichosa “mochila”.
Hay mujeres que hacen tres jornadas laborales
Todas tenemos una doble jornada; pero hay muchas campesinas que tienen tres. En el campo las mujeres son invisibles, pero están ahí. Y en el mundo marítimo, todavía son más invisibles, pero están ahí. Hacen trabajos que siguen siendo terreno exclusivo de las mujeres, desgraciadamente. Las mujeres campesinas, por ejemplo, son las que siguen guardando las semillas como se hacía antiguamente o cuidan de los animales pequeños. No son “mujeres de agricultores”, sino que tienen tareas muy establecidas. Y es que el campo todavía sigue muy masculinizado, porque, mientras las mujeres guardan semillas, faltan figuras femeninas en los órganos de control de decisiones, en las juntas de las cooperativas, en los despachos, mandando. Estas mujeres que hacen trabajos invisibles en el campo (primera jornada), además, tienen su trabajo (segunda jornada): son maestras, enfermeras, trabajan de dependientas. Y, además, realizan las tareas del hogar: la cocina, la casa y los hijos (tercera jornada laboral).
Por eso hay que escuchar y dar todo el apoyo a sus denuncias. Además cada vez hay más mujeres que quieren ser campesinas tal y como constata desde hace años la consultora agrosocial Neus Monllor. Y lo constata tamibén que muchas de estas mujeres quieren ser campesinas ser bajo los principios de la agroecología y la soberanía alimentaria, con el respeto por el producto y el respeto a la tierra, lejos de la agricultura intensiva. Y aún así quieren negocios rentables pero llenos de valor. Sin esta filosofía no serían campesinas.
Las mujeres tenemos una carga de trabajo tan grande que nos hace mas propensas a sufrir dolores crónicos, estrés, anisedad y depresiones.
Todos estos ejemplos explican por qué las mujeres leen nuestra revista, y es porque nos gustan los temas culinarios, de cuidados y nos gusta nutrir el cuerpo y no alimentarnos de cualquier cosa, pero también porque necesitamos informarnos sobre temas de salud física y emocional, ya que, con estas cargas de trabajo, somos mucho más propensas a sufrir dolores crónicos, estrés, ansiedad y depresiones; así se ha estudiado y publicado en numerosas ocasiones. Tengo esperanza al ver que hay una movilización ciudadana imparable hacia la igualdad y, sobre todo, me ilusiona que, en este camino hacia la equidad, en Soycomocomo haya una comunidad de mujeres que comparten conocimiento para comer mejor y encontrarse mejor en un mundo tan complejo en el que conciliar es extraordinariamente difícil y, muy a menudo, frustrante.
Más información:
Manifiesto ecofeminista de las mujeres campesinas