Estos días están días llenos de recomendaciones, algunas muy sencillas y con resultados tan importantes como salvar vidas. En tiempos de coronavirus, quedarse en casa y lavarse bien las manos con agua y jabón es clave para superar la pandemia.
Pero, ¿os habéis preguntado por qué es tan necesario lavarse las manos correctamente? En el día a día, el primer contacto con otras personas y con las cosas del entorno es, habitualmente, a través de las manos, que se convierten, así, en un claro vehículo de transmisión de microorganismos. ¿Cómo es posible que una acción tan cotidiana como lavarlas con agua y jabón sea tan eficaz? Simple: el coronavirus tiene una membrana grasa que lo rodea y lo protege; la acción del jabón disuelve la membrana y, así, deshace e inactiva el virus.
Otra alternativa válida cuando no estamos en situación de lavarnos las manos es usar un gel hidroalcohólico, que es un producto con un 70% de alcohol aproximadamente. Es útil si no disponemos de agua, ya que el alcohol se evapora mucho más rápido.
La piel de las manos, al igual que la de los pies, es la más gruesa del cuerpo y tiene una estructura con menos capacidad de retener la humedad, por eso suele ser más propensa a la sequedad extrema. Lavarse las manos a menudo, tal como recomienda la OMS, puede conllevar problemas en la piel; sobre todo en personas con la piel muy seca o con psoriasis o eczemas. Cuando se usan jabones agresivos de manera frecuente hay una pérdida natural de lípidos de la piel y, en consecuencia, las capas internas retienen aún menos agua.
Rutina de cuidado de manos en tres pasos
La mejor manera de evitar esta sequedad es mantener una buena rutina de cuidado de las manos:
- Lavarlas con agua tibia
- Evitar sustancias agresivas
- Hidratarlas regularmente con productos que las mantengan suaves y nutridas.
En cosmética natural y bio certificada normalmente se usan tensioactivos (responsables de la limpieza y de hacer espuma) mucho más respetuosos con la piel que los convencionales. Son una buena elección, sobre todo para los niños, que tienen una piel más fina y pueden absorber más sustancias.
También es muy recomendable usar cremas de manos después de lavarse tanto con jabones de manos o con geles hidroalcohólicos. Las cremas hidratantes ayudan a reparar la piel externa dañada y evitan pérdidas de agua. Es bueno usar cremas de manos naturales o bio, ya que las convencionales suelen contener parafinas o siliconas. Cuando las aplicamos, las parafinas dejan una sensación agradable de hidratación y suavidad en la piel, porque crean una capa invisible similar a poner un film de plástico. Sin embargo, esta sensación de tener una piel uniforme y fina no incrementa la hidratación, sino que tapona los poros y evita que la piel respire, y la deja aún más deshidratada.
La sensación de sequedad y tirantez causada por los cambios de temperatura, la polución y otros factores, como los lavados frecuentes, se puede controlar con una rutina que incluya jabones respetuosos con la piel y cremas de manos o bálsamos específicos para cubrir las necesidades de una zona tan expuesta.
Por otra parte, comenzar a usar crema de manos de manera habitual nos ofrecerá protección y reparación además de hidratación.
La marca lavera presenta dos nuevos jabones de manos certificados Natrue. Tienen fórmulas naturales, biodegradables, con tensioactivos muy suaves y respetuosos con la piel. Hay dos variedades: el jabón de manos con lima fresca lavera, con un aroma cítrico muy refrescante, y el jabón de manos de frutas rojas lavera, con una fragancia afrutada de goji y açai bio con propiedades antioxidantes.
Y después de lavarse, recomendamos aplicar una crema de manos. La crema de manos Basis Sensitiv lavera, con aceite de almendras y manteca de karité bio es ideal porque nutre, protege y aporta suavidad.