A pesar de llamarse aceite, los aceites esenciales no tienen nada que ver con los aceites vegetales como el de jojoba o el de almendras dulces. Los aceites esenciales son ligeros y nada grasientos, y generalmente tienen un aspecto incoloro o de un amarillo pálido, exceptuando algunos aceites esenciales como el de bergamota o jazmín. Se utilizan en la aromaterapia.
¿Qué son los aceites esenciales?
Los aceites esenciales son sustancias volátiles extraídas de diversas partes de las plantas o bien de sus frutos (flores, raíces, plantas, etc.) que tienen una composición compleja de elementos orgánicos combinados de forma equilibrada. Se obtienen por destilación de vapor de agua y generalmente no se suelen aplicar directamente sobre la piel, a excepción del espliego y el árbol de té, por ejemplo.
Requisitos de un aceite esencial de calidad
Para saber si estamos delante de un aceite esencial de calidad hay que tener en cuenta una serie de características que deben aparecer en la etiqueta.
Identificación de la planta: es necesario que se especifique la especie botánica y la subespecie, y también la variedad. Estos datos indican el rango entre subespecies y la forma. Se emplean para indicar una subdivisión más de una especie.
El botiquín de aceites esenciales
En casa no pueden faltar una serie de aceites esenciales.
Espliego: quemaduras, picores, cicatrizaciones.
Árbol de té: antifúngico, antibacteriano.
Limón: prevención de resfriados, herpes (combinado con el aceite de árbol de té).
Eucalipto y pino: vías respiratorias, desinfectante, purificante.
Clavo: dolor de muelas.
Manzanilla, niaulí: dolor de oído.
Quimiotipo: define un aceite esencial bioquímicamente y aparece con la abreviatura (qt). Un aceite esencial de tomillo, por ejemplo, puede ser diferente según las condiciones del suelo y del clima, y eso produce diferentes variaciones de qt. También varía el período estacional de cosecha. Así, el aceite clasificado según el quimiotipo se distingue del aceite patrón de la misma planta. Una misma planta puede tener diferentes quimiotipos y, por lo tanto, se pueden obtener dos tipo de aceites esenciales diferentes por lo que respecta al contenido de compuestos químicos. Dos aceites esenciales con quimiotipo diferente tendrán acciones terapéuticas diferentes.
Identificación del órgano productor de aceite de la planta: debe especificar si el aceite viene de la raíz o rizoma, de las hojas, de la corteza, de las yemas, de las flores, del fruto, de la piel del fruto, de las semillas, de los tallos o bien de las resinas.
Características del cultivo: los aceites esenciales deben proceder de cultivos biológicos controlados o cultivos silvestres. No deben utilizarse ni pesticidas, ni insecticidas, ni abonos químicos. Estas condiciones deben ser garantizadas por los consejos reguladores de cada país.
Procesamiento: conviene saber el método de obtención del aceite esencial. El más habitual es la destilación por arrastramiento de vapor. Esta técnica no solo proporciona el aceite esencial, sino también los llamados hidrolatos o aguas florales utilizadas en cosmética como tónicos, perfumes, etc. Hay otros métodos de obtención de aceites esenciales, pero pueden ser más costosos y la mayoría no resultan tan puros, ya que hacen que queden residuos de diluyentes.
Utilización de los aceites esenciales en masajes
Normalmente la proporción para utilizar los aceites esenciales en masajes proviene de dividir por dos la cantidad de aceite vehicular en mililitros (aceite de jojoba, de almendras dulces, de hueso de albaricoque, de sésamo) o la cantidad de crema base que se quiera utilizar. Así obtendremos el número de gotas que deberemos añadir de aceite esencial. Si queremos una dilución más baja, habrá que dividir por cuatro. Por ejemplo, para preparar una mezcla de 60 ml, habrá que añadir treinta gotas de aceite esencial; si queremos una dilución más floja, entonces añadiremos quince gotas de aceite esencial.
Aceites esenciales a la bañera
Si lo que queremos es un baño aromático, añadiremos en el agua de baño entre seis y diez gotas de aceites esenciales, pero habrá que diluirlas previamente con un poco de jabón para que se repartan correctamente en la bañera. También hay personas que recomiendan diluir los aceites esenciales con leche o leche en polvo.
Bibliografía recomendada:
Libros:
- Guía práctica de aromaterapia familiar y científica. Dominique Badoux. Amyris Ediciones
- Aromaterapia. Dominique Badoux. Amyris Ediciones
- Por una cosmética inteligente. Dominique Badoux. Amyris Ediciones.