Los aceites esenciales tienen un gran campo de actuación terapéutica. Es evidente que hay que ser un experto para controlar todo el abanico de propiedades que tienen, pero también podemos introducirlos en nuestro día a día si tenemos en cuenta las recomendaciones de los que dominan el uso de la aromaterapia.
La terapeuta Josefina Llargués nos recomienda unas preparaciones caseras para ahuyentar a los mosquitos, para las piernas pesadas, para las pieles normales y para calmar la piel después del sol.
- Para ahuyentar a los mosquitos:
100 ml de aceite vegetal de almendras dulces mezclados con 25 gotas de citronela de Java y 25 gotas de geranio de Egipto.
- Para las piernas pesadas
100 ml de aceite vegetal de calofilo o hielo de áloe con 25 gotas de ciprés de Provenza, 10 gotas de enebrina, 10 gotas de lavanda y 5 gotas de menta piperita.
- Tónico para pieles normales
150 ml de hidrolato de rosas (agua de rosas) y 15 gotas de aceite esencial de lavanda.
- Para calmar la piel después del sol
50 ml de aceite vegetal de hipérico (ojo: es fotosensibilizante y, por lo tanto, no se debe tomar el sol después de aplicarlo) y 15 gotas de aceite esencial de lavanda.
¡Cuidado con los aceites esenciales!
Salvo excepciones, no se aconsejan durante los primeros tres meses del embarazo ni en niños de menos de tres meses.
A partir de los tres meses, podemos empezar a aplicar aceites esenciales diluidos en aceite vegetal por vía tópica, pero siempre con conocimiento, porque hay algunos que no son adecuados. La mejor opción es dejarnos asesorar por expertos en aromaterapia científica, como Antonia Jover o bien comprar preparados específicos para niños, como los productos de gama infantil de la casa Pranarôm.
La aromaterapeuta científica Antonia Jover nos cuenta que hay algunos aceites contraindicados para los recién nacidos, como los aceites esenciales ricos en fenoles (son dermocáusticos) y en cetonas (son neurotóxicos), irritantes para la piel o fotosensibilizadores: orégano compacto (Origanum compactum), ajedrea (Satureja montana), tomillo (Thymus vulgaris quimiotipo timol), canelas (Cinnamomun casiano, Cinnamomum zeilanicum, Cinnamomum verum), las mentas (Mentha piperita, Mentha arvenvis, Mentha spicata), romero alcanforado (Rosmarinus officinalis quimiotipo alcanfor), romero verbenona (Rosmarinus officinalis quimiotipo verbenona), salvia oficinal (Salvia officinalis), hisopo (Hisopus officinalis), anís estrellado (Illicium verum), eucalipto azul (Eucalyptus globulus), eucalipto mentolado (Eucalyptus divas), eucalipto polibractea (Eucalyptus polybractea).
Si deseamos utilizar eucalipto, el único apto para los niños es el Eucalyptus radiata; también podemos aplicar esencias de cítricos (limón, mandarina, bergamota, pomelo, naranja dulce…). Estos son los principales, pero ante la duda hay que pedir consejo a un profesional o bien consultar algún libro de referencia en aromaterapia.
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