nens-768x508Actualmente, entre un 2 y un 5% de la población infantil del país tiene TDAH, lo que representa también un esfuerzo extra por parte de profesorado y padres. Aunque no se sabe exactamente la causa de este trastorno, parece que hay un factor genético asociado. Pero además de la herencia, algunos factores ambientales también pueden influir, y la alimentación es uno de los más importantes.

Una alimentación rica en ácidos grasos que incluya pescado azul, semillas de lino y de chía, nueces, aceite de linaza y algas, puede mejorar el día a día de los pequeños con TDAH

Más que añadir, eliminar

Algunas hipótesis sobre tratamiento del TDAH afirman que ciertas sustancias presentes en la alimentación del niño pueden ocasionar o empeorar los síntomas. Así, los aditivos alimentarios artificiales, los conservantes, el azúcar o el aspartamo se encuentran entre las sustancias consideradas “perjudiciales”. Por lo tanto, eliminar estos componentes de la dieta puede ayudar.

Las investigaciones indican que evitar alimentos procesados ​​(principalmente los que contienen colorantes artificiales) y seguir una dieta equilibrada, con alimentos frescos, saludables y orgánicos, supone una mejora evidente en el día a día de los niños con TDAH.

Ácidos grasos Omega-3, los mejores aliados

Algunos estudios sugieren que los ácidos grasos omega-3 ayudan a mejorar los síntomas asociados al TDAH. Los análisis han demostrado que los niños hiperactivos suelen tener niveles más bajos en ácidos grasos de cadena larga, especialmente de DHA (ácido docosahexaenoico), así como también de ácido araquidónico (AA).

Es recomendable que la alimentación del pequeño sea rica en estos ácidos grasos e incluya pescado azul (salmón, caballa, sardina, atún, trucha), semillas (de lino y chía), nueces, aceite de linaza y algas.

¿Es conveniente tomar suplementos?

La suplementación de ácidos grasos EPA y DHA se ha visto asociada con una mejora en la destreza del pensamiento y comportamiento. Sin embargo, hay que recalcar que la administración pautada, aunque pueda ser de utilidad, no sustituye de ninguna manera el tratamiento farmacológico prescrito por el especialista.

Más información