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Yolanda Garcia. Psicóloga y naturópata para padres e hijos. Especialista en maternidad: nutrición, emociones, terapias naturales y medicina china. Profesora de educación para la salud, alimentación equilibrada durante el embarazo y alimentación infantil y de alimentación y crianza natural en el IPF Sanitària Roger de Llúria.

¿Cómo se debe alimentar la madre para tener una leche de calidad?

La madre se debe alimentar con cordura, alimentos variados, saludables, naturales y, si es posible, ecológicos. La leche materna siempre es de calidad, si hay dificultades están más asociadas con la cantidad que con la calidad.

Para producir leche se necesita lo que llamo el triple eje:

  • La parte hormonal (oxitocina y prolactina para producir y secretar la leche, sobre todo al principio cuando la lactancia se está estableciendo).
  • La succión (para estimular la producción de leche y el vaciado del pecho). Por lo tanto, la lactancia debe ser a demanda. La producción de leche tiene un proceso de “fabricación” de stock cero, es decir: se gasta tanta, se produce tanta. Si hay un problema de cantidad, se debe estimular la succión.
  • Nutrición física y emocional. Según mi opinión, más importante que si come una cosa u otra (en el marco de una dieta equilibrada), es que la madre se sienta acompañada, confiada y conectada con el bebé.

En resumen, la alimentación es siempre importante, pero no es ni el único factor ni el más importante para poder disfrutar de la lactancia. Es muy importante sentirse tranquila y conectada con el bebé y, si es necesario, pedir ayuda a los profesionales de la lactancia. Prácticamente todas las madres pueden lactar; si aparece algún problema casi siempre se puede solucionar con un buen asesoramiento y nunca tiene que ver con un tema de calidad.

¿Qué alimentos pueden ayudar?

Hay mucha literatura sobre los alimentos y la lactancia. Durante la lactancia, como también durante el embarazo, nos debemos alimentar correctamente. Si queremos mencionar algún alimento que sea útil, escogería los llamados galactogogos, como la avena, el salvado de cerveza, los piñones, las almendras… y también algunas plantas que, en infusión, pueden ayudar. Pero es suficiente con una alimentación equilibrada que incluya cereal integral, verdura, proteína, aceites y semillas, fruta, etc., para que la madre y el bebé disfruten plenamente de la lactancia.

¿Es cierto que lo que come la madre incide directamente en la calidad de la leche?

Es cierto que hay ingredientes esenciales, como vitaminas, minerales, ácidos grasos esenciales (omega-3, omega-6…), que el cuerpo no puede fabricar y que es necesario que estén presentes en la alimentación, tanto para la salud de la madre como la del bebé.

De una forma u otra, durante el embarazo y la lactancia, el cuerpo se vuelve muy eficiente a la hora de extraer los nutrientes de los alimentos, más que en ninguna otra situación de la vida. Comer bien hará que nos encontremos mejor y eso revierte en la lactancia, que es un momento de mucho gasto energético. No es momento de dietas restrictivas o hipocalóricas; la mejor forma de recuperar la figura es lactar.

¿Cómo podemos saber si nuestra leche alimenta al bebé correctamente?

La leche siempre alimenta correctamente al bebé. Cada madre la fabrica para su bebé justo con lo que necesita. La leche que se produce va variando según las necesidades del bebé; cambia del día a la noche –cuando hay más triptófano para favorecer el descanso–; varía si el bebé ha nacido prematuro o no; es diferente si la madre y el bebé entran en contacto con algún virus –y entonces se incorporan en la composición más factores inmunológicos para hacer frente al microorganismo. Es un líquido mágico y siempre nutritivo.

Un bebé que toma pecho, que crece, que está sano, alegre… está bien alimentado. Hay muchas madres que tienen este miedo y muchas veces es consecuencia de los controles de peso constantes que se hacen a los bebés, de las gráficas y percentiles… Todo eso hace que, a veces, se creen problemas cuando no hay, si el bebé no crece al ritmo que dicen las tablas estadísticas.

¿El descanso es fundamental en la rutina de la madre lactante? ¿Por qué es necesario?

Sí, sobre todo al principio. La madre pasa en poco tiempo por cambios hormonales importantes, embarazo, parte, lactancia. La bioquímica y las emociones del proceso ocasionan un desgaste y una pérdida de energía que debemos recuperar a través de la alimentación y del descanso. Una alimentación natural, cremas de verduras y cereales, manzanas al horno…, evitar excitantes de cualquier tipo y dormir y descansar tanto como se pueda.

En la consulta, siempre pido a las madres que respeten el puerperio (los cuarenta días posteriores al parto). Las abuelas lo tenían muy claro; hoy día eso no se tiene en cuenta y hay demasiada prisa para salir, pero es muy importante, porque es un período para recuperar fuerzas, para conocer y vincularse con el bebé. Si la madre no descansa, todo se complica innecesariamente. Favorecer el descanso de las madres es siempre una prioridad.

¿Es verdad que hay algunos alimentos que dan mal sabor a la leche?

Mal sabor no; la leche es siempre dulce y deliciosa. Es un alimento vivo y cambiante y puede ser que algunos alimentos hagan pequeñas variaciones –como los espárragos– que no afectan para nada a la lactancia, sobre todo si son alimentos que la madre ha comido siempre de forma habitual.