Ya somos muchos los que nos llevamos una fiambrera para ahorrar y también para comer más sano. A veces por pereza, a veces por falta de tiempo o por falta de organización, comemos en el restaurante o compramos cualquier cosa para matar el hambre.
El secreto: la organización
Con una buena planificación podremos preparar fiambreras fáciles de hacer y rápidas. Primero de todo, necesitamos un papel y un lápiz para anotar en una cuadrícula los días de la semana y los ingredientes principales que pondremos. Por ejemplo:
- Lunes: arroz integral + seitán
- Martes: quinoa + mijo + almendras
- Miércoles: arroz integral + legumbre
- Jueves: mijo + seitán
- Viernes: pasta integral + tofu
A partir de aquí, debemos pensar cómo y cuándo lo haremos. Una buena forma es hervir el cereal base en cantidad (para dos o tres días). Una vez hervido y posteriormente enfriado, lo guardaremos en una fiambrera, y a la nevera. Y ya tenemos la base para uno, dos o tres días.
También es importante pensar en las verduras y en la forma en las que las presentaremos: podemos añadir a la planificación el esquema básico siguiente:
- Lunes: arroz integral + seitán + verduras salteadas (p. ej.: calabacín y cebolla)
- Martes: quinoa +mijo + almendras + ensalada variada
- Miércoles: arroz integral + legumbre + ensalada variada
- Jueves: mijo +seitán + crema de verduras (si os queréis llevar dos fiambreras) o verdura al vapor (de la cena anterior, per ejemplo)
- Viernes: pasta integral + tofu + salsa de tomate (o verduritas)
La idea sería dejar las verduras que se deben cocer para el lunes, por ejemplo, para tener tiempo de prepararlas el domingo por la noche o aprovechar la cena para hacer más verdura o crema de verduras para llenar la fiambrera.
Importante: ¡usar una fiambrera de cristal!
Teniendo en cuenta que la mayoría de gente que come de fiambrera lo calienta con el microondas –que no es lo más conveniente–, es preferible escoger fiambreras de cristal, ya que, cuando se calienta, el plástico traspasa parte de las sustancias tóxicas que contiene a la comida. Sobre todo si esta comida lleva ingredientes grasos, como aceite o salsas, carne, pollo…
Más cosas a tener en cuenta
Podemos añadir frutos secos, semillas oleaginosas (ya tostadas), como pipas de calabaza, pipas de girasol para asegurar un plus de minerales y ácidos grasos omega-6 y omega-3.
También podemos recurrir a las algas. Si no tenemos tiempo, las podemos comprar ya deshidratadas y listas para añadir a los platos o bien tenerlo en cuenta y cocinarlas con las verduras.
A la hora de aliñar la fiambrera, en el caso de una ensalada con cereal, hay que intentar hacerlo el mismo día. El aceite de oliva, el vinagre de umeboshi y el tamari pueden ser las soluciones más rápidas y saludables.
Algunas ideas de verdura o ensalada: judía, calabacín, alcachofas, lechuga, canónigos, zanahoria rallada, rúcula, espárragos…
¡Fiambrera sin olor!
Muchas veces, nos echan para atrás las fiambreras con preparaciones culinarias muy elaboradas. Cuando la abrimos… ¡Buf! Para que eso no pase debemos evitar preparaciones culinarias con muchas salsas, ¡y la cebolla y el ajo, sobre todo!
¿Y postre?
Pues lo que decimos siempre: ¡mejor para merendar! Y, para terminar, os dejamos algunos enlaces de interés en catalán que promueven el movimiento de la fiambrera y que nos ofrecen muchas más ideas y recetas saludables.
- Página de Facebook “Jo no cuino, prefereixo els ‘tapers’ de la mama“.
- Gust per la cuina: “Benvinguts al club de la carmanyola“.
- L’hora del tupper.