Alba Padró. Asesora del grupo ALBA Lactància Materna, formada por la Federación Catalana de Grupos de Apoyo al Amamantamiento e IBCLC (International Board Certified Lactation Consultante), certificación internacional que verifica la acreditación de conocimientos en lactancia materna y la posibilidad de proporcionar ayuda calificada.
¿Cómo debería ser la alimentación de una madre lactante?
Según recomienda la Asociación Española de Pediatría y la OMS, la dieta de una madre lactante debe ser saludable, similar a la que ha hecho durante la gestación. Una estándar es ideal para las madres. Hoy día, prácticamente todo el mundo sabe qué significa una dieta saludable; solo hay que recordar pequeñas cosas: comer cinco veces al día, consumir diariamente fruta y verdura, legumbres, cereales integrales, aceite de oliva y no abusar de la proteína animal, moderar el consumo de pescado azul tipo atún (por los niveles altos de mercurio y dioxinas) y dejar de lado la bollería industrial, el alcohol o los refrescos.
Las madres deben tomar un suplemento de yodo (200 microgramos al día) y, si son vegetarianas, uno de vitamina B12. Teniendo presente eso, no es preciso que se torturen o que piensen que si no hacen una dieta perfecta mejor que no amamanten, porque los beneficios de la lactancia para la criatura son muchos más que cualquier resbalón dietético.
¿Esta alimentación incide en la calidad de la leche que se produce?
La leche materna siempre es buena; no hay leches malas ni de mala calidad. Por lo tanto, la que hacemos seguro que alimenta. La calidad siempre será excelente, ya que la leche se modifica poco por la alimentación de la madre; solo ciertas sustancias pueden aumentar ligeramente según el consumo materno: AGE, ciertas vitaminas…
Otro tema son las madres que, por situaciones determinadas, como problemas de tiroides, SOP o hipoplasia mamaria, pueden tener menos leche de la que hace falta. A pesar de todo, la que tienen, aún siendo poca, es buena.
¿Cómo podemos saber si nuestra leche alimenta al bebé correctamente?
Sabremos que el bebé se alimenta bien, si crece de forma óptima siempre teniendo en cuenta la edad que tiene, ya que conforme crecen cada vez engordan menos.
- 0-6 semanas: 20 g/día
- Menos de 4 meses: 100-200 g/semana
- 4-6 meses: 80-150 g/semana
- 6-12 meses: 40-80 g/semana
Lo más importante es valorar si es feliz. De no ser así y además engorda menos de lo que tocaría, hay que buscar ayuda para determinar la causa y, en ningún caso, la solución pasa por dejar de amamantar.
¿El descanso es fundamental en la rutina de la madre lactante? ¿Por qué?
El tema del descanso está sobrevalorado. En el fondo, somos unas privilegiadas. Hay mujeres en este planeta que viven en situaciones de guerra o catástrofe que no pueden cerrar el ojo y siguen teniendo leche para sus hijos. Es evidente que es importante que la madre descanse cuando pueda y que deje de lado las tareas de la casa y delegue responsabilidades, pero estamos hechas para amamantar; podemos hacerlo y no necesitamos un descanso especial. Ni la producción de leche ni la calidad de la leche se verá afectada por el hecho de que una madre descanse más o menos.
¿Es verdad que hay algunos alimentos que dan mal sabor a la leche?
No, no es verdad. Los alimentos dan sabor a la leche, pero no mal sabor, que es diferente. No hay ningún alimento prohibido durante la lactancia. De hecho, se piensa lo contrario, que la leche se tiñe de sabores que, después, cuando el bebé inicie la alimentación complementaria, ya conocerá. Prohibir ciertos alimentos sin ton ni son es absurdo. Si un bebé parece que rechaza el pecho cada vez que la madre toma un alimento determinado, se deberá analizar el porqué consultando con el pediatra.